Levantaré el Tabernáculo de David

Sermón predicado en Amós 9:11-12 por el Reverendo W. Reid Hankins durante el servicio de adoración por la mañana en la Iglesia Presbiteriana de la Trinidad en 1/28/2018 en Novato, CA.

Sermón

Reverendo W. Reid Hankins, M.Div.
Traducido por el Diácono Diego Merino.
Amós 9:11-12
01/28/18

“Levantaré el Tabernáculo de David”

¡Finalmente lo logramos! Hemos pasado a través de un libro que ha sido en gran medida sobre el juicio. Ha resultado en los sermones que han traído un montón del tipo de lenguaje de fuego y azufre. Pero ahora llegamos a la parte del libro que trata sobre el evangelio. Este es un enfoque bastante común por los profetas en el Antiguo Testamento. Ellos traen primero y principalmente un mensaje de condenación y juicio sobre cómo el pueblo de Dios estaban pecando y violando los términos de la antigua alianza. Pero luego terminan con un mensaje de esperanza. Y esa esperanza es el evangelio. Las buenas nuevas. Es algo similar a como estructuro mis sermones. Si hay malas noticias que dar, tiendo a poner eso al comienzo del sermón. Si hay enseñanza general, le pongo en la mayor parte del sermón. Pero me gustaría que terminemos con el evangelio. Bueno, después de más de 8 capítulos de lenguaje de juicio, hemos llegado al final del Amós, y el final está lleno del evangelio. Mi plan es mirar este pasaje sobre dos sermones más. Hoy vamos a ver los versículos 11-12, y la semana que viene consideramos los versos 13-15. Para aclarar, no quiero tratar estos versículos aislados como si fueran dos pasajes no relacionados. Por eso vamos a leerlos todo el día, y lo mismo haremos la próxima semana. Pero con el deseo de observar detalladamente este pasaje del evangelio, este es el lugar natural para dividir el pasaje en dos.

Así pues, centrados hoy en los versículos 11-12, notamos enseguida un poco sorprendente sobre cómo comienza este pasaje del evangelio. Nota en los versículos 11-12 las personas que se mencionan. Amós fue un profeta enviado al reino del norte de Israel. Los pasajes del juicio terminaron en el último pasaje con un atisbo de esperanza. La esperanza era que Dios preservaría un remanente de israelitas que Él esparciría sobre todo el mundo. Por lo tanto, pensarías que cuando recurrimos a las buenas nuevas se centrarían sobre todo al retorno de estos israelitas esparcidos. Bien, este pasaje del evangelio llegará a eso. Es en la próxima semana, donde vemos en el versículo 14 la esperanza explícita del evangelio. Dios reunirán nuevamente a este remanente de Israel que ha sido esparcido por todas partes como resultado de su destrucción y cautiverio. Sin embargo, eso no es donde comienza este pasaje del evangelio. En los versículos 11-12, Israel no es nombrado, pero si otros dos grupos. Primero, David se menciona, y por extensión la tribu de Judá, que era el pueblo de Dios del sur en aquel momento. Y en segundo lugar, se mencionan los gentiles, es decir las naciones. No es sorprendente de que estos dos grupos son mencionados, porque Amós ha hablado de ellos antes de esta profecía. Sin embargo, ciertamente no ha sido su enfoque. Pero cuando él viene ahora a hablar de las buenas nuevas de esperanza que Israel será un día reunido de regreso y restaurado, empieza con David y las naciones. ¡La restauración y gloria futura de Israel se conectarán de alguna manera con la casa de David y aun con los gentiles! Esa es la oportunidad que tenemos hoy para explorar.

Así, empecemos en el versículo 11. El verso 11 comienza con la referencia al día en que ocurrirá este evangelio. Dice “en aquel día”. En contexto, esto parece volver al pasaje anterior que hablaba del día del juicio de Dios sobre Israel. Este sin duda es un ejemplo de cómo la palabra día en hebreo a veces puede ser utilizado para referirse a un período de tiempo general. Seguramente la sentencia descrita en el último pasaje no se llevará a cabo en un período de 24 horas. Israel seguramente no fue conquistado, deportado y disperso sobre las naciones en un solo día. Sin embargo, parece ser el punto. El período de la presente sentencia que viene a Israel comienza con la necesidad de este evangelio mencionado aquí. De hecho, es cuando esencialmente termina este período de juicio. Es cuando comienza el evangelio. Así, el período de juicio que viene sobre Israel se coordina con el período de gracia que viene inmediatamente después de eso. Por lo tanto, cuando vemos la palabra “día” aquí, debemos pensar en un período específico de tiempo. El período de tiempo de juicio para Israel fue seguido inmediatamente por este gran periodo de la gracia. Si pensamos en el juicio de Israel incluye no sólo su destrucción, pero también su cautiverio y dispersión, entonces es precisamente cuando Jesús regresa y comienza a reunirlos para Él en esa transición del juicio a la gracia que realmente ocurre.

Y así, en el versículo 11 vemos entonces ese punto. Es cuando el tabernáculo caído de David es reconstruido y restaurado que podemos ver este principio del comienzo del evangelio. Entonces, pensando en este tabernáculo caído de David, sería útil hacer una pregunta aquí. ¿A que se refiere Amós cuando habla sobre el tabernáculo de David empezando a caerse? ¿Cuando el reino y la casa de David cayeron en la forma que es descrita aquí? El versículo 11 habla de haber tenido una caída que es el lenguaje que se podría aplicar a una tienda de campaña o a otra estructura temporal que se derrumba. El lenguaje de las ruinas son imágenes de una estructura como un edificio o pared ser destruidas y dejadas en escombros. Cuando Amós habla de Judá ser destruido así, ¿qué podría él tener específicamente en mente? Dos opciones vienen a mi mente. En primer lugar, cuando el reino de Israel fue dividido en dos. Cuando se dividen entre el norte y sur, entre Israel y Judá, era esencialmente el resto de las tribus además de Judá abandonando la casa de David. Ellos fueron rechazas a la majestad y el dominio de David y su dinastía. Aunque esa dinastía continuó teniendo dominio sobre la tribu de Judá, la realidad es que sufrió una gran caída de la gloria y el poder cuando ocurrió esa fractura. Eso no fue supuestamente el caso. Un descendiente de David se suponía ser el rey sobre todos el pueblo de Dios. Por lo tanto, sin duda fue una caída de la casa de David que Amós puedo haber tenido en mente. Una segunda opción que viene a mi mente es cuando la tribu de Judá serían ellos más tarde destruidos por los babilonios y entonces el rey del linaje de David dejaría de tener un trono terrenal para sentarse. El desafío de Amós con el pensamiento que tuvo aquí en el versículo 11 es que tal destrucción de Judá todavía no había ocurrido. Dicho esto, Amós pudo hablar de esta destrucción como profecía en sentido predictivo. Recuerde que en el capítulo 2 y 6 Amós ya había hablado contra Judá y declaró el juicio que vendrían sobre ellos. Es muy posible que Amós aquí en el versículo 11 asume el resultado inevitable que Judá será destruida en última instancia como Dios había hablado a través de él y otros profetas. Así, en el versículo 11, Amós puede simplemente asumir la certeza de que en el futuro Dios ya había dicho que sucedería. Por lo tanto, ¿que tenía Amós en mente aquí? ¿En que el reino inicial dividido donde la casa de David perdió mucha autoridad? ¿O la caída de Judá por Babilonia? Bueno, no quiero elegir. Creo que están todos relacionados y seguramente en algún sentido está implícito en el versículo 11. La casa de David había llegado a ser débil y caída. Pero Amós declara que habría una restauración.

Entonces, con ese entendimiento, vamos a comentar el lenguaje sobre el tabernáculo aquí. La palabra tabernáculo podría traducirse mejor del hebreo como una cabina. Como en la Fiesta de los Tabernáculos, Sucot, en el hebreo. La fiesta conmemora ese tiempo cuando Israel vagó en el desierto por 40 años y tuvo que vivir en tabernáculos, albergues temporales. Se trata de palabras diferente en hebreo que se usa comúnmente para referirse al Tabernáculo o Tienda de Reunión. Esa palabra se refiere más específicamente a la idea de una tienda de campaña. Mientras que la palabra aquí para cabina, podría incluir una estructura temporal como una carpa hecha con tela, pero también podría incluir otras estructuras temporales con otras cosas como palos y hojas, etc. Así, estas son palabras estrechamente relacionadas y a veces se usan indistintamente. Como por ejemplo Urías en 2 Samuel 11:11 se refiere al Tabernáculo como en una cabina. ¿Cuál es el punto? Cuando oímos hablar del tabernáculo de David aquí, lógicamente podríamos pensar de un lugar de culto, como el tabernáculo del Antiguo Testamento y más tarde el templo. Sin duda, con el tema en Amós de cómo Israel veneró en el lugar equivocado, hay una razón para tener ese pensamiento. Esto sobre todo viene a la mente con el lenguaje en el pasaje anterior de cómo el culto ilegitimo de Israel se vendría estrepitosamente sobre ellos. Por lo tanto, pienso un buen caso que se podría hacer para ver al menos alguna alusión a esto. Esto puede aludir a la realidad de que no solamente podría restaurarse la casa de David pero también podría restaurarse el lugar correcto de adoración. Esto parecería tocar las dos preocupaciones principales dado en este libro.

Dicho esto, el lenguaje utilizado aquí sólo alude a eso en lo mejor. Creo que la alusión está ahí, pero parece que deliberadamente domina las imágenes. Lo más explícitamente es acerca de cómo se restaurará la dinastía de David y la realeza. Hay que recordar que cuando hablamos de un linaje y una dinastía real, se utiliza el lenguaje de una casa. La casa de David había reinado una vez sobre el pueblo de Dios. Pero en esto no se usa la palabra casa, utiliza la palabra cabina. O incluso podría ser traducirlo como “choza”. Esta gloriosa casa de David había sido degradada a simplemente una choza, y aún así cayó. Sin embargo, fuera de tal debilidad, Dios restauraría y reconstruiría y levantaría otra vez esta “choza”. Para mostrar que no enfaticemos demasiado la idea de tabernáculo, Amós entonces de repente cambia las imágenes de una casa temporal a algo más permanente. Cuando dice en el versículo 11 que Dios “levantará de sus ruinas”, literalmente es “levantando una pared a sus violaciones”. El lenguaje de levantando paredes, se refiere a la práctica de apilar piedras para resolver algún violación, como un agujero en una pared o en un palacio o una fortaleza. Por lo tanto, aquí las imágenes cambia de una estructura temporal a alguna estructura física. Este versículo declara en estos términos también, que el reino caído de David será restaurado y reconstruido. Como nota al margen, la palabra para las infracciones aquí es en el hebreo la palabra Pérez, así como en el nombre de uno de los dos hijos del patriarca Judá. No puedo evitar de ver un poco de alusión aquí también al hecho de que no solo la casa de David será restaurada, sino que toda la tribu de Judá se reconstruirá a través del que vendrá de la línea de David y establecer su reino y dominio.

Así que otra vez, démonos cuenta de la importancia aquí. Después de hablar de cómo Israel iba a ser destruido y un remanente diseminado por todo el mundo, hay esta esperanza de una restauración. Pero esta restauración será en el reino de David. Israel no será restaurado en su propio reino separado. No habrá una casa reconstruida de Jeroboam que gobernará a Israel. No será el regreso de Samaria. Será el regreso de Jerusalén. Será el retorno del rey que durante mucho tiempo se había prometido a David. Dios había prometido que a través de la línea de David vendría un rey para el pueblo de Dios que gobernaría sobre un reino eterno. Amós aún recuerda esa promesa. Dios todavía recuerda esa promesa. Todavía Dios declara a través de Amós que eso vendrá a pasar. Será en una casa de David renovada y restaurada que Israel encontraría su esperanza futura. Otra ves, permítanme decirlo una vez más. Esto comenzó a cumplirse con la venida de Jesús. Jesús, hijo de David, vino a travez de esa línea caída para traer un reino grande y glorioso para su pueblo, donde se sentará como rey para siempre. Es increíble pensar cómo la vida de Jesús incluso reflejó esta historia pasada de la casa de David y la promesa futura de su gloria y poder. De múltiples maneras, Jesús vino en aparente debilidad exterior. Incluso se mencionó a sí mismo como un templo a ser destruido, pero que luego Él lo levantaría y restauraría. Y eso es exactamente lo que pasó. Jesús aparentemente fue derrotado en la cruz, o al menos sus enemigos pensaron que habían triunfado. Israel había rechazado otra vez, al heredero del rey David. Sin embargo Dios levantó a Jesús de entre los muertos en gran gloria y poder. Y en esa victoria, Jesús declaró con razón que toda la autoridad en el cielo y en la tierra se le había dado. Jesús entonces llamó a su pueblo reunirse con Él, no sólo como súbditos del reino, sino como discípulos. La promesa del versículo 11 ha comenzado a cumplirse en la venida del Rey Jesús.

Vamos ahora a nuestro último punto con el versículo 12 y ver la referencia a una inclusión de los gentiles en este reino. Una vez más, esto es increíble. Hasta ahora, este pasaje del evangelio no hace referencia explícitamente a Israel. Ha mencionado a David y por consecuencia al Mesías e incluso Judá. Pero ahora en el versículo 12 menciona a los gentiles. Nos encontramos en el versículo 12 que los gentiles serán parte de este reino davídico restaurado, y que habrá gentiles que son pueblo de Dios, ¡van a ser los gentiles que son llamados por el nombre de Dios! Que gran y gloriosa profecía aquí en el Antiguo Testamento.

Bien, el libro de los Hechos 15 cita los versículos 11-12. Se citan en ese consejo de Jerusalén en el libro de los Hechos cuando todas los ancianos y los apóstoles se reúnen para discutir el asunto de los gentiles en aquel momento. En aquel momento, Dios había comenzado a obrar entre los gentiles. Los gentiles habían comenzado a seguir al Mesías Davídico en la fe. Los dones del Espíritu Santo se habían manifestados en ellos. Fueron bautizados en la iglesia. Dios claramente había tomado la iniciativa en hacer esto una realidad. Así, en Hechos 15 estaban tratando de determinar cómo los judíos seguidores de Cristo debían interactuar con los nuevos gentiles seguidores de Cristo. Antes, las viejas leyes de pacto de limpieza ceremonial habían mantenido a los judíos y gentiles separados. Esa separación no era posible si fueran a ser una iglesia, que es lo que todo el mundo vio lo que Dios estaba haciendo. La cuestión se convirtió en si estos gentiles entonces deben empezar a seguir todas esas leyes ceremoniales de la antigua alianza. Al final concluyen que no necesitaban mantener todas las disposiciones del pacto antiguo. Pero parte por lo que llegaron a esa conclusión fue citando estos versos de Amós. De hecho, se citan estos versículos pero mencionan que esto fue lo que predijeron los profetas, en plural. Por lo tanto, estos versículos de Amós reflejan una verdad enseñada por otros profetas también. La verdad básicamente era que Dios iba a traer a gentiles como parte de su gente y reino renovado. Así que cuando Santiago cita en Hechos 15, él básicamente está diciendo que lo que han experimentado en su día se confirma por lo que Dios ya había predicho que sucedería. Así, Santiago llegó a la conclusión de que no deben añadir otros obstáculos en el camino a la inclusión de gentiles si Dios no había añadido tales obstáculos en el camino cuando Él derramó su espíritu sobre los gentiles. (Podría añadir que parte de lo que debería haber reconocido aquí es que Jesús había instituido una nueva alianza y lo que ellos estaban empezando a darse cuenta es que no todas las leyes de la antigua alianza se aplicarían a la nueva alianza, las leyes ceremoniales eran el más obvio ejemplo de tales leyes que no aplicaron).

Como nota al margen, te señalo que hay claramente algunas diferencias menores, pero notables en lo que Santiago cita en Hechos 15 de lo que tenemos aquí en Amós. La corta razón inicial es que Santiago parece estar citando de la LXX, lo que fue la traducción griega de la Biblia hebrea y a menudo citado por los autores del Nuevo Testamento que escribieron en griego. Las diferencias incluyen que en el hebreo hace referencia a Edom en lugar de la humanidad, y el hebreo dice que este remanente será poseído por el reino davídico, mientras que la LXX dice que este remanente buscará al Señor. ¿Por qué las diferencias? Bueno, otra vez la respuesta corta es que está relacionado con una combinación de cuestiones de ortografía o posiblemente problemas de transcripción de texto. ¿Podría decirse que es la palabra para Edom versus humanidad una diferencia de vocal, en hebreo es edom o adán? En términos de búsqueda contra posesión, también es una letra diferente en hebreo. Entonces, ¿está la traducción LXX mal copiada o mal leída o mal escrita? O ¿está la LXX correcta y los antiguos manuscritos hebreos que han sido conservados desde los Masoretes no manejaron la ortografía correcta o mal copia de una palabra? Una pregunta similar se convierte con el libro de Hechos. ¿Citó Santiago solo la traducción griega sin intención de comentar este tema de transcripción o traducción? ¿O si él mencionó de la traducción griega y sirvió como su afirmación inspirada de su lectura? Es difícil ser dogmático. Me inclino hacia la noción de que la LXX conserva el derecho de lectura de manuscritos hebreos anteriormente correctos, y así Santiago cita los reflejos precisos del texto hebreo, y que los manuscritos más últimos de Masorete tienen estas transmisiones menores o vocal señalando errores. Pero no puedo ser dogmático. Lo reconfortante es que el punto de Santiago no está perdido sin tener en cuenta estas variantes, porque la parte principal con la referencia final de los gentiles siendo llamados por el nombre de Dios y ser incluidos es constante en todas estas versiones. Sin importar el texto de la LXX o el texto hebreo Masorético, el hecho de que Dios estaba trayendo a los gentiles en el reino davídico es esto sin ninguna duda una realidad. ¡Alabado sea Dios!

Entonces, es un punto muy importante que podemos tomar del uso de Hechos 15 de este pasaje de Amós. Será muy importante también establecer esto para el sermón de la próxima semana. El concilio de Jerusalén en Hechos 15 ve tres cosas sucediendo al mismo tiempo. Ve levantando al Mesías Davídico, la reunión de los israelitas dispersos y la inclusión de gentiles pasando todo esto al mismo tiempo y en aquel momento en Hechos 15. En consecuencia, hay una manera en que los versículos 11-15 puede considerarse hoy como el principio del cumplimiento con la primera venida de Jesucristo. Como vamos a hablar más la próxima semana, hay una parte de estos versos que no encuentra su último cumplimiento hasta la segunda venida de Cristo. Pero por ahora, la prometida restauración del reino de David ha empezado en Jesús. Jesús es el rey prometido en la línea de David. Y ahora ha traído un reino en el que está reuniendo tanto a judíos como a gentiles para Él mismo. Así como discutiremos más la próxima semana, la forma como en el libro de los Hechos 15 usa esto no soportaría una noción en la que Jesús estuviera ahora reuniendo gentiles en su propio reino de iglesia, y solamente más adelante separadamente reunirá a los judios en su propio reino. No, es una iglesia, ahora conformada por judíos y gentiles que llevan el nombre de Jesús como su Rey, Señor y Salvador. Para decirlo sin rodeos, para decir que de alguna manera las promesas en los versículos 13-15 deben ser relegadas a algún futuro reino terrenal milenial que no involucran a gentiles, pierde a como el libro de los Hechos 15 ya ha interpretado este pasaje, su contexto y su aplicación más.

Para finalizar por hoy, quiero terminar el mensaje de hoy con la alegría de la últimas palabras en el versículo 12. En los versículos 11-12, en resumen dice que es “el Señor que hace estas cosas”. Por esta razón esto es gracia y evangelio. Todo el libro de Amós está lleno de lo que Israel había hecho y el resultado fue la condenación y el juicio de Dios. Ahora, Dios describe sus acciones de salvación que tomaría para este remanente que Él ha reservado para sí mismo. También, Dios describe sus salvación que tomaría para estos paganos gentiles que Él los atraería a si mismo. Observe que el énfasis no está en los hombres y su dignidad aquí. Ni los acredita por lograr este futuro glorioso. No, es Dios quien hace esto. Dios había prometido enviar un Mesías a través de la línea de David. Dios lo haría. ¡Dios en efecto lo hizo! Dios tomó la iniciativa de enviar a Jesús a este mundo para salvar a los pecadores que se habían convertido en enemigos de Dios. También fue obra poderosa de Dios que levantó con poder a Jesús de entre los muertos y estableciendo el reino de Cristo en esa resurrección. Sigue siendo la obra de Dios reuniendo a judíos y gentiles a la fe en Cristo Jesús hasta hoy. Dios continuará su trabajo hasta su obra final enviando a Jesús de regreso a este mundo otra vez, cuando Dios haga nuevas todas las cosas y plante su pueblo salvo en un lugar eterno de felicidad y bendición. Más en la próxima semana. Pero anímate hoy. ¡Si es la obra de Dios, tu no puedes cambiar nada! ¡Anímate en la gracia! Respondamos a su gracia en lo que dice. Arrepiéntete de tus pecados y pon tu fe en el trabajo de la gracia de Dios.

Yo añadiría como una aplicación final que la gracia de Dios tiene implicaciones para nosotros. Este pasaje habló de que quien estaría en la iglesia de Dios tiene implicaciones de unidad en medio de diferentes grupos de gente. Tendría implicaciones para los hebreos lo que Dios estaría haciendo a Israel y Judá en superar sus diferencias así como están unidos en Cristo. Al tiempo en que lleguemos al libro de Hechos 15 vemos que lo habían hecho, pero tenían que haber hecho espacio en la iglesia para los gentiles también. Esto fue un llamado por una mayor unidad en la casa de Dios. El pasaje de hoy sin duda sigue teniendo tales implicaciones para nosotros también. El evangelio va a lo largo y ancho y Dios está reuniendo a un grupo diverso de personas. Pero estamos unidos en Cristo. Ese es nuestro fundamento común – Jesús. Teniendo esta unidad en medio de esta diversidad, entonces actuemos de esa manera, vivamos, evangelicemos, y adoremos de esa manera. Tenemos una pequeña muestra de una congregación como la nuestra donde tenemos diferentes culturas y grupos étnicos presentes, buscando amarnos unos a otros y crecer como cristianos. Vamos a seguir viviendo las implicaciones de cómo Dios reúne diferentes tipos de personas en su reino de gracia. Amén.

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