Por tres pecados de Gaza

Reverendo W. Reid Hankins, M. Div.
Amós 1:6-8
08/27/17

“Por tres pecados de Gaza”.

El pueblo de Dios tenía muchos enemigos durante el tiempo de Amós. La semana pasada comenzamos en el primero de siete oráculos de juicio a los enemigos de Israel. Miramos el oráculo contra los sirios con su capital en Damasco. Estaban bajo juicio por su tratamiento áspero a Israel, por la brutal matanza, de mujeres, niños y rasgando vientres de mujeres embarazadas para matar a los no nacidos. Efectivamente fue un acto de genocidio. Dios vio esta aflicción de su pueblo y Él respondió con el oráculo de sentencia contra los sirios. Pero esa fue sólo la primera nación. Ahora, llegamos a la segunda nación para recibir un oráculo contra ellos. Hoy en día son los filisteos. Los filisteos, como los sirios, se dedicaban también a cometer grandes pecados, y este pecado no había pasado por desapercibido para Dios. Dios traería juicio sobre ellos, ellos persistieron en su pecado y rebelión contra Él. Su pecado específico, como veremos, tiene que ver con la esclavitud y la explotación de personas. Es un pecado que en cierto sentido es hoy menos común, pero todavía existe. Y por supuesto, la explotación de personas todavía sucede hoy en diversas formas.

Comenzamos entonces hoy con algunos antecedentes sobre los filisteos. Usted notará que versículo 6 comienza por una llamada a la ciudad de Gaza, pero el oráculo entonces mencionan otras 3 ciudades: Asdod, Ascalón y Ecrón. De hecho, los filisteos eran específicamente pueblo de cinco ciudades principales, el quinto es Gat, de donde era Goliat. No está claro porqué Gat no es mencionada aquí. Por lo tanto, los filisteos tenían estas cinco ciudades-estado principales, cada uno teniendo su propio señor o rey. Usted puede encontrar esto descrito en la Biblia en el libro de Josué 13:3. Según las escrituras, los filisteos eran originalmente de un lugar llamado Caftor. Las fuentes antiguas describen a Caftor ubicado en el lado oriental de la península del Sinaí. Por este tiempo, se habían asentado en estas cinco ciudades al suroeste del estado de Israel, a lo largo de la costa. Habría sido directamente al oeste del reino meridional de Judá. También, por este tiempo, Gaza puede haber asumido un mayor protagonismo entre las cinco ciudad-estados puesto que el versículo 6 trata de esa ubicación primera.

Los filisteos eran un pueblo pagano, adorando al dios falso Dagón. Como la mayoría de la gente en aquel momento, tendieron de conectar sus batallas militares con su religión. La historia bíblica tiene varios ejemplos coloreados en los libros de jueces y 1 Samuel en ese sentido. Es en esos mismos libros que podemos encontrar un poco de la historia del conflicto entre el pueblo de Dios y los filisteos. La primera referencia de conflicto con ellos ocurrió realmente en el libro de Génesis. Allí en Génesis 26 encontramos a los filisteos evitando usar los pozos que Abraham había cavado, causando problemas para Isaac. Pero luego en el libro de jueces encontramos la historia memorable del juez Sansón y su conflicto con los filisteos. Hay una cuenta algo prolongada del conflicto, culminando con ellos finalmente con la captura de Sansón y sacándole sus ojos. Sin embargo, Dios le concedió a Sansón una victoria más trascendental cuando Dios le da la fuerza para derribar el templo de Dagón, matándose a sí mismo, y una gran cantidad de filisteos al mismo tiempo.

Una vez más, encontramos más conflictos con ellos al llegar a 1 Samuel. Esto cuando Israel finalmente pensó que podría conseguir poner la mano contra ellos si trajeran el arca a la batalla, sólo perdieron temporalmente en la guerra contra los filisteos. El arca les trajo problemas y maldición, sin embargo, así que finalmente los filisteos la envían de vuelta a Israel. 1 Samuel muestra luego a Samuel y los reyes Saul y David teniendo muchos conflictos con ellos. No te olvides de David matando a Goliat, que era el gigante de los filisteos. Así, la historia de los conflictos con los filisteos fue grande, sobre todo en esa historia temprana de Israel como un reino unido. Después del tiempo del rey David, se redujo significativamente la cantidad de conflictos registrados con los filisteos. Probablemente, Dios usó a David para reducir considerablemente a los filisteos como una amenaza para Israel.

Dicho esto, los problemas con los filisteos no habían desaparecido totalmente. Este oráculo contra ellos es prueba de ello. Así que, volvamos a ver el pecado específico que Amós profetiza ahora en contra. Verso 6, “por tres pecados de Gaza y por el cuatro, no revocaré su castigo, porque llevó cautivo a todo un pueblo para entregarlo a Edom.” Por lo tanto aquí, como en la semana pasada, recibimos el mismo refrán repetido de tres pecados y uno cuarto. Esto dice que los filisteos habían cometido ya suficientes pecados para justificar el juicio divino. Pero, luego cometieron éste último, especialmente sellando su culpa y condenación.

¿Por lo tanto, que fue este último pecado de ellos que Dios estaba hablando en contra? El lenguaje aquí podría parecer un poco confuso cuando dice que tomaron cautivo todo el cautiverio. La Biblia de las bancas traduce el hebreo un poco demasiado confuso aquí. A veces en hebreo usan un verbo y un sustantivo de la misma raíz de la palabra para describir algo. Eso es lo que se está haciendo aquí. Cuando se dice de los filisteos prisioneros capturados, significa que se convirtieron en prisioneros cuando fueron capturados. Y entonces, la palabra “todo” se refiere al grupo de personas que capturaron. Habían capturado a un grupo entero, al grupo completo y los hicieron prisioneros. En otras palabras, hacer alguna incursión o ataque a un lugar, un pueblo o ciudad y tomar cautivo todo de ella. Cada hombre, mujer y niño de un lugar los tomarían presos en estos ataques filisteos.

¿Quiénes son estos prisioneros? En otras palabras, ¿quiénes son las víctimas de estos ataques filisteos? Curiosamente, el texto no especifica. Supuestamente, habrían tenido conocimiento los israelitas al escuchar a Amós. Podríamos asumir fue contra las ciudades israelitas que los filisteos estaban haciendo esto. Sin embargo, a diferencia del oráculo anterior contra los sirios, no se nos dice quienes eran las víctimas. La semana pasada vimos a los sirios afligiendo a los galaaditas que eran israelitas en el lado este del río Jordán. Pero aquí las víctimas no son mencionadas. Seguramente parte de la razón para esto es que este pecado no es simplemente porque ellos están haciendo esto al pueblo de Dios. Seguramente, este mal de los filisteos habría sido un mal en general, independientemente de quiénes fueron las víctimas. Sin embargo, sabemos una de las víctimas, por 2 crónicas 21. Poco antes de este tiempo, 2 crónicas 21 registra a los filisteos invadir a Judá y llevándose algunos de este pueblo al cautiverio. Tal vez por esta razón Amós no menciona las víctimas aquí. Tal vez fue todo contra el pueblo de Dios que vivía en el reino meridional de Judá y no directamente contra el reino del norte de Israel. Pero el reino norteño de Israel debe recordar los antiguos conflictos con los filisteos. Y también deben tener compasión de sus hermanos de Judá, que estaban experimentando aflicciones por los filisteos. Aunque los filisteos sólo causaban problemas contra Judá, Israel debe haber estado preocupado de que la justicia llegó a los filisteos.

Entonces, ¿qué harían los filisteos con los cautivos una vez que los capturaban? El oráculo dice que serian enviados a Edom. En otras palabras, ser vendidos como esclavos a Edom. Por cierto, es horrible pensar en eso. Edom es un pariente distante de los israelitas. Los edomitas son descendientes de Esaú, el hermano del patriarca Jacob. En todo caso, los edomitas deberían haber comprado a estos cautivos de los filisteos para redimirlos y darles libertad, piense en los principios de pariente redentor. Pero eso no sucedió. Pero estoy divagando. Los pecados de Edom no pasarán por desapercibidos. Edom es un oráculo en contra de ellos más adelante en el versículo 11. Por lo tanto, hoy estamos pensando en el pecado de los filisteos. Ellos capturarían comunidades enteras y luego venderlos a los edomitas como esclavos.

Démonos cuenta de que esto está describiendo básicamente a robar hombres y esclavos. Por eso dije que incluso si las acciones de los filisteos no eran contra el pueblo de Dios, todavía eran pecaminosas. La captura de personas inocentes y forzarlos a la esclavitud involuntaria es una transgresión de la ley de Dios. 1 Timoteo 1:10 específicamente vio que la ley de Dios existe para denunciar cosas como la venta de esclavos. Esta ley se encuentra en Éxodo 21:16, diciendo: “Así mismo el que robare una persona y la vendiere, o si fuere hallada en sus manos, morirá.” Los filisteos esencialmente secuestraban grupos enteros de personas y los vendían como esclavos. Esto, Dios condena como pecado.

Es interesante comparar y contrastar este pecado con el oráculo anterior. En el último oráculo, evidentemente los sirios no querían ser molestados con la gente. Conquistaron a los pueblos y despiadadamente sacrificaron a, hombres, mujeres y niños, incluso a los por nacer. Presumiblemente, sólo querían la tierra, y la gente que actualmente habitaban en ella. Por lo tanto, se deshicieron de ellos. Pero, con los filisteos parece aquí que las personas eran lo que querían. Eran mercancía para ellos que explotaron a estas personas con fines de lucro. Ambos pecados horribles, por supuesto incurrieron en el juicio de Dios.

Vamos a recurrir entonces a nuestro último punto para hoy y considerar el juicio de Dios que se manifiesta aquí contra los filisteos. Otra vez, en el oráculo de hoy, vemos a Dios condenándolos con fuego. Versículo 7, Dios dice: “Enviaré fuego sobre el muro de Gaza, que devorará sus palacios.” Como dije la semana pasada, se trata de imágenes que implicaría la derrota en la guerra. Alguna fuerza militar vendría y los destruiría. Como Dios describe el castigo que vendría sobre ellos, Él habla tres veces contra los dirigentes. En Gaza, el fuego destruirá los palacios. Con Asdod, dice que cortará a sus habitantes, literalmente a la persona que se sienta, probablemente refiriéndose a su rey que se sienta y reina sobre la ciudad. Con Ashkelon, la misma amenaza contra la persona que sostiene el cetro, es decir, su rey. Así, los diferentes señores de estas ciudades-estado son especialmente llamados por Dios. Ellos perderán su poder. Condujeron a su pueblo a este pecado y ahora serán juzgados por ello.

Pero este juicio caerá sobre la gente también. Cuando se habla de Ecrón menciona un juicio más general que la mano de Dios caerá sobre el. Entonces el castigo final mencionado es el más general: “el remanente de los filisteos perecerá.” Es una declaración aleccionadora. Pensemos en el oráculo de la semana pasada. Dios dijo que después de que los sirios fueran derrotados en batalla, serían llevados al destierro en Kir, de donde habían originado. En otras palabras, se quedaría un remanente de los sirios. Del mismo modo, ya hemos hablado en el pasado de cómo Él trata regularmente con los israelitas. Que entre su gente a veces trajo juicio contra ellos, pero Él siempre conservaría un remanente entre ellos. Pero no aquí con estos filisteos. No habría ningún remanente de ellos. El remanente de los filisteos serán desaparecidos. Una vez más, se trata de cierta justicia poética. Los filisteos conquistarían grupos enteros de personas y llevarlos a cada uno de ellos en cautiverio. Entonces, Dios destruiría a todos y cada uno de los filisteos. Nada quedaría salvo.

¿Cuándo se cumplió esta sentencia contra los filisteos? 2 Crónicas 26 describe cómo el rey Uzías tenía victorias importantes contra Asdod y Gat. Puesto que Amós profetizaba durante el reinado del rey Uzías, no sabemos si las victorias de Uzías sobre los filisteos ocurrió antes o después de este oráculo contra ellos. Sabemos más tarde los asirios y luego babilonios conquistan a los filisteos y los destruyeron.

Como pensamos acerca de este juicio vendrá sobre los filisteos, deberíamos hacer lo mismo de lo que hicimos la semana pasada. A menudo es útil cuando se observa esos juicios del Antiguo Testamento contra las naciones para reflexionar sobre el día del juicio final contra las naciones. Estas sentencias del Antiguo Testamento se convierten en tipológicas. Se trata de imágenes de ese juicio final que llegará a las naciones al final. Debemos considerar una vez más hoy en día como pensamos acerca de los aspectos únicos del pasaje de hoy. Para que nadie se equivoque, viene un día cuando Jesucristo volverá a este mundo. En ese gran día, Él capturará a cada persona que ha seguido en su pecado y rebelión contra Dios. Ninguno escapará. Jesús conducirá estos cautivos capturados y entregarlos finalmente al lago de fuego. Allí serán esclavizados a un castigo eterno. Pero a diferencia de ellos, esto no será un pecado para Jesús hacer eso. Porque antes de que Jesús envíe a estos cautivos a ese castigo del fuego del infierno, primero les llevará ante el tribunal de Dios. Allí los encontrará culpables por sus pecados. La ley estará para condenarlos por todos sus pecados. La justicia llegará como dice en Apocalipsis 13:10, “Si alguno lleva en cautividad, va en cautividad.” Y así, entonces estos serán entregados a ese lago de fuego junto con los ángeles caídos que han esperado también en cadenas de oscuridad para ese juicio final.

¿Suena aterrador? Debe de. Se supone que así será. Es la mala noticia de lo que ha ganado nuestro pecado. Es lo que cada persona ha ganado por su pecado. Los filisteos probablemente pensaban muy alto de ellos cuando en su pecado tomaron personas cautivas. Pero la realidad era que ellos eran en realidad los verdaderos cautivos. Ellos habían sido tomados cautivos por su pecado, como toda la humanidad. Al igual que la humanidad están condenados a la pena eterna como cautivos al pecado. Y sin embargo, la buena noticia es que Dios en su gran misericordia ha provisto una forma de salvación de esta perdición. ¡Está en su hijo, el Señor Jesucristo! ¡Jesús vino a este mundo declarando que Él vino a liberar a los cautivos! ¡Incluso Amós termina en 9:14 describiendo cómo el Mesías traería de vuelta el pueblo cautivo de Dios!

Me gusta sobre todo las imágenes de cómo lo hace en Efesios 4:8. Allí describe cómo después de la cruz, Jesús ascendió a lo alto, llevando cautiva la cautividad y dio dones a los hombres. En realidad está hablando de los cristianos. En otras palabras, Jesús trata con los pecadores, conquistando sus corazones duros y llevándolos cautivos. Pero estos tales cautivos son sus cautivos que los trae a la libertad. Que los redime de su antigua esclavitud del pecado para hacerlos hombres libres en Cristo. Cristo entonces otorga regalos a estos “cristianos conquistados” para usarlos en la construcción del reino de Cristo. Me encanta esa imagen.

Así pues, insto a todos nosotros a encontrar la salvación en Cristo Jesús. Las perspectivas del infierno deberían aterrorizarnos. Pero debe llevarnos luego a abrazar la oferta gratuita del evangelio como Jesús ofrece ahora a las naciones. Arrepiéntase de sus pecados. Cree y confía en Jesús. Si lo haces, entonces alégrate de que Cristo te ha llevado cautivo para darte esa mayor libertad.

Para terminar, nuestro pasaje nos recuerda una verdad. El secuestro de personas inocentes y forzarlos a la esclavitud es incorrecto. Es menos común hoy en día, pero el trafico de humanos de diversos tipos existe todavía. Estimaciones recientes cuentan más de 20 millones de personas en todo el mundo, con algo de eso ocurriendo aquí en los Estados Unidos. Aunque explícitamente no participar directamente en tal tráfico de seres humanos, es posible que indirectamente si estás apoyando. Por ejemplo, llevas la ropa que se hizo en el extranjero o el café o chocolate que disfrutas donde puede haber implicado la esclavitud en su producción. Para aclarar, no estoy diciendo que este pasaje significa que cada uno tenemos que dejar nuestros trabajos y empezar a trabajar a tiempo completo en un trabajo sin fines de lucro que lucha contra el tráfico de seres humanos. Dicho esto, es sin duda algo digno de elogio para alguien decidir que trabaja contra esas prácticas de pecado en este mundo. Ciertamente, como una iglesia que proféticamente declaramos la maldad de tal pecado, incluso como Amós hizo en este pasaje. Debemos asegurarnos que no estamos cometiendo pecado en esta área en cualquiera de sus formas.

Este pasaje entonces nos anima a que Dios no está desatento de cómo los seres humanos pecan contra otros seres humanos. Dios nos ha recordado a su pueblo de este pecado también el día de hoy otra vez. No podemos nunca tratar a otros seres humanos como simples mercancías para explotar en vez de reconocerlos como personas creadas a imagen de Dios. Hemos sido redimidos de la peor clase de esclavitud. Nunca deseemos de esclavizar a otros, pero a cambio les ayudemos a conocer el mejor tipo de libertades que hemos llegado a conocer en Jesús. Amén.

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