Con Respecto al Cesacionismo: El Don de Lenguas y Profecía

Reverendo W. Reid Hankins, M. Div.
Traducido por el Diácono Diego Merino.
1 Corintios 14
3/4/18

Con Respecto al Cesacionismo: El Don de Lenguas y Profecía.

Hoy completamos una miniserie de tres-sermones defendiendo la doctrina bíblica del cesacionismo. Cesacionismo es la doctrina donde los dones espirituales extraordinarios como lenguas, profecías, sanidades cesaron con el cierre de la era apostólica. En nuestro primer sermón hablamos sobre el propósito por qué ciertas personas estaban dotadas para realizar milagros y vimos que esto confirmó la validez de la revelación divina que estaba siendo recibida y entregada. En el sermón de la semana pasada, discutimos el papel fundacional de apóstoles y profetas del nuevo testamento y como ahora las nuevas revelaciones han cesado. En ambos de esos sermones hemos sido dirigidos a los beneficios de la Palabra escrita de Dios que tenemos en la Biblia. El mensaje de hoy entonces se ocupará especialmente con el don de lenguas y en cierta medida el don de profecía.

Entonces, para introducirnos en el tema de hoy, la pregunta es ¿debemos buscar hoy los dones espirituales de lenguas y profecía? Hago esta pregunta porque este pasaje comienza y termina con que tenemos que buscar la profecía y no prohibir hablar en lenguas. He escuchado y me han preguntado muchas veces, ¿no es esa respuesta a la pregunta para nosotros? ¿Debemos buscar estas cosas por nosotros mismos y apoyar esto en la iglesia hoy? Bueno, aquí es donde tenemos que recordar la habilidad de la aplicación. La aplicación es una habilidad, un arte, que se necesita aprender para hacerlo correctamente. Tenemos que aplicar cualquier pasaje a nuestro propio contexto y circunstancias. No debemos tomar cada comando en la Biblia como si Dios ordenara la misma cosa para nosotros. Sería para algunos mandamientos, pero tenemos que hacer una aplicación adecuada para llegar a esa conclusión. Algunos mandamientos se aplican directamente a nosotros, como no hurtarás. Pero otros mandamientos serían desastrosos si los aplicáramos directamente a nosotros. Como cuando Dios manda a Israel en el momento de la conquista para ir y matar a todos los cananeos y apoderarse de sus tierras. Dios no nos ordena hoy en día esto. Los principios de aplicación deben utilizarse para determinar cómo un mandamiento de la Escritura se aplicaría a nosotros hoy. Por lo tanto, en este pasaje, si Pablo está diciéndoles que busquen ciertos dones espirituales que estaban disponibles para ellos, pero que han dejado de estar disponibles ahora, entonces obviamente el mandamiento no se aplica directamente. Sin embargo, todavía hay aplicaciones que se pueden extraer incluso de un mandamiento que no se aplica a nosotros, como aquí sobre el principio de cómo los dones espirituales deben usarse para edificar a otros. Esa es la idea de como poner en práctica la aplicación. Es una habilidad que debe ser aprendida y luego ejecutada correctamente. Muchos problemas de hoy se derivan de la mala aplicación.

Entonces con esta introducción, vamos a comenzar a profundizar en el pasaje de hoy y considerando lo que es el don de lenguas, según la Biblia. Voy a empezar con una interpretación no-carismática que se ha dado pero que no estoy de acuerdo, pero es interesante considerarla. Es sobre el punto de vista que todo lo descrito en este capítulo se refiere a tener personas extrañas a la iglesia de Corintio y donde hablaban sus lenguas nativas en el servicio de la iglesia, y por lo tanto la gente no les entendían. La idea aquí sería que Corintio era un centro de comerciantes de todo el mundo. La mayoría de las personas sabían el griego como la lengua común pero también tenían su propia lengua materna. Se ha sugerido que Pablo dice de tales personas no deberían levantarse y empezar a hablar en el servicio de la iglesia en su lengua materna a menos que alguien los pudiera traducir, porque de lo contrario el resto de la congregación no sabe lo que están diciendo. Ahora, no estoy de acuerdo con esa interpretación a la luz de otros pasajes en otros lugares y también aquí que hablan de hablar en lenguas como algo sobrenatural y extraordinario. Pero menciono este punto de vista porque nos recuerda que en el griego la forma de hablar idiomas extranjeros utiliza esta formulación de lenguas. Si tu fueras a hablar a alguien usando una lengua extranjera, dirías que él habló en una lengua diferente. Por lo tanto, estoy empezando con un argumento de léxico que cuando se habla del don de lenguas la palabra griega es una palabra que se refiere a idiomas.

Eso es lo que quiero reconocer en primer lugar aquí. La Biblia presenta el don de lenguas como una habilidad de hablar en algún otro idioma que no sea tu propio idioma. Lo que hace esto sobrenatural es que la capacidad es la habilidad que no vino de años de estudio personal. Fue una obra sobrenatural del Espíritu Santo que hizo a esa persona capaz de comunicarse en otro idioma. El punto es que estos eran idiomas reales, si supieras ese idioma nativo, entonces entenderías a la persona mientras hablaba. Presumiblemente en general, estos también son idiomas humanos, aunque en 1 Corintios 13 mencionan la posibilidad de lenguas angelicales. Pero el contexto allí no dice que personas con el don de lenguas en realidad siempre hablaron en lenguas angelicales. Por el contrario, su uso parece como un argumento “cuánto más” para enfatizar la prioridad de amarnos unos a otros en cómo utilizamos nuestros dones. Aunque alguien podría hablar en lenguas angelicales, aun el mismo requisito vendría; que usando tus dones debe hacerse de la manera de amar y edificar a tus hermanos creyentes. Dicho esto, cuando comparamos el don de lenguas con la descripción en el libro de Hechos, es claro que en Hechos las lenguas eran en otros idiomas humanos conocidos en el mundo. Hechos 2:4, “y fueron todos llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas según el Espíritu les daba que hablasen”. Una vez más, podemos y sin duda traducir lenguas allí como idiomas. Comenzaron a hablar en otras lenguas por el espíritu. Se confirma en Hechos 2, versos 6 y 8, donde el texto dice específicamente que los judíos de todo el mundo escucharon a los apóstoles hablando en su propio idioma nativo. No hay ninguna buena razón para pensar que el don de lenguas en Hechos es diferente de lo que está sucediendo en 1 Corintios. Y en Hechos, esta es la descripción más clara de lo que pasó. Esto permite a los apóstoles hablar en otros idiomas humanos conocidos para hablarles sobre el Señor. En Hechos 2:11, dice: “Les oímos hablar en nuestras propias lenguas las maravillas de Dios.”

Esta visión es confirmada en nuestro capítulo de hoy. Versos 5, 13 y 27 dice esas lenguas pueden traducirse si alguien tiene el don de interpretación, que demuestra que estas lenguas son reales. También, en el verso 10, se refiere a las diferentes lenguas humanas del mundo y que cada uso de ellas tienen diferentes sonidos para dar sentido y significado. Es por ello que en los versículos 14-17, vemos cómo este don de lenguas podría ser utilizado para cosas tales como oraciones, alabanza y acción de gracias. Eso significa que lo que venía de la boca de estas personas no eran algarabías o cosas sin sentido. Fue una comunicación real con real contenido usando un lenguaje real. En cuanto a su propósito, vemos desde el principio en Hechos que tuvo el propósito de comunicar información. No hay ninguna razón para pensar que más tarde se convertirían en sólo un balbuceo sin sentido, o incluso algún código secreto, que sólo se ofrece a Dios. Su significado fue de comunicar verdades en otros lenguajes reales. Por supuesto, ese era el problema en la iglesia de Corintio. Estaban utilizando este don con un montón de gente que no sabían otro idioma, y así no sirvió con ningún propósito bueno.

Esto nos lleva a nuestro segundo punto. Hemos establecido que el don de lenguas es la capacidad sobrenatural de hablar en otras lenguas reales con el fin de comunicar información. Pablo aquí amonesta de cómo estaban usando el don de lenguas de una manera que no sirvió a su propósito. En resumen, se debe haber utilizado para edificar la iglesia. Ese es nuestro segundo punto, considerar cómo Pablo dice que el don de lenguas debe servir para la meta de edificación. La instrucción que él da, restringe cómo debe hacerse uso de este don en el contexto de un culto formal de la iglesia. Esto, por supuesto, implica que el don está bajo el control de la persona. Esto nos dice más acerca de este don; no es algo que abruma a la persona de alguna manera o les hace perder el control de sí mismos. De lo contrario, Pablo no podía esperar que presten atención a la exhortación. Aquí las palabras de Pablo implican que el don de lenguas estaba bajo control de la persona.

Entonces, Pablo apunta repetidas veces que él se preocupa por la edificación de la iglesia. Cuatro veces aparece la palabra en este capítulo, versículos 3, 5, 12, 26. Vemos el principio al final del verso 26: “Hágase todo para edificación”. Edificación se refiere a hacer crecer a los creyentes. Pablo dice que si alguien con el don espiritual de lenguas quiere utilizar su don en un entorno de servicio de adoración, entonces se debe hacer con el fin de edificar a otros. Su punto es que si alguien habla en una lengua y es dejada sin traducir, entonces esto no ayuda a edificar la iglesia. Dice en el verso 2 que nadie entenderá a la persona si hablan en alguna lengua. Seguramente lo que está implícito aquí es que están hablando en un idioma que nadie presente lo habla realmente. Es como si me levantara y empezara a predicar en japonés, nadie aquí sería capaz de entenderme. El versículo 4 dice que en tal situación, sólo que el que está hablando es edificado, no la congregación. En el versículo 2, Pablo dice que esa persona está hablando solamente a Dios en ese momento, porque nadie mas entiende. Por lo tanto, hablar en lenguas en este caso es realmente inútil.

De hecho, Pablo dice que incluso es peor que eso. Vean los versos 21-22. Pablo cita un pasaje de Isaías en que habla de cómo Dios traería juicio sobre su pueblo bajo el antiguo pacto. Básicamente, cuando terminan conquistados y exiliados en tierra extranjera, entonces ellos después escucharán el discurso de sus captores. Por supuesto, no entienden a sus captores, ya que están hablando en un idioma extranjero. Será entonces un signo de Dios para ellos; un signo del juicio de Dios. El punto en Isaías y el punto aquí con Pablo es que ese lenguaje desconocido no ayuda a alguien a crecer. Para aclarar, cuando Pablo dice en el versículo 22 que las lenguas son una señal para los incrédulos, significa que lenguas dejadas sin traducir son una señal de juicio para los incrédulos. En otras palabras, los incrédulos no se convertirán a través de ese lenguaje que es dejado sin traducir, esas palabras no traen ningún entendimiento a ellos, sino más bien confusión. Es cómo Jesús dice que Él habla en parábolas para que así algunos no entiendan y así no se arrepientan. Lo mismo es con lenguas sin traducir. Tal balbuceo dejaría a los incrédulos sin convertirse. Por otro lado, Pablo dice en el verso 24 que si un no creyente viene al servicio de la iglesia y realmente puede entender las palabras que se hablan, ellos podrían ser condenados y luego convertidos.

Por lo tanto, esto nos lleva al punto principal de Pablo aquí sobre la edificación. Si van a tener el don de lenguas a utilizarse en el servicio, debían ser traducidas. Me encanta lo que Pablo dice aquí entonces. Básicamente dice que si están interpretadas y traducidas, entonces ellas llegan a ser equivalente a la profecía. Ve, en los versículos que 2-3 Pablo dice que el don de profecía es mejor de usarse en la iglesia que lenguas sin traducir porque la profecía edifica y las lenguas sin traducir no. Sin embargo, en el versículo 5, añade una calificación: a menos que las lenguas sean interpretadas. Entonces la iglesia va ser edificada al igual que con la profecía. Este es un punto importante, porque muestra que el don de lenguas era una forma de profecía. Con el don de lenguas era otra manera que Dios trajo la revelación a la gente. Hemos visto en el libro de los Hechos en Pentecostés que principalmente fue pensado para ser utilizado en la evangelización, trayendo las profecías a la gente en sus lenguas nativas. El verso 2 confirma esta comprensión de lenguas, que es una forma de traer la revelación divina por el Espíritu. Allí en el versículo 2 habla de la persona que habla en lenguas está trayendo misterios en el Espíritu. Ese lenguaje de misterios en el Espíritu está describiendo la profecía y la revelación. Recuerde, vimos que era el lenguaje que Pablo utilizó la semana pasada en Efesios 3 para hablar sobre la revelación que los apóstoles y los profetas recibieron fue fundacional para la iglesia. Esto es muy importante de entender. El don espiritual de lenguas no fue sólo la capacidad de hablar en otras lenguas. También se trataba de recibir un mensaje profético por el Espíritu en ese otro idioma. Era inherentemente revelador. Una vez más, el libro de los Hechos ayuda a confirmarlo. Por ejemplo, Hechos 2:4 dice que hablaban en lenguas como el Espíritu les daba que hablasen. Luego en Pentecostés en Hechos 2, que es cuando Pedro se levanta y explica por qué estaban hablando en lenguas y cita al profeta Joel que nada dice sobre el hablar en lenguas. Pero el pasaje de Joel habla acerca del Espíritu siendo derramado para que pudieran profetizar. Pedro allí conecta las lenguas y hablar profetizando. Semejantemente, Hechos 19 otra vez habla de lenguas y profetizar juntamente. Por esta razón Pablo dice aquí que no deben hablarse en lenguas extranjeras a personas que no entienden el mensaje. ¡Esto destruye el propósito! El mensaje profético es de ayuda si se entiende. Por lo tanto, debe ser traducido o no merece en absoluto ser dado en el servicio de iglesia.

Entonces Pablo establece el punto que el don de lenguas debe ser concerniente a cerca de la edificación; si el mensaje es comprendido por los que lo reciben entonces es el equivalente funcional como profecía. Entonces, me gustaría ahora ir a nuestro tercer punto y ofrecer aplicaciones con respecto a la cesación del don de lenguas. Para ser justos, este capítulo no enseña directamente la cesación de las lenguas. Sin embargo, es justo la pregunta porque el capítulo anterior, en 13:8 dice que vendría un tiempo cuando ambas la profecía y lenguas cesarían. Entonces, el argumento del cesacionismo sería que el don de lenguas cesó al mismo tiempo que cesó el don de profecía. Hoy hemos visto que el don de lenguas era simplemente otra forma como el don de profecía. Era inherentemente reveladora. Así esto nos conecta con el mensaje de la semana pasada sobre este tema. La semana pasada mencionamos el caso de Efesios que el don de profecía en el Nuevo Testamento fue fundacional y cesó con el cierre de la era apostólica y con la terminación del canon de las Escrituras. Desde que las lenguas fue una forma de profecía, nos haría concluir que también han cesado con el cece de la nueva revelación. Las lenguas eran parte de esa obra fundacional en la iglesia del Nuevo Testamento y ahora ha cesado.

Vemos el aspecto fundacional de las lenguas incluso en Hechos. Cuando pensamos de este don sobrenatural de lenguas tu podrías asumir que está en todo en el Nuevo Testamento. Ese no es el caso. Como un don, sólo es mencionado en esta carta y el libro de los Hechos. Esta carta es uno de los primeros escritos en el Nuevo Testamento, y es probable que por las cartas posteriores ya han cesado como un don espiritual. Incluso en el libro de los Hechos, hay solamente algunas ocurrencias específicas y también en alguna manera conectado con el ministerio de los apóstoles y solamente cuando el evangelio primero va a algún nuevo grupo mayor de personas. Hechos 2 los tiene primero a ellos, en el día de Pentecostés, cuando el Espíritu es derramado sobre los apóstoles y los discípulos judíos allí en Jerusalén. El siguiente es en Hechos 8:18 que no menciona lenguas pero claramente hay un similar derramamiento del Espíritu y seguramente incluía lenguas. En ese caso, no ocurre cuando el no-apóstol Felipe predica el evangelio a ellos, a pesar de que llegan a ser creyentes. Esto sólo sucede cuando se convocó a los apóstoles, entonces Pedro y Juan vienen y ponen las manos sobre ellos. La tercera ocurrencia fue en Hechos 10:46 con el primer grupo de gentiles convirtiéndose en creyentes, allí con el ministerio del apóstol Pedro. Por último, en Hechos 19:6, Pablo se encuentra con un grupo de los seguidores de Juan el Bautista quien solamente conocía el bautismo de Juan y no habían venido a Jesús todavía. Por lo tanto, Pablo les enseña, ellos creen, y él los bautiza en Cristo. Él también les impone sus manos y comienzan a hablar en lenguas y profetizar. En Hechos no mencionan ninguna otras ocurrencias del Espíritu que viene como esto. Sólo pone de relieve esto cuando el evangelio llegó a un nuevo grupo, como si habían abierto algunas nuevas barreras. Fue una afirmación divina de que iban a ser parte del nuevo pueblo del pacto también. En términos de dichas categorías, allí realmente no habían nuevas barreras a romper. ¡Dios ha confirmado ahora que el evangelio de Jesús es para todos! Añadamos a esta realidad que cada ocurrencia sólo pasó junto con los apóstoles y sus ministerios. Recuerde que la semana pasada apuntamos sobre el ministerio de los apóstoles siendo un ministerio fundacional. Todos estos datos contribuyen a la conclusión de que estos dones sobrenaturales como lenguas fueron algo como parte de la fundación de la iglesia. No tenemos buenas razones para suponer que será una parte regular que continua en la iglesia. Ellos son sin duda más sobre una parte de la historia de la redención, mostrando el derramamiento del Espíritu sobre todos los creyentes, que a cerca de la aplicación de la salvación, en como recibir dichos dones sobrenaturales que fueron apenas un paso en el camino ordinario para un cristiano.

Como una aplicación final en cuanto a cesasionismo, yo quisiera preguntarles igual si esta conclusión estuvo equivocada, ¿vemos ejemplos creíbles de este don ahora? No los vemos. De hecho, todo habla en contra de su credibilidad. Por ejemplo, en el comienzo del movimiento Pentecostés moderno, afirmaban que el Espíritu Santo había comenzado a dar otra vez este regalo. Hicieron reclamos que ahora podrían ir a las misiones en el extranjero sin tener que pasar años recibiendo la enseñanza de idiomas. Bien, un número de esos pentecostales fueron enviados al campo misionero con esa premisa y todos descubrieron que los nativos no podían entenderles. La vergüenza del pasado a causado de ese movimiento es que tuvieron que repensar las cosas. Pronto, descubres el argumento de que las personas con este don tenía su propio lenguaje privado de oración. Sin embargo, a pesar de no ser un buen garante para tales practicas que sean iguales como la de las Escrituras, lingüistas han estudiado muchas grabaciones de tales reclamos de lenguas. Siempre concluyeron que el balbuceo pasado como las lenguas hoy no tienen ningún marcador conocido como una lengua. Estos expertos están convencidos de que estos ejemplos no son un lenguaje, sino meros balbuceos. A lo largo de la línea de los llamados intérpretes, ha habido casos donde personas han entrado en una iglesia carismática hablando en un idioma extranjero real y los supuestos intérpretes dieron una traducción, eso es totalmente equivocado y algo prefabricado. Asimismo, ha habido pruebas con personas que dicen tener el don de interpretación que fueron expuestas a grabaciones de personas hablando en lenguas y como resultado dieron interpretaciones completamente diferentes. También he escuchado de varias personas que se encontraban en tales iglesias carismáticas que cuando no podían hablar en lenguas se les aconsejó a “alentarlos” permitiéndoles emitir cualquier sonido que venían a sus mentes. Eso no suena como el don bíblico tampoco. Seguramente no hay cuentas creíbles de lenguas hoy en día por las razones que hemos considerado en las Escrituras como una posición cesacionista.

En conclusión, les recuerdo por qué todo esto es importante. Mire el versículo 25. Habla de alguien que puede entrar en nuestra iglesia y escuchar el mensaje y ser convertido. Dice cómo reconocerán que Dios está realmente entre nosotros. Eso es lo que estamos hablando. Queremos un ambiente en la iglesia donde la verdad de Dios vaya hacia adelante y estemos teniendo cambios legítimos en la vida, experiencias con la verdadera presencia del Dios viviente. No queremos falsas o ilegítimas experiencias religiosas. El crecimiento real será donde Dios está realmente trabajando. Nuestro Señor murió en la cruz para salvarnos de nuestros pecados para todos los que creen en su nombre. Los apóstoles y los profetas han sentado las bases de este evangelio para nosotros. Edifiquemos sobre este mensaje. Utilicemos la Palabra que hemos recibido para convertir a los demás y crecer nosotros mismos.

El pasaje de hoy nos recuerda de la meta de la edificación cuando nos reunimos. Hay muchas otras aplicaciones que vienen de esto además del cesacionismo. Los dejo con la llamada a reflexionar sobre tus propios dones hoy. ¿Los estás usando para la edificación de otros? ¿O los estás mal usando de alguna manera? Por ejemplo, si tienes el don de alentar, ¿haces tiempo para tener comunión con los santos? O si se te ha dado una mente aguda para la teología, ¿lo utilizas solo para “ganar” argumentos o si pacientemente y suavemente enseñas a otros de tu alrededor? En una denominación de amantes a la doctrina como la OPC, pastores como yo tienen que asegurarse de dar un balance de “leche” y “carne” en los sermones a los cristianos de todas las madureces para que puedan crecer. Hagamos todo para la edificación. Y podamos agradecer a Dios que nos manda esto. ¡Qué maravilloso mandamiento! ¡Él nos comanda que hagamos cosas para nuestro crecimiento! Alabado sea el Señor que amablemente nos hace crecer incluso a través de su Palabra y su Espíritu. Amén.

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