Seguro de mejores cosas

Rev. W. Reid Hankins, M.Div.
Traducido por el Diácono Diego Merino.
Hebreos 6: 9-12
7/1/18

“Seguro de mejores cosas”

Cuando alguien lo felicita o alienta, es mucho más significativo si ellos tienen algo específico en mente en vez de esencialmente darle a usted algunos alientos morales infundados. El que nos alienta es porque está basado en una verdad, lo otro es esencialmente falsa lisonja. Bien, en el pasaje de hoy, el libro de Hebreos ofrece alguno aliento después de dar algunas palabras serias de advertencia. Esta sección cierra el pasaje que había comenzado en 5:11 para tratar en como la gente se habían hecho lentos en su crecimiento cristiano. El pasaje de la ultima semana trajo la preocupación de tal lentitud podría ser el precursor a la apostasía. Aún, aquí Hebreos termina esta preocupación cambiando el tono a un tono positivo. Si, lo original de esta carta da la apariencia de un crecimiento lento en su fe cristiana. Si, algunas veces puede dar como resultado a la apostasía. Cual sea el caso, el libro de Hebreos está seguro de mejores cosas para ellos. Este libro los complementa y alienta donde el autor cree que son verdaderamente salvos y que no van a apostatar. Y esto no es un complemento infundado. El autor tiene ejemplos específicos en mente de los frutos que acompaña aquellos quiénes son salvos. Él ha visto eso en ellos y él dice que Dios ha visto eso en ellos. Después de una palabra dura de disciplina por su lentitud, Hebreos los alienta de esa manera, así para que ellos tomaran esa disciplina en una forma positiva. Hebreos quiere que ellos tomen atención a la exhortación, dandole espalda a su lentitud, y perseguir renovada diligencia en sus vidas como cristianos. Este será nuestro tema a considerar entonces hoy.

Así, en nuestro primero punto, quiero que miremos los versos 9-10 y considerar estas “cosas que acompañan a la salvación.” Hebreos quiere reconocer los frutos que han sido observados en ellos. Esto debería observarse a la luz de los versos antes de esto, versos 8-9 que dio la analogía de la tierra que a veces trae buenas cosas y a veces malas cosas. Hebreos está diciendo que buenas cosas hasta ahora han venido de ellos, y así Hebreos está esperanzado que por esos medios ellos verdaderamente son salvos. El punto que da a conocer esto es que nuestra garantía de salvación viene en parte por análisis de los frutos o la falta de ellos en la vida de alguien. Por ejemplo, en Mateo 7, Jesús habló de como podemos saber de un verdadero profeta o de uno falso. Él dice que un bueno árbol produce bueno fruto y que un mal árbol produce mal fruto, y así nosotros conoceremos a la gente por su frutos. Por supuesto, necesitamos tener cuidado en la aplicación porque en el mismo pasaje Jesús dice que el lobos vendrán vestidos de ovejas. Así, a veces en un principio un lobo se podría parece a unas ovejas. No obstante, Jesús nos llama a examinar cuidadosamente los frutos. Este es algo que nuestra sesión necesita hacer, por ejemplo, siempre que nosotros entrevistamos miembros a unirse a la iglesia. Nosotros no podemos leer el corazón de alguien y saber si ellos verdaderamente creen en Jesús. Ni se nos a sido dado un copia de el libro de la vida para buscar el nombre de alguien y ver si ellos son verdaderamente o uno de los elegidos o no. Así, cuando nosotros recibimos nuevos miembros en el iglesia, nosotros tenemos que mirar una credibilidad de profesión de fe. Nosotros examinamos sus palabras en conjunción con el fruto demostrado en sus vidas para ver si la profesión de fe parece creíble. Es lo que Hebreos está diciendo a la audiencia original aquí. Que mirando el fruto de la vida de los cristianos que vienen de ellos, Hebreos está seguro que ellos han demostrado tener signos que apuntarían a su elección y salvación.

El autor de Hebreos toma un paso más allá a decir que no sólo el reconocer este fruto que viene de ellos, pero Dios también ve esto. Esto es verso 10, “Para Dios no es injusto en olvidar tu trabajo y tu labor de amor que habéis demostrado hacia Su nombre.” Déjeme decir esto inmediatamente que esto no es acerca de la doctrina de justificación. Desgraciadamente, eso es como los católicos romanos toman el verso 10, la justificación de uno, su estado legal ante Dios, es basado sobre Dios haciendo evaluación de si o no hemos vivido una vida justa. Pero eso contradijera también muchas otros pasajes específicos acerca de la justificación que nos dice que nuestra justificación es no acerca de nuestras obras pero acerca de la gracia de Dios recibida por la fe. Y así, verso 10 es seguramente un declaración relacionada a nuestra santificación y no nuestra justificación.

Déjeme aclarar. Cuando nosotros hablamos de nuestra justificación, estamos tratando con nuestra posición ante Dios y como se relaciona a nuestro destino eterno. Aquellos que son justificados por Dios irán al cielo, aquellos que no irán al infierno. En términos de justificación, Dios trata con nosotros como un juez. Cuando confiamos en fe en Jesús, Dios en realidad olvida todo nuestros pecados. Él no recuerda todas nuestras faltas. Él se recuerda de todas las justicias de Cristo y las imputa a nosotros. En términos de nuestra justificación, nuestras propias obras no sirven en lo absoluto. Así, verso 10 no puede ser acerca de nuestra justificación. Sin embargo, en términos de nuestro santificación, Dios considera nuestras obras. En nuestra santificación, Dios no trata con nosotros como un juez pero si como nuestro Padre. Como nuestro Padre, Él se recuerda lo qué nosotros hacemos o no hacemos. En nuestro santificación, Dios se recuerda de nuestros pecados, y a cambio nos corrige con amor – nunca hacia el infierno, pero para nuestro bien y nuestro crecimiento. Hebreos 12 hablará específicamente de este idea de Dios corrigiéndonos como un Padre. También, en nuestra santificación, Dios se recuerda de nuestras buenas obras – obras que vienen como un resultado de su gracia creciente en nosotros. Dios recuerda aquellas buenas obras y nos elogia y recompensa por ellas, así como nos anima a hacer más de ellas. Ves, cuando nosotros hablamos acerca de nuestra santificación ser una cosa buena, esto es de como Dios trabaja nuestra santificación en nosotros. Esto es como cualquier padre terrenal haría con sus niños. Cuando ellos hacen algo mal, ellos castigan a sus niños, y cuando ellos hacer algo correcto ellos elogian a sus niños. Eso es una importante parte de como un niño aprende obediencia. Seguramente, eso es lo que el verso 10 está hablando acerca de como nosotros leemos esto como parte del mayor contexto. Es acerca de Dios encomendándoles a través del libro de Hebreos por sus buenas obras anteriores. Es así como ellos conocerán a Dios diciendo esas son buenas cosas para mantenerse en ellas.

Y así, vemos como aquellas cosas buenas que ellos han hecho son definidas aquí en verso 10. Dos formas complementarias de estas buenas obras son descritas. Al fin del verso 10 son obras que ministran a los santos. La palabra “ministro” aquí proviene de la misma raíz griega que obtenemos la palabra para “diácono”. La raíz griega es uno a servir. Así, han estado sirviendo a los santos. Después en 10: 26 al 32 aprendemos más acerca de esto, cuando Hebreos recuenta como habían hecho cosas como identificarse con cristianos quiénes fueron perseguidos, ayudándoles materialmente en su persecución, e incluso ellos mismos alegremente aceptando también la persecución. Pero entonces note en el verso 10 de otra manera sus buenos hechos son definidos. ¡Son frutos mostrados en el nombre de Dios! Y es así como han servido los santos estando equiparados para servir a Dios. Eso es por supuesto similar a lo qué Jesús dijo en Mateo 25:40, que “en cuanto lo hiciste a uno de estos mis hermanos mas pequeños , a mi lo hiciste.” Esto por supuesto es porqué estos hechos pueden ser frutos que acompañan a la salvación. Verdaderamente buenas obras no son solamente cosas externas buenas, pero haciéndolas para la gloria de Dios es buscar obedecerle.

Así entonces, en este punto hemos visto como las buenas obras puede ser prueba de alguien verdaderamente nacido de Dios. Vamos ahora a nuestro segundo punto para ver el llamado para ellos y nosotros a mantener diligentemente esforzándonos a hacer tales cosas, para la meta de crecer en nuestra garantía de nuestra salvación. Veremos esto en el verso 11 y en la primera parte del verso 12. Nota que en el verso 10 él habló acerca de como sirvieron a los santos en el pasado, pero también descrito como algo hecho en el presente. Dicho esto, basado en el contexto, probablemente su actual celo en servir a Dios han mostrado signos de declinar. Pero entonces en el verso 11, Hebreos los llama a renovar con diligencia en esta área de servicio piadoso hacia el Señor. El verso 11 se hace particular, y dice que él quiere esto para todos y cada uno de ellos. Ellos debieron recordar qué lo hicieron en el pasado y comprometerse ha hacerlo más. La frase adverbial “hasta el fin” al verso 11 seguramente incluye el llamado para tal diligencia. Lo qué ellos hicieron en el pasado e incluso haciéndolo en el presente, ellos necesitaban mostrar diligentemente vida piadosa todo el camino hasta el fin.

¿Por qué? Así ellos llegarían a tener “la aseguranza plena de esperanza.” O como la NVI pone esto, en orden a hacer su “esperanza segura.” En otras palabras, vemos aquí como el fruto piadoso puede relacionarse a la garantía personal de salvación. El autor de Hebreos había dicho que cuando él vio los frutos le dio aliento a él de que ellos eran verdaderamente salvos. Pero aquí él habla de como la continuidad en tales frutos piadosos ayuda a dales garantía de su fe y esperanza también. Esto es similar a lo que vemos en 1 Juan, que podemos tener confianza de nuestra salvación por observación de nuestro amor mostrado el uno al otro. En el centro, es lo que vemos a Pedro hacer el llamado a los cristianos a hacer en 2 Pedro 1:10, “Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás .” La idea es que tu puedas crecer en tu garantía si tu puedes reconocer a Dios trabajando a través del fruto piadoso que ha comenzado a venir. Esto va en el hecho de lo que dijimos la última vez, que cuando primero llegas a ser un cristiano tu no comienzas con un conocimiento innato de que tu eres un elegido. Más bien, somos llamados a buscar eso, a hacer nuestra vocación una elección segura. Parte de esa búsqueda es luchar por ese crecimiento en devoción y cuando viene tu reconoces que tal fruto piadoso vino porque Dios ha trabajado verdaderamente dentro de tu corazón. En una nota aparte, vemos aquí en este pasaje el común tripartito de fe, esperanza, y amor. Sólo aquellos verdaderamente nacidos de Dios tendrán la fe real, esperanza, y amor descrito aquí en el libro de Hebreos. Es por eso que como nosotros usamos los medios de la gracia para cultivar esta fe, esperanza, y amor en nuestro vidas, debemos tener confianza y garantía de nuestra salvación cuando nosotros reconocemos estas tres cosas viniendo de nosotros.

Note el corazón pastoral aquí en verso 10. El autor dice este es su deseo para cada uno de ellos. Es común para el pastor a veces tener que aconsejar a cristianos que están verdaderamente luchando con dudas sobre su salvación. Ningún pastor quiere eso para su rebaño. Ellos desean que cada creyente tenga una garantía vibrante de su fe. Vemos ese deseo pastoral aquí también en verso 10. El mismo deseo se aplica a nosotros también. Esto es algo que queremos para cada persona en nuestra iglesia. Queremos que cada uno de nosotros tengamos una abundante garantía de que Dios ha comenzado verdaderamente un buen trabajo en nosotros y que Dios seguramente llevará ese trabajo a finalización. Y así, que maravilloso ejemplo de la relación de la soberanía Dios y la responsabilidad del hombre aquí. Somos llamados a la diligencia en hacer buenas obras. Tenemos que buscar en crecer haciendo buenas obras. Pero cuando lo hacemos, debemos verlo como prueba del trabajo de Dios, de la gracia de Dios en nuestra vida. En turno, nuestros corazones deberían ser alentados.

En una manera similar, también vemos la necesidad de paciencia aquí. Las referencias del verso 12 como nuestra fe también necesita paciencia. Diligencia y paciencia van juntos aquí. Hebreos había mencionado que tal diligencia significa que ellos necesitan mantenerse haciendo lo que ellos han hecho en el pasado, y tener esa diligencia en curso, hasta el fin. Eso significa que nosotros necesitaremos paciencia para seguir viviendo para el Señor hasta que ese final finalmente venga. Una analogía que viene a la mente aquí es una mochila de viaje, o quizás solamente una larga caminata. A menudo cuando primero comienzas en una larga caminata, puedes ver tu llegada a la distancia. Podrías en un principio estar impresionado cuan lejos te parece. Podrías decir, ¡“guau!. ¡Vamos a ir todo el camino!” La gran distancia puede ser intimidatoria, y el viaje en sí arduo. Pero por supuesto, no hay prisa en apurarnos para llegar a nuestro destino. Tu tienes que tener ambos diligencia y paciencia, tomando un paso después del otro hasta que tu finalmente alcanzas tu destino. La vida cristiana es mucho mas que eso. Es por eso que el verso 12 de nuevo habla contra la lentitud espiritual. Necesitamos en lugar el ejercicio diario de la diligencia y paciencia hasta el final.

Nuestro pasaje termina con una sugestión final practica para esto. Esto nos da una ayuda practica contra la lentitud. Estamos para imitar la fe y resistencia de otros santos. Seguramente, Hebreos especialmente tiene en mente aquí a esos santos victoriosos que terminaron con éxito antes de nosotros. En contexto, él inmediatamente se vuelve a mencionar uno – Abraham. Abraham necesitó fe diligente y fe paciente en la promesa que Dios le dio en su hijo. Cuando lleguemos a Hebreos 11, él nos dará muchos mas ejemplos de tales santos de la antigüedad que perseveraron en la fe y esperanza, incluso ellos tuvieron la paciencia de esperar las promesas de Dios. Ellos sirvieron como testigos para nosotros, a llamarnos a tener paciencia en nuestra fe.

Ciertamente, podamos recordar a todos muchos aquellos santos en la Biblia. Su ejemplo es uno a imitar. También podemos recordar aquellos santos piadosos quién más recientemente se han ido de nosotros. Más recientemente gente como RC Sproul y Billy Graham quién diligentemente sirvieron a Dios por muchas décadas y que ahora finalmente se han ido con el Señor. Busquemos imitar su diligencia y paciencia en fe también. Es una interesante pero repetida exhortación de la Escritura que podamos y deberíamos intentar imitar el ejemplo de otros santos piadosos. Por ejemplo, en 1 Corintios 11: 1 Pablo nos llama a imitarlo. Aún, allí él menciona en el contexto de él esforzándose a imitar a Cristo. Ese es nuestro último modelo a seguir. Aún, podamos y deberíamos buscar rasgos encomiables en otros santos y mirar a seguirlos. Seguramente, el Señor sabe que podamos aprender por ejemplo. En una nota aparte, no soy un admirador de ese estilo de predicación conocido como ejemplarista que principalmente reduce los pasajes de la Biblia a sólo casos de estudios de diferentes rasgos morales en varios personajes bíblicos. Aún, hay ciertamente lecciones que podemos aprender de los ejemplos de los santos en la Escritura y que debemos mirar a hacerlo así. El punto en este pasaje es que tales ejemplos positivos puede ayúdanos en nuestro crecimiento en resistir en la fe.

Y así, amo la manera en que este pasaje se conecta estrechamente con nuestros actos piadosos de amor con nuestra fe en las promesas de Dios, particularmente de nuestra salvación en Jesús. Este pasaje comenzó trayendo nuestra atención a los actos piadosos de amor hacia el santos, pero termina señalando a el fe de los santos de la antigüedad. Estas cosas están íntimamente conectadas en el libro de Hebreos. Esto nos ayuda a ver que no habla acerca de nuestras obras de una manera ser la base para nuestra salvación. Más bien, esto habla de como estas obras es un reflexión de nuestra fe. Vamos a ver esto por ejemplo en Hebreos 11, que las obras mencionadas por cada uno de los santos de la antigüedad muestran como su fe fue expresada. Así como con Abraham en Hebreos 11:17, dice que él estuvo dispuesto a ofrendar a Isaac porque él tuvo fe de que Dios lo levantaría de los muertos, desde que Dios había prometido edificar una gran nación a través de Isaac. La ofrenda de Abraham de Isaac mostró que él tuvo una fe viva. Y así, como concluimos el mensaje de hoy que en última instancia ha sido acerca de nuestro crecimiento y garantía, quiero recalcar la misma cosa así como miramos a nuestras obras piadosas para ayudarnos en nuestra garantía. Nosotros no miramos a aquellas obras como si debamos estar más seguros de solo eso – como si nuestras obras en sí mismas contribuyen a nuestra salvación. Más bien, nuestra examinación de estas buenas obras en nuestras vidas debería ser a ver como las obras que hacemos expresan una real, auténtica fe en Cristo y el evangelio.

Utilizando la audiencia original de Hebreos como un ejemplo a seguir por nosotros, esto es también lo qué vemos. He mencionado el hecho que cuando vemos el libro de Hebreos menciona sus buenas obras a los otro santos, lo explica aquellos más en el capítulo 10. Bien, allí en capítulo 10 está claro de sus buenas obras fueron una expresión de su fe. Escucha a Hebreos 10:34. Dice de sus buenas obras, “Porque de los presos también os compadecisteis, y el despojo de nuestros vienes sufristeis con gozo, sabiendo que tenéis en vosotros una mejor y perdurable herencia en los cielos.” Y así allí su disposición a sacrificar sus posesiones terrenales para el bien de Cristo fue porque en su fe sabían que tenían mejores posesiones salvaguardadas en el cielo. Seguramente, este es el punto en todo esto. Podamos y deberíamos mirar nuestras obras para crecer en nuestra garantía, pero no por el bien de las obras en y en sí mismas. Pero por el bien que podamos ver como las obras que hacemos para Cristo son una expresión de la fe que tenemos en Jesús y el evangelio. Tal examinación es para animar nuestra fe, que tendremos un gran sentido de garantía de esperanza, incluso aquí y ahora. Esto cosechará inmediatos beneficios así como tu vives para Cristo en esta vida, que tu tendrás mayor gozo y paz de conciencia como tu garantía de esperanza es fortalecida. Este es el deseo pastoral encontrado aquí en Hebreos. ¡Es mi deseo como tu pastor también, que tu crezcas en gozo y gran garantía!

En conclusión, hermanos y hermanas, apunto de regreso al verso 9 para decir hay un tiempo y un lugar incluso para el elegido para escuchar palabras fuertes de advertencia de la Escritura. Nuestro pasaje comenzó después de muchos versos de fuerte advertencia con las reconfortantes palabras en verso 9 que él estuvo seguro de mejor cosas para ellos, cosas que acompañan la salvación. Pero entonces él dijo, “aunque nosotros hablamos en esta manera.” Aunque nosotros hablamos en esta manera – incluso aunque él dijo tales fuertes palabras de advertencia, él estuvo aún seguro de la elección de ellos. El elegido necesita la exhortación de la Escritura. El elegido luchará algunas veces con pecados como la lentitud en nuestra fe – y así una fuerte exhortación es necesaria en tales tiempos. Somos calvinistas, no calvinistas fanáticos, y así el solución para una persona elegida siendo lenta en su fe incluye una fuerte exhortación de Dios por su Palabra. Y como aquellas exhortaciones dan fruto, nos deja verlo como una bendición de corrección divina. Que Dios use su Palabra, especialmente la predicación de la Palabra, para traer su propósito para el elegido – incluso la perseverancia de su fe. Pueda el aliento de hoy traer mayor garantía – no sólo de la seguridad de nuestra propia fe personal en Cristo, pero en la fe segura a Dios y fidelidad hacia nosotros. Él nos ha prometido una celestial, eterna herencia en Cristo. Esa esperanza es segura y firme. Esa esperanza es esperanza bíblica. Esa esperanza está incluso más cerca ahora que cuando nosotros primero creímos. Amén.

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