Cautiverio más allá de Damasco

Sermón predicado en Amós 5:18-27 por el Reverendo W. Reid Hankins durante el servicio de adoración por la mañana en la Iglesia Presbiteriana de la Trinidad en 11/26/2017 en Novato, CA.

Sermón

Reverendo W. Reid Hankins, M. Div.
Traducido por Diácono Diego Merino.
Amós 5:18-27
11/26/17

“Cautiverio más allá de Damasco”.

Dios quiere que su pueblo tenga seguridad de su salvación. Él quiere que todos los que han puesto su esperanza en Cristo por gracia y misericordia sepan que su esperanza está en el lugar correcto. Él quiere que cada pecador arrepentido que ha corrido a Jesús como refugio sepan que han llegado al lugar correcto. Dios quiere que su pueblo tenga la seguridad de la salvación y crecer en esa seguridad. La garantía genuina es una buena cosa.

Por otra parte, la garantía falsa no lo es. Hay una especie de garantía que no es realmente segura. Si has puesto tu esperanza y confianza en el lugar equivocado, entonces la garantía es defectuosa. Si has pensado que estás bien con Dios cuando no lo estás, ese es un tipo equivocado de seguridad. Este pasaje plantea esta preocupación hoy en día. Esta es una preocupación muy común. Fue común en ese entonces y es todavía común hoy en día. Este pasaje nos muestra que puede haber personas que están plenamente convencidas que son salvas. Van a la iglesia, dan sus ofrendas, cantan canciones de adoración con gusto, y no pueden esperar el regreso de Jesús. Sin embargo, este pasaje nos muestra que hay personas que están totalmente engañadas. Realmente no han conocido al Señor. Su garantía falsa es presunción basada en una religión falsa. Y por lo tanto, este pasaje nos llama a la examinación. Porque este pasaje demuestra que con tales personas, claramente hay frutos en su vida que hablaban contra la religión que creen tener. Y hoy, no quiero desanimar a los cristianos con conciencia delicada y plagarlos con dudas acerca de su salvación. Sin embargo, este pasaje nos enseña que debemos examinar nuestra fe de tiempo en tiempo para ver que tenemos una fe viva y verdadera. Si lo hacemos, entonces en última instancia debemos alentados con más seguridad. Sin embargo, si nos examinamos y parece no haberla tenido, todavía hay tiempo para abordarla con verdadero arrepentimiento y verdadera fe.

Entonces, vamos a ver en la primera mitad de nuestro sermón hoy en versículos 21-27. Aquí encontramos que Dios no estaba contento con la adoración de Israel en aquel momento. Esto plantea el tema sobre la adoración que no es aceptable a Dios. Podría recordarse en el capítulo 4, verso 5, que la gente amaba dar todas sus ofrendas. La gente de allí pensaba seguramente que estaban siendo religiosos en el buen sentido. Seguramente supusieron que su adoración fue agradable y aceptable a Dios o de lo contrario no lo hubieran mantenido haciendo. Pero Amós desafía a la gente de aquí. Los enfrenta en su adoración y esencialmente dice que están perdiendo su tiempo porque Dios no lo acepta.

Mira cómo Amós desarrolla esto. Vamos a caminar a través de sus comentarios. Comenzando en el versículo 21, Dios dice que odia los días de fiesta y sus asambleas sagradas. Los días de fiesta habría incluido especialmente la Pascua, Pentecostés y la fiesta de los Tabernáculos. Las fiestas tenían asambleas sagradas asociadas a ellos, pero también hubo otras ocasiones donde las personas se reunían para asambleas sagradas. Por ejemplo, cuando Salomón dedicó el templo, la gente celebró una asamblea sagrada. O en Joel, cuando las personas necesitaban arrepentirse, Dios los llamaba a reunirse en asamblea sagrada de ayuno y arrepentimiento. Estos tiempos especiales de culto debían ser para algo bueno. Ellos debían destacarse en la adoración del pueblo de Dios y en su relación con Él. Tuvimos el día de Acción de Gracias, y por supuesto las personas generalmente esperamos esos momentos especiales. Pero Dios dice aquí sobre estas fiestas y asambleas que Él aborrece. No dice que odia esto en general. Odia cómo estos israelitas están participando en ello. Dios no va a recibir estas fiestas y asambleas de estas personas. No se trata de las fiestas y las asambleas, es la gente que viene a adorar en ellas.

En lo próximo Amós habla contra sus ofrendas en el culto. Este es el versículo 22. Se mencionan tres ofrendas concretas: holocaustos, ofrendas de grano y ofrendas de paz. Esas son las tres primeras de las cinco ofrendas principal mencionadas en el libro de Levíticos. Lo que está diciendo es que los otros dos no mencionadas serían la ofrenda por el pecado y la ofrenda por desobediencia. Las otras dos ofrendas hacen particularmente hincapié en el pecado de la persona dando la ofrenda y buscando la expiación de Dios. El hecho de que no se mencionan estas otras dos, ciertamente sugiere que Israel no pensaba que tenían pecado que debían afrontar. Parece que simplemente asumieron que estaban bien con Dios y podrían continuar con estos otros sacrificios como actos de adoración. Sin embargo, Dios dice que esto no le es agradarle. Del mismo modo, cuando el versículo 21 habla de Dios no saboreando su culto, se trata de “olor”. Estas tres clases de ofrendas se describen en Levíticos como dar un aroma agradable al Señor. Pero el versículo 21 dice que estos aromas no agradan a Dios. En realidad, son ofensivas para Él.

A continuación, se dirige a su canto y música en el verso 23. Básicamente, es como Dios se cubriéndose las orejas y diciendo que no quería oírlo. Es como Él estuviera diciendo, “apagarlo” o “alejen ese ruido de mí.” Es como si Él está disgustado por el sonido de la música.

Añade a esta crítica lo que Él dice acerca de su culto en el versículo 26. Tenían ídolos como parte de su adoración. Moloc y Quiúm eran deidades asirias. Irónicamente, como el versículo 27 se refiere, van a finalmente ser destruidos y exiliados por Asiria. Cuando eso sucede, van a ser seguramente obligados en Asiria a adorar a estos dioses falsos. Sin embargo, para su propia vergüenza, ellos ya habían empezado a adorar a falsos dioses asirios. De alguna manera, mezclaron esa idolatría en su adoración al Señor.

Por lo tanto, es obvio que su adoración no es aceptada. La pregunta es, “¿Por qué?” ¿Por qué su adoración no es aceptada, además de la evidente idolatría que trajeron en esto? Bien, la respuesta está implícita en el versículo 24. “Pero que la justicia corra como el agua y la rectitud como una corriente poderosa.” Dios los está llamando al arrepentimiento. Verás, hemos estado viendo en Amós que estas personas habían estado afligiendo a los pobres y necesitados entre ellos. Ellos han pervertido a la justicia y sobornando a los jueces como una parte de cómo afligieron a los pobres. ¿Cómo pueden venir y adorar a Dios de esa manera, cuando el resto de la semana viven haciendo tanta maldad? Esta es la hipocresía de las clase más alta. Viven en impiedad, y entonces, ¿cómo pueden pensar que son capaces de llegar ante el Dios santo en culto y tener la adoración aceptada? No, Él les dirá “Apartaos de mí hacedores de iniquidad.”

Ves este el el asunto. Un pecador no es aceptado por Dios en su propio mérito. Los pecadores no deben esperar que pueden venir ante Dios en adoración y creer que tienen algún tipo de comunión con Dios. Por ejemplo, no puedes venir ante algún enemigo de tiempos y de repente actuar como si son buenos amigos. Las cosas no funcionan así. Entonces, ¿cómo es que tales pecadores podrían ser aceptados por Dios? Es necesario primero que se reconcilien con Dios. ¿Cómo pueden ellos ser reconciliados con Dios? ¿Cómo puede un pecador convertido en enemigo de Dios pueda ser perdonado y restaurado en su relación con Dios?

Bueno, esa es la razón por lo que se ofrecía ofrendas a Dios por el pecado y las ofensas en el antiguo pacto. Es decir que las personas antes de que pudieran empezar a ofrecer ofrendas de paz debían celebrar su paz y comunión con Dios, tenían que primero llegar a tener paz con Dios. Debían primero tener su relación con Dios restaurada. Tenían que tener sus pecados y faltas expiados. Estas fueron las ofrendas que no mencionaron aquí en este pasaje como lo que estaban ofreciendo. Y sin embargo, es sobre todo estas ofrendas que miraban la obra expiatoria de Jesucristo. Me encanta lo que dice Efesios 5:2, que Cristo se entregó por nosotros, una ofrenda de sacrificio en olor fragante ante Dios. Es una ofrenda que Dios acepta. Esa ofrenda agrada a Dios. Estas ofrendas de expiación en el antiguo pacto miran adelante a una mejor ofrenda y expiación que vendría bajo el nuevo pacto en Cristo Jesús. Por su sacrificio, podemos tener paz y comunión con Dios.

Es cómo debemos entonces acercarnos a Dios en adoración. Este pasaje no está diciendo que Dios no quiere culto y sólo quiere a su pueblo hacer ministerios de justicia social. Por desgracia, es cómo algunos lo toman, al menos en cierto modo. Pero esto no es lo que aquí se está diciendo. No está diciendo que los actos religiosos de culto son inherentemente malos. Pero es un reto para los hipócritas que van a través de las emociones de la religión que no se arrepienten de sus pecados y buscan perdón y gracia. Entonces, el llamado de hoy es arrepentirse y creer en Jesús. Parte de este arrepentimiento será buscar la justicia y la rectitud. Y sin embargo ciertamente incluyendo la adoración a Dios. Pero podemos tener confianza entonces en que nuestra adoración es recibida por Jesús. Es como lo que Pablo les dijo a los Filipenses después de su apoyo financiero para su ministerio. Pablo les dijo que su regalo era una «ofrenda fragante, un sacrificio aceptable y agradable a Dios”(Phil 4:18).

Entonces en la segunda mitad de nuestro mensaje hoy vamos a ver los versículos 18-20. Consideremos cómo el día del Señor sorprenderá a mucha gente. Empieza conmigo en el versículo 18. Esto dice que había algunos de estos impíos israelitas que realmente estaban deseando la venida del Señor. Pensaban que la venida de Dios sería un buen día para ellos. Curiosamente, esta podría ser la profecía mas temprana escrita del día del SEÑOR en la Biblia. Hay un montón de referencias en los profetas para el día del SEÑOR. Sin embargo, si esta es la profecía más temprana escrita, seguro que sugeriría que esto ya era una clara expectativa de la gente. Esperaron que algún día Dios vendría a su pueblo. Claramente, desde sus mentes, esto sería un buen día para ellos. Sin duda, supusieron que sería un día de victoria y reivindicación. Todos sus enemigos serian destruidos y entrarían en alguna victoria gozosa y recompensa en presencia de su Dios. Seguramente eso fue su esperanza y expectativa.

Pero Amós guía esa esperanza aquí. No es que el Señor no está viniendo. Es que su venida no será bueno para ellos. Mira la palabra inicial en el versículo 18. «¡Ay.» ¡Ay de estos israelitas y su esperanza equivocada. Han juzgado mal el lado donde están. Suponían que estaban del lado de Dios. Pero no estaban. Por lo tanto, cuando el SEÑOR venga, también experimentarán el juicio terrible de Dios. Este día sería la oscuridad de la sentencia no la luz de un nuevo y glorioso comienzo para ellos. Pensarán que escapan de un enemigo sólo para irse a otro: ve las analogías con el oso y la serpiente. Esas analogías dicen que cualquier dirección que vayas, habrá problemas. Pensé en el viejo juego de trampa de Atari cuando leí esto. El juego comienza y tu tienes la opción de ir en varias direcciones diferentes en el juego. Pero la realidad es que cualquier dirección que tomes, el peligro espera. Es como el día del Señor para ellos. Israel puede estar huyendo de sus enemigos cuando el Señor venga; pueden huir de sus enemigos hacia el Señor que viene, pensando que se están corriendo hacia la seguridad. Pero en realidad, cuando lo hacen estarían corriendo a un peligro peor.

Una vez más, habían asumido que estaban en comunión con Dios. Ellos asumieron que eran el pueblo de Dios, su propio pueblo; sus amigos. Pero en realidad, eran sus enemigos. Sus pecados no arrepentidos y no perdonados los habían separado. El día del SEÑOR tiene este interesante aspecto doble. Para el pueblo de Dios, va a ser un buen día. Pero para los enemigos de Dios, no será así. Será el día del juicio de Dios sobre ellos. Estas personas tenían una falsa seguridad que estaban bien con Dios, cuando ellos no lo estaban. Como dice el versículo 27, tendrían una especie de experiencia del día del Señor viniendo a ellos. Pero no sería bueno. Ellos serían expulsados de la tierra prometida y puestos en cautividad más allá de Damasco. Y sin embargo tan malo como lo que sería, sería un tipo y sombra del día final del Señor que aún vendrá al final de la historia.

Como una aplicación, no te pierdas en cómo la gente puede ser engañada a pesar de que están haciendo uso de alguna revelación bíblica acerca de cosas como el día del Señor. Además, muchos hoy van a una iglesia que enseña incluso partes de la Biblia, pero no llevan a las personas a una verdadera relación segura con el Señor. Hay iglesias falsas que hacen uso de la Biblia de alguna manera, incluso que ofrecen falsa seguridad. Esas personas lamentablemente no están bien con Dios, aunque en cierto sentido podría hacer uso de la Biblia en su religión falsa.

Entonces, ¿cómo podrían estas personas pecaminosas estar bien con Dios? ¿Cómo puede cualquiera de nosotros estar bien con Dios? Esto es importante porque el último día del SEÑOR está todavía por delante. Bueno, la buena noticia es que los pecadores pueden ser reconciliados con Dios a través de Jesús. Es lo que ya dijimos en el primer punto: arrepentirse y voltear hacia la cruz de Jesucristo para ser reconciliados con Dios. Pero piensa en esto en contexto. El último día del Señor viene al final. Cuando Cristo regrese. Pero Dios vino ya antes cuando Jesús vino. Dios vino en Cristo Jesús hace dos mil años. Ese fue un día inicial del SEÑOR. Y ese día del Señor también tenía una doble naturaleza a esto. Cómo te relacionas con la primera venida de Jesús te dice si es bueno o no.

Escucha cómo 2 Corintios 2:15-16 habla de esto. Me encanta cómo se combina esta noción de la doble naturaleza del Señor que viene con el punto anterior sobre las ofrendas aceptables, fragantes. Hablando de nosotros, diciéndonos acerca de Jesús al mundo, dice esto, 2 Corintios 2:15-16, “porque somos para Dios el aroma de Cristo entre los que se salvan y entre los que se pierden. Para algunos son aroma de muerte que conduce a la muerte y para los otros el aroma de vida para vida.”

¿Ves el punto? Cristo Jesús vino en un día inicial del Señor para salvar a los pecadores. Si alguien se arrepiente y pone su fe en Jesús, puede tener seguridad de que el último día del Señor será bueno para ellos. Será vida y luz para ellos. Pero si rechazas a Jesucristo y su primera venida, entonces el último día del Señor será terrible para ti. Será el sello del juicio. Será de tinieblas y muerte.

Mis amigos, ambas partes del pasaje de hoy nos traen a la misma conclusión. Hay una manera en que la gente puede pensar que están bien con Dios cuando no lo están. Algunos lo adoran y desean su venida pero realmente están engañados y bajo la condenación de Dios. Sus pecados, su idolatría, su aflicción a los demás, estos frutos deben ayudarles a ver que su corazón está muy lejos de Dios. Lo que Dios nos llama a hacer es examinarnos a nosotros mismos y ver nuestros pecados. Él nos llama a confesar nuestros pecados y lamentarnos sobre ellos y buscar humildemente su gracia y su perdón. Él nos llama a pasar de una vida de pecado y maldad y en ves buscar sus caminos como sus discípulos. Él ofrece todo esto en Cristo Jesús. Así, hoy nos ha ayudado a mostrar cómo podemos estar engañados con la falsa seguridad. Pero también hemos visto otra vez hoy en día la forma de verdadera garantía.

Si pones tu esperanza en Jesús, tu puedes tener una garantía real, genuina. De hecho puedes desear el día del Señor y será un buen día para ti. Puedes y debes adorar a Dios y saber que tu adoración es aceptada. Puedes vivir una vida buscando justicia y confianza en Dios para darte su gracia en tal búsqueda; hacerte crecer en vida justicia y santidad.

Entonces, como el pasaje de 2 Corintios dice, que ahora somos cristianos heraldos de Cristo al mundo. Dejemos hacer saber al mundo que hay otro día del Señor que viene. Les dejamos saber cómo este día puede ser un buen día para ellos. Para esto es lo que vemos en el Nuevo Testamento. No dejes que ese día te atrape desprevenido. No dejes que sea para ti como un ladrón que viene en medio de la noche. Ahora compartimos el evangelio para que la gente se pueda preparar para la venida de Dios. Que puedan realmente desearlo como lo hacemos nosotros.

En otras palabras, espero que este pasaje de hoy te ha animado a tener una verdadera seguridad de salvación. Pero pueda también estimularnos a decirle a otros cómo también pueden tener tal garantía. Entonces continuemos hoy en nuestra adoración, sabiendo que por el amor a Cristo es aceptable y agradable a la vista de Dios. Amén.

Copyright © 2017 Reverendo W. Reid Hankins, M. Div.
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