Sermón predicado en Hebreos 1:5-14 por el Reverendo W. Reid Hankins durante el servicio de adoración por la mañana en la Iglesia Presbiteriana de la Trinidad en 3/25/2018 en Novato, CA.
Sermón
Traducido por el Diácono Diego Merino
Hebreos 1:5-14
03/25/18
“A cuál de los ángeles ha dicho Dios tales cosas”
Si recuerdan el camino de Emaús en Lucas 24, recuerdas cómo dice que Jesús tuvo que reprender a algunos discípulos porque no entendieron cómo el Antiguo Testamento en las Escrituras habló del Mesías. Jesús dice que estas Escrituras hablaba de cómo el Mesías tendría que sufrir primero y luego entrar en la gloria. Claramente Jesús tuvo especialmente en mente el sufrimiento en la cruz y la gloria que comenzó con la resurrección. Bueno, si eres como yo, tu has leído frecuentemente sobre esa conversación en el camino a Emaús y deseado haber estado allí. Porque dice cómo Jesús los encaminó a través de todas las Escrituras que hablaban sobre el Cristo y sus sufrimientos y glorias subsecuentes. Cuán glorioso hubiera sido ser capaces de caminar a través de las Escrituras de esa manera y ver señalando a Cristo. Bien, no te puedo llevar de regreso en el tiempo al camino de Emaús. Pero si te puedo llevar a este glorioso pasaje en Hebreos 1:5-14. Aquí tenemos una letanía de citas del Antiguo Testamento, uno tras otro, principalmente Salmos, donde Hebreos nos habla de Jesucristo.
Y les recuerdo del contexto de la última vez. Vimos en los primera versos una vista de Jesús y su ministerio. Jesús vino como el Hijo eterno de Dios, quien hizo todas las cosas en este mundo para sufrir y morir por nuestros pecados. Sin embargo, resucitó y ascendió a lo alto y está sentado a la diestra de Dios Padre en toda gloria y autoridad. La última vez hemos reconocido en los versículos de apertura que nos presentaron tanto la divinidad de Jesús, pero también su humanidad. Nos dimos cuenta que los pasajes que hablan de Jesús obteniendo un mejor nombre que los ángeles hablaron en que Él obtuvo sus logros mesiánicos. En cuanto a la divinidad de Jesús, siempre poseyó toda la gloria y autoridad y el mayor nombre. Pero cuando el Hijo de Dios se hizo hombre, Él vino como el Mesías en la línea de David. En su humana misión mesiánica, logra nuestra salvación y luego fue exaltado como el Mesías en el lugar más alto. Esto es realmente importante recordar hoy, porque así como estudiamos los versículos 5-14, ese es el contexto primario. Hace mención en el versículo 4 hablando sobre el Mesías exaltado. Por lo tanto, los versos de hoy no se centrará hoy mucho en su gloria eterna de lo que siempre ha tenido como el Hijo de Dios pre encarnado, aunque habrá referencia a eso. Por el contrario, se centrará en la gloria de Cristo como el Mesías encarnado que fue exaltado a un lugar de toda autoridad. Esta exaltación vino cuando completó su misión de redimir a un pueblo para sí mismo a través de la cruz.
Entonces, el pasaje de hoy se elabora en la declaración del versículo 4, que el Cristo es mucho mejor que los ángeles ahora en su exaltación mesiánica. Ese es nuestro tema para hoy. Jesús, el Mesías exaltado, es superior a los ángeles. Comencemos entonces por pensar en los ángeles. Aprendemos un poco acerca de los ángeles aquí que son útiles para pensar en comparación con Cristo. Debemos comenzar con una asunción aquí. Los ángeles son bastante impresionantes. Son poderosos y majestuosos. Decir que Cristo es exaltado muy por encima de ellos es toda una declaración. En contexto, vemos por que incluso se mencionan aquí. Es respecto a la revelación. Los versos de apertura hablaban de cómo en el pasado, Dios había revelado su plan de salvación a través de los profetas. Pero como vemos en el comienzo del próximo capítulo, en 2:2, que la revelación antigua llegó también a través de ángeles. En esos días pasados, Dios dio la revelación a través de ambos ángeles y profetas, y a veces los ángeles entregaron el mensaje a los profetas. En cambio, vimos la semana pasada, Jesús era un portador superior de revelación que los profetas o ángeles. Y aún cuando pensamos en ángeles versus profetas, inherentemente pensamos en una cierta gloria celestial asociada con los ángeles que no pensamos o cuando pensamos en profetas humanos. Salmo 8:5 reconoce incluso eso; que en comparación con los ángeles, hay un sentido en el que los seres humanos son inferiores a ellos. El Salmo 8:5 incluso que se hace referencia en el siguiente capítulo, 2:9, con respecto a Jesús. Allí habla de la encarnación y su sufrimiento mesiánico. En ese sentido, Jesús, como todos los seres humanos, fue hecho un poco menor que los ángeles. Eso por supuesto sólo demuestra lo que estamos diciendo hoy, que el pasaje de hoy habla de lo que sucedió después a Jesús. Que después de ser hecho un poco menor que los ángeles en su encarnación y sufrimiento, Él luego fue exaltado en gloria en las alturas después de eso. Más en eso cuando lleguemos al capítulo 2. Pero por ahora, quiero reconocer que los ángeles son gloriosos. Hay un cierto sentido que son más grandes y más exaltados que los seres humanos en general.
Hay dos versículos en nuestro pasaje para hoy que nos dicen un poco sobre el trabajo de los ángeles. El primero es el versículo 7. Esta es una de las siete citas hoy en el Antiguo Testamento que Hebreos utiliza para explicar cómo Jesús es superior a los ángeles. Pero empiezo con esto porque nos dice sobre el papel de los ángeles. Habla allí del Salmo 104:4 acerca de los ángeles siendo ministros de Dios. Sirven a Dios como sus mensajeros. Se describen como espíritus, o posiblemente traducido como vientos. También se describen como una llama de fuego. El contexto original del Salmo 104 es alabando a Dios por su gloria sobre la creación; esto incluye a estos magníficos ángeles que Dios creó. Eso es parte de la gloria de Dios, que Él tiene mensajeros como estos: ¡estos ángeles de espíritu que se asemejan al viento y fuego que cumplen su orden!
El segundo verso sobre el papel de los ángeles aclara y califica esto. El versículo 14 dice que los ángeles son espíritus ministradores enviados por Dios para servir. Una vez más, vemos la idea de que no son sino siervos de Dios, aunque gloriosos espíritus que sirven a Dios. Aprendemos más sobre su servicio cuando vemos en el versículo 14 que son enviados a servir a aquellos que serán herederos de la salvación, ¡es decir, los elegidos! Por lo tanto, en este primer punto, he querido reconocer que los ángeles son siervos de Dios, asistiendo en su plan de salvación. Pero para aclarar, aunque los ángeles son siervos humildes en comparación con Dios, no son humildes en general. Son exaltados en muchos sentidos, que solo hace más impresionante pensar cómo Cristo ha sido exaltado más alto que ellos.
Entonces, echemos un vistazo a las seis citas del Antiguo Testamento aquí que hablan del Cristo exaltado. Por cierto, observo que generalmente se trata de citas de la Septuaginta, que es una antigua traducción griega del Antiguo Testamento Hebreo. Entonces, vamos en orden de las citas, comenzando en el versículo 5. Allí, del Salmo 2:7 dice que Dios le dice esto a Cristo, “Tú eres mi Hijo, yo te he engendrado hoy.” Ese es un Salmo clásico de David que habla de cómo las naciones se enfurecen contra el Señor y su Cristo, pero Dios se sienta a reírse de ellos desde el cielo. Esto es porque Dios ha puesto a su Cristo como rey sobre todo con poder y gloria. Y no sólo eso, pero Salmo 2 habla cómo Dios esencialmente aprueba al Cristo como su propio Hijo. Otra vez, para aclarar, Jesús en cuanto a su divinidad es el eternamente engendrado Hijo de Dios. Algunos han pensado que Salmo 2 habla de su origen divino eterno aquí, pero no parece la mejor interpretación dado el lenguaje de “hoy” que parece referirse a un punto específico en el tiempo. De hecho, Hechos 13:33 conecta el Salmo 2:7 con el tiempo de la resurrección de Jesús. Ese es el punto aquí en contexto también. El Mesías encarnado, después el sufrimiento en la cruz, se levantó en gloria y es otorgado el nombre del Hijo de Dios como el Rey Mesías. Este Hijo de David se convierte en Hijo de Dios en su estado exaltado mesiánico, habiendo completado su obra en la cruz. Como una analogía, en aquel entonces los emperadores romanos elegirían a sus sucesores al trono mediante la adopción como hijos. Desde que los emperadores se consideraban dioses, su sucesor se referiría entonces a sí mismos como el hijo de dios. Sin embargo, Jesús, Hijo de David, fue exaltado a Hijo de Dios en el sentido más verdadero y mejor. Él en su posición mesiánica es adoptado como el Hijo de Dios y ungido Rey sobre todo. Eso está en el Salmo 2. Salmo 2 encontró alguna aplicación inicial a otros hijos de David, pero nunca asumió su importancia completa hasta que Jesús vino.
La siguiente cita está también en el versículo 5. Es a partir de 2 Samuel 7:14, “Yo seré para Él un Padre y Él será para mí un Hijo”. Este es el capítulo en 2 Samuel donde Dios establece el Pacto Davídico con el rey David. Allí Dios prometió a David que uno de sus hijos edificaría una casa para Dios. Allí Dios prometió a David que esa descendencia sería rey sobre un reino eterno. Y allí, Dios le prometió a David que Él tendría a ese Hijo de David ser como su propio Hijo. Una vez más, esta es idea de adopción, que Dios adoptaría al Mesías Davídico. Date cuenta de lo que eso significa. De Dios a adoptar al Hijo de David, como su propio Hijo lo cambia todo. Entonces ya no estamos hablando de un reino Davídico, grandioso como podría ser. Entonces estamos hablando de un reino divino, un reino que viene no sólo en nombre del gran rey David, pero quien viene en el nombre del Dios Altísimo. Eso eleva este reino a la posición más alta y así eleva a este Rey para tener el nombre más alto en el cielo y en la tierra. El autor de Hebreos dice con razón que esta promesa del pacto Davídico se cumplió en Jesús. La gente podría haber pensado inicialmente se se cumplió en Salomón, pero claramente, esto no vino a su verdadero cumplimiento hasta que Jesús vino.
Y así, en las dos primeras citas, la pregunta que se hace en el versículo 5, “¿por cuál de los ángeles dijo Él estas cosas? La pregunta es retórica. Dios nunca otorgó a ningún ángel tal honor o gloria. Pasando luego a la siguiente cita, tenemos en el versículo 6 una frase de la canción de Moisés en Deuteronomio 32: 43, “Dejen a todos los ángeles de Dios que lo alaben.” (Por cierto, hay un número de referencias de la canción de Moisés en el Nuevo Testamento y buena evidencia de que era parte de la música de la iglesia primitiva que cantaban, pero estoy divagando). Ahora, dependiendo de la traducción de tu Biblia, pueda que no veas nada parecido a esta línea si miras Deuteronomio 32: 43. Yo menciono aquí que el autor cita de la Septuaginta y que tiene esta línea adicional acerca de los ángeles adorando. El último texto Hebreo Masorético que muchas traducciones inglesas modernas se basan no tiene esta línea. Dicho esto, los manuscritos de la Septuaginta son mucho mas antiguos que los textos del Hebreo Masorético. Y de hecho, el descubrimiento de los Rollos del Mar Muerto en la década de 1950 validó esta lectura de la Septuaginta. Allí, en la cueva 4, un fragmento en Hebreo de la canción de Moisés fue encontrado y esencialmente tuvo esta lectura sobre la adoración de los ángeles que fue preservado fielmente en la Septuaginta, así como aquí en Hebreos. ¡Alabado sea el Señor! Bueno, lo que realmente debería ser interesante aquí no es el problema de la transmisión del texto que acabo de mencionar. Lo realmente interesante es que en este lugar en la canción de Moisés, está hablando de los ángeles adorando a Dios. ¡Sin embargo, aquí se aplica a Jesús! Pero esto no es la primera vez ni la última vez que el Nuevo Testamento hace referencia a Dios en el Antiguo Testamento y las aplica a Jesús. A la luz de su naturaleza divina eterna esto fue ya afirmado en 1:3, sería conveniente que ángeles le adoren. Pero sobre todo en contexto, recordemos que el Mesías exaltado ascendió a los cielos y se sentó a la diestra de Dios en autoridad y poder. Así, a la luz de esa posición exaltada, sobre todo estas palabras de la canción de Moisés se aplican. Sobre todo llaman a ángeles y hombres a adorar a aquel que tiene el nombre que es sobre todo nombre. La exaltación de Cristo exige toda rodilla se doble y toda lengua lo confiese como Señor. Allí, por supuesto, aludo a Filipenses 2:9 que habla de Jesús exaltado después de la cruz. Y entonces Filipenses cita Isaías 45:23 que también está hablando de la adoración a Dios, y sin embargo Pablo también aplica el verso a Jesús. Lo mismo está sucediendo aquí en el versículo 6 con este Salmo de Moisés.
Lo próximo el Antiguo Testamento cita sobre el Cristo exaltado aquí en los versículos 8-9. Es una cita de Salmo 45:6-7. Curiosamente, ese Salmo es una canción que conmemora a una boda real y regocijándose en el rey y su trono. Pero el autor de Hebreos ve que a pesar de cualquier uso que podría haber tenido en cierto sentido antes de Cristo, ha encontrado su aplicación definitiva a Jesús. Cuando miras aquí el idioma que se cita del Salmo 45 no estamos sorprendidos al ver tal aplicación. No sólo hablan de un reino eterno de justicia pero miren el versículo 8. El versículo 8 ve al Rey referido como Dios. El versículo 9 sin duda aborda otra vez al Rey como Dios antes haciendo referencia a su Dios. En otras palabras, la gramática parece llamar al Rey Dios también toma nota de que el Rey tiene un Dios – otro gran indicio de la Trinidad en el Antiguo Testamento. Ahora, esto puede sonar sorprendente en pensar cómo un Salmo puede referirse a un rey humano como Dios. Sin embargo, les recuerdo que esto es exactamente lo que dice también en Isaías 9. Isaías 9 dice que el Rey Mesiánico que vendría sería llamado Admirable, Consejero, Dios Poderoso, Príncipe de Paz, teniendo un reino que no acabaría. Las palabras de Isaías cumplan muy bien con lo que dice este Salmo 45 del Mesías. Hebreos entonces observa con razón que esto nunca fue dicho a un ángel, que ellos son un Dios Rey sobre un reino eterno de justicia.
La próxima cita está en los versículos 10-12 y viene del Salmo 102:25-27. Estas palabras obviamente lo que Hebreos afirma en el versículo 2, que este Mesías es también aquel que existió antes de la encarnación, que es el responsable de crear el mundo. Estos versículos en el Salmo 102 parece otra vez un pasaje refiriendo a Dios que se está aplicando a Cristo. Esta cita del Salmo 102 comienza mirando hacia atrás a la creación pero luego mira en la eternidad para afirmar cómo Dios es eterno e inmutable. Esto es aplicado a Cristo. Mirando hacia atrás, reconoce que el Cristo existió antes de nacer en este mundo. Es como lo que Juan el Bautista dijo de Jesús en Juan 1:15, “El que viene después de mí, es antes de mi; porque era primero que yo.” Y mirando hacia adelante, la aplicación de esto es mas declarado en Hebreos 13:8, “Jesucristo es el mismo ayer, hoy y siempre.” La gloria que el Hijo tenía en la creación continúa ahora en la eternidad como el Mesías encarnado es establecido como Rey sobre un reino eterno.
La ultima cita del Antiguo Testamento aquí sobre el Cristo viene en el versículo 13. “Siéntate a Mi diestra hasta que ponga a Tus enemigos por estrado de Tus pies.” Esto es el Salmo 110: 1, un Salmo de David, de la cual se citan en Hebreos más adelante en este libro. Esto se ofrece como afirmación de la declaración en el versículo 3 de la ascensión de Jesús a la diestra de Dios. También eso fue predicho en las Escrituras. Podríamos recordar que Jesús también utilizó ese Salmo para retar a los judíos acerca de la naturaleza del Mesías que empieza con David escribiendo, “El SEÑOR dijo a mi Señor, siéntate a mi mano derecha.” En otras palabras, David se refiere a este Mesías que será exaltado a la diestra de Dios como su Señor. ¿Por qué David como padre se referiría a su propia descendencia como su Señor si ese descendiente fue meramente solo otro de sus propios descendientes? Apunta a Jesús y sin duda en Hebreos se trata de que el Mesías Davídico es mucho más que un hijo de David, ¡que incluso el rey David le llama Señor! En cuanto a la divinidad del Mesías, eso sería verdadero. Pero el Salmo 110 habla en términos de su exaltación como el Mesías que después de sus sufrimientos ha sido sentado en gloria a la diestra de Dios. Este es el mismo Salmo que se pondrá a hablar acerca de cómo este Rey Mesías es también Sacerdote eterno en el orden de Melquisedec. Hebreos y el Nuevo Testamento es claro otra vez en esto. Cualquiera que sea el uso inicial del Salmo 110 que puede haber terminado con David y su dinastía, lo completo sólo se realiza en Jesucristo.
Guau. Un maravilloso montaje de las Escrituras para mostrar que el Mesías exaltado es también el eterno Hijo de Dios. Otra vez, apunto a la cuestión planteada una segunda vez en el pasaje. Allí en el versículo 13. ¿A cuál de los ángeles ha dicho Dios tales cosas? La respuesta es a ninguno de ellos. Jesucristo es único. Jesucristo es superior a cualquiera de los ángeles. ¿Por qué es importante? En primer lugar, debido a la conclusión en el versículo 14. Estos ángeles responden al Rey Jesús, y por lo tanto sirven sus propósitos de salvación. Ellos responden al Señor Jesús que vino en estos últimos días para salvar a un pueblo para sí mismo. Estos ángeles han apoyado ese plan de salvación a través de los años. Entonces, el Señor supremo y sus siervos los ángeles, están trabajando para los fines de la salvación. Así como dice en el versículo 14, “para aquellos que serán herederos de la salvación”.
Puede que incluya a todos nosotros aquí hoy. Que cada uno de esos seamos quienes heredarán esta gloriosa de salvación que Cristo ha asegurado para sus escogidos. ¿Cómo se puede saber si eres uno que va a heredar esta salvación? Bueno, eso está comenzando en el capítulo 2. “Por lo tanto debemos de atender con más diligencia a las cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos.” Como esto dice, que debemos poner mas nuestra fe y esperanza y confianza en el evangelio de Jesucristo. El libro de Hebreos habla a las personas que estaban siendo tentadas por diferentes fuerzas externas para apartarlos de la fe. Pero este libro llama a la gente a resistir. Nos llama a permanecer firmes en la fe en Jesús. Mantengamonos en la fe hasta que heredemos nuestra salvación en el día grandioso de Cristo.
Entonces, iglesia Presbiteriana de la Trinidad, esa es mi aplicación para nosotros también. Se te ha presentado hoy con todas las razones del Antiguo Testamento para creer y confiar en Jesús. Pero el contexto dice que ha llegado una mejor revelación. Jesús mismo vino. Si todos aquellos pasajes del Antiguo Testamento fueron razón suficiente para creer en Jesús, Jesús mismo lo es más. Toda la luz del Nuevo Testamento también ahora se ha dado. Mucha más razón tenemos para creer y confiar en Jesús y ser salvos. Por otro lado, para aquellos que rechazan a Cristo, tu estás más que condenado si rechazas toda esta revelación que hemos recibido. No sean sorprendidos como el ladrón en la noche cuando Jesús venga. Confía en Él hoy. Y que todos podamos perseverar en esta fe y buscar su ayuda para aguantar en esa fe, así como vemos el día del retorno de Cristo acercarse. Amén.
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