Los Plantaré en la Tierra

Reverendo W. Reid Hankins, M. Div.
Traducido por el Diácono Diego Merino.
Amós 9:13-15
02/04/18

“Los Plantaré en la Tierra”

La semana pasada mencioné que habíamos por fin llegado a la sección del evangelio de Amós, la sección de las buenas nuevas. Mencioné que era típico con los profetas del Antiguo Testamento, que pasaban mucho tiempo declarando el juicio de Dios sobre Israel debido a su falta de voluntad de arrepentirse de sus pecados continuos. Pero entonces los profetas por lo general terminarían con cierta medida de esperanza. Los pasajes de buenas nuevas en el Antiguo Testamento son típicamente en la forma que vemos aquí. Hablan de un remanente israelita traído de la cautividad y ser restaurado en la tierra prometida, a través del trabajo del Mesías Davídico prometido. Ocasionalmente, los pasajes también mencionan a los gentiles participar en algo bueno. Bueno, la semana pasada hablamos de los versos 11-12 que hablaba del Mesías Davídico y los gentiles y su papel en este nuevo reino restaurado. Hoy, veremos en los versículos 13-15 que habla de la reunión del remanente de Israel dispersado y traído de regreso a la tierra prometida. Es una pena que es en esta parte de la profecía que algunos cristianos han tenido problemas para interpretar esto. Pero espero que mientras vamos por el pasaje que podamos arrojar alguna luz sobre su significado y aplicación.

Me gustaría comenzar hoy en nuestro primer punto para observar los elementos claves del texto. Entonces en nuestros dos últimos puntos trataré cuestiones de interpretación. La primera cosa a notar y observar es que estos dos versículos son particularmente sobre el Israel étnico, los que descienden físicamente de Jacob. Específicamente, en contexto, esto es sobre el remanente que sobreviviera después del cautiverio y el exilio que Dios enviaría sobre el reino del norte de Israel. Vimos en el versículo 9, que Dios tomaría y esparciría ese remanente de Israel en las naciones. En contexto, es el Israel que se hace referencia aquí. Esto es especialmente claro puesto que ya por separado se mencionó a los gentiles y la casa de David.

Entonces, el versículo 14 dice que Dios traerá de regreso a los cautivos israelitas. Claramente, en contexto, la referencia es a traerlos de regreso a la tierra prometida. Dios reunirá a estos dispersos israelitas de los cuatro rincones de la tierra y traerlos de vuelta a la tierra prometida. Versículo 15 específicamente señala que esto es en la tierra, la tierra prometida. Ellos serán plantados allí. Por lo tanto, habrá esta gran reunión del pueblo de Dios a la tierra prometida. Dios entonces habla en el versículo 14 de reconstrucción. Ellos construirán nuevamente las ciudades que se “desperdiciaron”. Una vez más ellos vivirán en ellas. También plantarán viñedos y jardines que producirán para ellos, por lo que vemos no sólo regresando a la tierra, reconstruyendo, y volviendo a una vida normal y productiva en la tierra. Por lo tanto, esto está hablando de un encuentro maravilloso y una restauración. Lo que se perdió sería restaurado a Israel.

Y sin embargo eso no es todo lo que dice. ¡El texto describe como su situación será después que regresen a la tierra! Un par de cosas importante se indica aquí. En primer lugar, el versículo 13 habla de cuán grande será la recompensa de la tierra cuando produzca para ellos. En resumen, esto describe una situación, donde hay una gran cosecha que cuando estén listos para sembrar para la próxima temporada, aún estarán terminando la cosecha de la temporada pasada. Por lo tanto, la tierra se describe como produciendo de una manera notable. Es en realidad una promesa que fue dada originalmente a Israel cuando llegaron a la tierra en primer lugar, en Levítico 26:5. Pero en Levítico 26:5 se les prometió esto a condición de que fueran obedientes a la alianza, que caminaran en los estatutos de Dios y los cumplieran. Aquí, no hay ninguna condición mencionada. Simplemente se indica de como de hecho sucederá. Habrá una recompensa notable producida en la tierra.

La segunda cosa mencionada aquí sobre cuán grandes cosas se indica en el versículo 15. Se dice que Israel no será nunca mas removido otra vez de la tierra prometida. Una vez más, eso fue también anteriormente una posibilidad para Israel. En Deuteronomio 28:63-64, el hecho de que podrían ser exiliados de la tierra era una maldición que amenazaba contra ellos. Deuteronomio dice la maldición que vendría sobre ellos si no eran cuidadosos de cumplir todas las palabras de la ley. Deuteronomio 30 va a presumir que esto sucedería. No sólo era una posibilidad bajo ese pacto, era inevitable en que terminaran exiliados. Pero ves aquí se promete lo contrario. ¡Cuando Dios los traiga de vuelta a la tierra prometida nunca serían removidos otra vez!

Por lo tanto, aquí encontramos no sólo la promesa de una reunión de regreso a la tierra, pero vemos una descripción de cómo grandes y gloriosas cosas será para Israel una vez que son llevados de regreso. Hay realmente un número de otros pasajes proféticos en el Antiguo Testamento que hablan de lo mismo. Cuando se los juntan, obtienes un cuadro maravilloso, más completo, sobre esto que sucederá. Yo no puedo citarlas todas, pero quisiera resaltar unos cuantas que son claves para darnos más detalles sobre esta restauración de la promesa, una promesa hablada por tantos profetas. A partir incluso de Moisés, Deuteronomio 30 habla de esta restauración, que cuando Israel regresara a la tierra Dios los prosperará más que a sus padres, una vez que Él los traiga de nuevo a la tierra. Dios también dice que va a solucionar el problema del pecado entonces circuncidando sus corazones. También vemos esta restauración prometida en Isaías 9, que habla del Mesías Davídico estableciendo un gran reino que estará lleno de justicia y paz, un reino que no tendrá fin. En Miqueas 4, también habla de la restauración y también describe cómo de alguna manera los gentiles serán incluidos en esto. En Miqueas 5, nos escuchamos de cómo esta restauración se llevará a cabo por el Mesías Davídico que va a ser un pastor para el pueblo. En Jeremías 31, esta restauración habla acerca del contexto de cómo Dios establecerá un nuevo pacto, uno en que la gente no será capaz de romper. Esta restauración incluye escribir la ley en los corazones de la gente, por lo que todos conocerán esto. Se dice que también incluirá Dios perdonar los pecados del pueblo. Ezequiel 36 habla de esta restauración que involucrará el lavando de los pecados del pueblo a través de la aspersión de agua sobre ellos; y cómo Dios los regenerará por el Espíritu, dándoles nuevos corazones.

Podría seguir. Hay muchos otros pasajes proféticos que podríamos mencionar. Cuando me escuchas leer algunos de esos, espero que oigas elementos de Cristo y del evangelio en ellas. Deberías, porque eso es de lo que en última instancia hablan. Que encuentran su cumplimiento en Jesucristo y el nuevo pacto. Es como lo que Pablo dice en 2 Corintios 1:20, que todas las promesas de Dios son “Sí” en Cristo. Él trae el cumplimiento. Dicho esto, cuando escuchas elementos acerca de Israel ser traídos de nuevo a la tierra prometida, algunos cristianos han preguntado sobre esas profecías. ¿Cuándo y cómo estas promesas son cumplidas que hablan de Israel siendo traídos de vuelta a la tierra prometida, a un lugar que será incluso mejor que antes? Claramente no ocurrió, en términos de un cumplimiento terrenal, cuando Israel fue primero permitido ser reubicado en la tierra prometida por los persas, después de su cautiverio babilónico. Después de que regresaron, la tierra nunca fue tan próspera como era antes, ni nunca tenían un rey terrenal de la línea de David en el trono; de hecho en su mayor parte existieron como una nación ocupada por alguna autoridad gentil. Además, no mantuvieron la tierra indefinidamente. Recuerde cómo Jerusalén fue destruida en 70 D.C., por ejemplo. Así que, claramente, ese retorno inicial de la cautividad babilónica no fue el cumplimiento de todas estas profecías como en estos versos.

En cambio, estas profecías comenzaron a cumplirse en la primera venida de Cristo, y terminará su cumplimiento en Cristo en su segunda venida. Hemos de esperar que este es el caso porque el versículo 11 dice que esta restauración pasaría a través del Mesías Davídico – que es Jesús por supuesto. Jesús vino a anunciar la venida del reino. En su primera venida Él inauguró el reino. Él traerá la gloria consumada en su segunda venida. Hay maneras de que ya éstas profecías de restauración se están cumpliendo, especialmente en formas espirituales. Hay maneras que tendrán su último cumplimiento, incluso de manera física, cuando Cristo regrese y conduzca a la era por venir.

Por supuesto, aquí es que algunas personas objetan. Tengo en mente los dispensacionalistas. Quieren decir que este pasaje se refiere algo que no todavía ha pasado pero que pasará en el futuro. Piensan que esto habla de un futuro reino Milenial de Jesucristo en la tierra con los israelitas étnicos en la tierra prometida fuera en el Medio Oriente reconstruido con Israel y Jerusalén. Ahora, por un lado, cuando vemos en este pasaje y otros que he citado, se puede apreciar porque un dispensacionalista querría pensar eso. Están tratando de ser “literales” con el texto, y habla de Israel volver a la tierra prometida. Por otra parte, habla sobre la restauración de la tierra prometida, he señalado cómo utiliza formas grandes y gloriosas para describirlo. Será algo mejor que lo que tenían antes bajo el antiguo pacto. Para ser justos, se usa un lenguaje que suena como cosas bajo el antiguo pacto, sin embargo, habla de maneras más grandiosas de que alguna vez fueron bajo el antiguo pacto.

Lo que trato de decir es que estos pasajes proféticos sobre la restauración hacen uso el lenguaje del viejo pacto para hablar de algo mucho mejor en el nuevo pacto. Esto se refiere a veces como idioma profético. Lo que significa es que los profetas tomarían los conceptos que la gente estaría familiarizada con tratar de describir algo mucho mejor en el nuevo pacto. Así, ellos pueden hablar la gente siendo traídas a la tierra prometida y nunca mas perderla otra vez, pero se cumplirá por algo mayor. Se cumplirá cuando Jesús regrese y haga nuevos cielos y una tierra nueva y traiga una nueva Jerusalén del cielo. Luego Él establecerá su pueblo, tu, yo y cada cristiano, en esa Nueva Jerusalén después del retorno de Cristo. Es donde estaremos para siempre, y nunca seremos arrancados de allí, por toda la eternidad.

Una vez más, los dispensacionalistas creen que estamos siendo rápidos y flojos con el texto cuando lo interpretamos de esta manera. Sin embargo, es lo que vemos en pasajes como Hebreos 11, donde incluso los santos del Antiguo Testamento sabían que la primera tierra prometida sólo esperaban una mejor tierra celestial por venir. Y para responder a la afirmación de que no estamos siendo literales, bueno, para un oráculo profético utilizar lenguaje de pacto antiguo en grandiosas formas de describir mejor nuevas realidades de convenio no es más allá del uso del lenguaje literal. Piensa en cómo hacemos lo mismo hoy. Cuando ocurren grandes saltos en la tecnología, tendemos a describir lo mejor nuevo en terminología de la tecnología más antigua. Nos ayuda a conectar y comprender y se refieren a lo nuevo, lo mejor. Por ejemplo, con los carros, hablamos de la potencia de su motor en términos de caballos de fuerza. El motor de mi carro supuestamente tiene 148 caballos de fuerza, pero comprobé, no pude encontrar un solo caballo dentro. O tomemos computadoras. Cuando salió el Windows, se llama las computadoras de mesa. Pero no es un escritorio físico, pero es algo parecido a el. Lo mismo con el programa de computadora llamado “libro de notas”. No es un libro de notas físico, pero es otro equivalente de la próxima generación. El sitio web de Facebook lleva el nombre de los directorios impresos universitarios que fueron nombrados facebooks. O como guardar iconos de computadoras; generalmente se utiliza un icono disco para representar la acción segura, lo que es irónico porque los discos han sido obsoletos. Ojalá veas mi punto. Incluso hoy en día, utilizamos un lenguaje para referirse a algo nuevo, mejores cosas. Los profetas lo hicieron en sus oráculos, usando viejas ideas del pacto para enseñar acerca de lo que vendría en la nueva alianza.

Entonces, esto es lo que vemos confirmado en el Nuevo Testamento. Vemos el Nuevo Testamento citando a estos profetas del Antiguo Testamento y ver cómo ellos interpretan como comenzando a cumplirse con la llegada de Jesucristo. También vemos como ellos miran adelante a un gran cumplimiento cuando Cristo venga otra vez y acomodando la era venidera. Llamamos a esto en términos de lujo, escatología. Darse cuenta de la escatología. Escatología es el estudio de las cosas pasadas. Se refiere a los finales del tiempo. El final ha sido semi realizado; ya está aquí, pero no todavía. Estas profecías se ven al final de todas las cosas cuando Dios llevará a un nuevo y glorioso reino en el Mesías, un reino que no tendrá fin, en una tierra gloriosa y herencia que durará por la eternidad. Este pasaje y otros como éste han sido ya semi realizados . En parte, se cumplieron. En parte, miran al futuro por venir.

Por lo tanto, pensemos en cómo ya vemos el cumplimiento. Miramos en los versos 11-12 la semana pasada, y vimos como dijo Santiago en hechos 15 cumpliéndose durante sus día. Jesús había venido, y fue cuando el tabernáculo de David se reconstruye. Israelitas dispersos fueron recogidos mientras que al mismo tiempo gentiles se incluyeron en el reino de Cristo, como se ve en la iglesia. Versículos 11-12 tenían ya su cumplimiento. En cuanto a los versículos 13-15, podemos pensar en la Gran Comisión. Ya, el Mesías nos ha enviado en una misión para recoger a su pueblo disperso de todo las naciones. Esto incluye mediante la conversión de gentiles, pero también incluye por predicar el evangelio a las ovejas perdidas de Israel. Como traemos el evangelio a los israelitas étnicos y se conviertan y crean en Jesús, estamos participando ya en la reunión que se describe aquí. En cuanto a plantarlos en la tierra, démonos cuenta incluso un componente de “ya” a eso también. En términos de la tierra, recuerde que una y otra vez el Antiguo Testamento hace referencia a la tierra como herencia de Dios a su pueblo. Es lo que es la sustancia de la tierra; es una herencia de Dios. Bien, 1 Pedro 1:4 dice que la herencia que tenemos ahora es mejor que la herencia de la antigua alianza. Es algo imperecedero y actualmente guardado en el cielo para nosotros. Es nuestro ahora, ya, aunque actualmente es salvaguardado en el cielo.

Y luego pensar en el fruto que se describe en estos versos de Amós y el cumplimiento que tenemos hoy. Hay mucho fruto y recompensa que como cristianos ya experimentamos en el nuevo pacto en esta edad presente. La parábola del sembrador habló de la fecundidad que los verdaderos creyentes tienen, a treintava a sesenta, y a cien. Gálatas 5:22 habla del fruto del espíritu que los creyentes tienen aquí y ahora. Y la fecundidad en Amós es un ejemplo de la bienaventuranza total mayor que es profetizado en otros pasajes acerca de la restauración. Así, vemos por ejemplo que empieza en Efesios 1:3 que los cristianos ya tenemos toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo Jesús.

Así, podemos ver gran parte de esta promesa reuniendo y sembrando y la prosperidad que ha comenzado ya en el nuevo pacto con la primera venida de Cristo. Pero también podemos ver que el más grande cumplimiento no ocurrirá hasta que Cristo venga otra vez. Es el clímax final de nuestra esperanza. Hebreos 9:28 habla de cómo los cristianos son aquellos que están esperando para que Cristo venga y nos traiga nuestra salvación. A pesar de que ya nos llamamos salvos, hay algo que todavía los cristianos esperamos en cuanto a la salvación. Gálatas 1:4 habla de los términos en que Jesús nos rescatará del presente siglo malo. Del mismo modo, 1 Timoteo 6:19 dice que el cristiano ahora está acumulando tesoros para la era venidera, para que ellos puedan tener vida verdadera. Esto obviamente muestra que estas profecías como aquí en Amós, en definitiva, miran más allá de cualquier tipo de realización terrenal en esta era. Encuentran su verdadero cumplimiento en la era venidera. Como Jesús promete a sus discípulos en Marcos 10:30 que los cristianos en esta vida incluso recibirán bendiciones físicas, sin embargo, en esta era Él dice que esas bendiciones vendrán con persecuciones. Jesús entonces les señala la era por venir. Cuando estas profecías sobre la restauración lleguen a su plena realización. Por ejemplo, vemos la realización de su reunión en Mateo 24:30, cuando Él vuelva en las nubes, al sonido de trompeta y luego recoger a sus elegidos de las cuatro esquinas de la tierra. Él entonces nos llevará en una nueva creación.

Por lo tanto, en estas profecías de restauración esperamos a los nuevos cielos y la tierra nueva con esa nueva Jerusalén bajando del cielo. Si ésto se cumplen de otra manera, entonces no hay cumplimiento. ¡Pero cuando nos demos cuenta de que es entonces cuando se cumplan en última instancia, vemos cómo literalmente este cumplimiento es! Cuando la era venidera venga, es cuando las palabras de Apocalipsis 11:15 será dada a conocer, diciendo, ¡los reinos de este mundo se han convertido en los reinos de nuestro Señor y de su Cristo, y Él reinará por siempre! Es el cumplimiento de las profecías mesiánicas y de reino unido a estos pasajes de la restauración. Apocalipsis 21-22, nos da una maravillosa imagen de la época por venir. 21:4, “y Dios enjugará toda lágrima de sus ojos; no habrá más muerte, ni tristeza, ni llanto. No habrá más dolor, porque las primeras cosas pasaron.” En cuanto a la abundancia de cosecha predicha en este pasaje de Amós, recuerde lo que dice Apocalipsis 22:2 dice, que será en la era venidera, el río de la vida, con el árbol de la vida, que dará doce frutos, que darán su fruto cada mes , y sus hojas serán para nuestra sanación. Y allí se encuentran incluso los gentiles que han sido incluidos en el Apocalipsis. Apocalipsis 21:24, hablando de la nueva Jerusalén, dice: “y las naciones de aquellos que son salvos caminarán en su luz, y los reyes de la tierra traerán su gloria y honor a ella.”

Espero que veas mi punto. Este paso de restauración en Amós ha comenzado a cumplirse con Jesús en su primera venida. Él vino a traer un pueblo restaurado pero un mejor reino Davídico y llama a la gente a ser parte de ella siendo bautizados en su nombre y convertirse en un discípulo en su iglesia. Entonces llegamos a participar en el encuentro continuo de sus ovejas perdidas en su reino, aquí y ahora. Y un día volverá a traer todas estas promesas a su máximo potencial cuando Él haga nuevas todas las cosas y establezca su reino glorioso, un nuevo paraíso terrenal para el tiempo en la eternidad.

Esta es la esperanza cristiana. Amós entrega esperanza a aquellos que serían el remanente de Israel. Y esta esperanza ahora llega incluso a los gentiles que han sido incluidos en esta esperanza por medio de Jesucristo. Hemos sido injertados en esta esperanza. Nos podamos regocijar en esta esperanza y vivir a la luz de esto. Sabes, este libro lleno de juicio, termina con esperanza. Y sobre todo ver esa esperanza en la última palabra en el libro. La última palabra se traduce con dos palabras en español. Tu Dios. Esa es la promesa en toda la Biblia. Dios ha deseado tener un pueblo especial para sí mismo. Que Él sería su Dios y ellos serían su pueblo. Eso es siempre todo cada vez que Israel estuvo bajo el antiguo pacto. Pero debido a la lucha del hombre con el pecado, necesitábamos un Salvador para que al final nos demos cuenta de nuestro pecado. Y eso es lo que la era venidera será. Apocalipsis 21:3, “He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y Él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios .” La última palabra dada en Amós en un libro de tan malas noticias es esta buena noticia que Dios aún tiene un plan para su pueblo, que Él sería su Dios. Y eso es lo que es nuestra relación con Dios en Cristo. Él es nuestro Dios.

Me encanta cómo este pasaje dice que llegaremos. Es la obra de Dios que se destaca aquí. No resalta el trabajo del hombre. Verso 14, Dios dice, “Yo los restauraré”. Versículo 15, Dios dice, “ los plantaré en la tierra que les he dado”. Es iniciativa de Dios y su trabajo que hace posible nuestra salvación. ¡Estas últimas palabras eran buenas noticias entonces y todavía buenas noticias hoy! Vivamos a la luz de esta esperanza del evangelio de salvación de Dios aún ahora. Amén.

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