Para la Alegría

Sermón predicado en Hebreos 12:1-3 por el Reverendo W. Reid Hankins durante el servicio de adoración por la mañana en la Iglesia Presbiteriana de la Trinidad en 12/30/18 en Novato, CA.

Sermón

Rev. W. Reid Hankins, M.DIV.
Traducido por el Diácono Diego Merino
Hebreos 12: 1-3
12/30/18

“Para la Alegría”

¡Tenemos una carrera ante nosotros! Es la carrera de la fe que termina en la gloria. Por otro lado, no terminar la carrera significa destrucción. Y así, el pasaje de hoy regresa directamente para hacer la exhortación de lo que ha estado en el corazón de esta carta a Hebreos. Es el llamado para la perseverancia. Es el llamado para perseverar en la fe cristiana. Después de ese glorioso capítulo 11 con la fe ejemplificada por muchos santos de la antigüedad, nos dice lo que debemos tomar de eso. Deberíamos alentarnos en nuestra propia carrera de fe para no renunciar, pero seguir corriendo hasta el final.

Entonces, comenzamos el pasaje de hoy al observar que hay obstáculos que podrían entorpecer terminar nuestra carrera. El versículo 1 menciona dos tipos de cosas que debemos dejar de lado si vamos a ejecutar de manera efectiva esta carrera hasta el final. Mencionaré el segundo primero: pecado. El pecado es cuando rompemos las leyes de Dios, al no hacer lo que se supone que debemos hacer o haciendo lo que no debemos estar haciendo, es decir, pecados de “omisión” o de “comisión”. Hebreos describe ese pecado como atrapado, o posiblemente arrastrado. La palabra griega ha sido un poco desafiante para los traductores para ser específicos en su traducción, pero la idea general parece bastante clara. Es la idea, al usar la analogía de correr, que estás corriendo y, de repente, tu pie se atrapó en algo o se tropezó sobre algo. Como si te cayeras en hoyos o algún obstáculo en el camino, o caer en un pozo o algo a lo largo del camino. El punto es que el pecado te obstaculiza de seguir hacia adelante en la carrera de la fe. Y no solo eso, nota que la traducción dice que eso sucede fácilmente. La palabra griega tiene un prefijo en eso que trae degradación. El pecado no solo nos atrapa, ¡nos atrapa fácilmente!

Creo que este es un recordatorio importante hoy. Tanto como nosotros afirmamos la salvación es por gracia y no por obras, esto sin embargo es verdad. De manera similar, tanto como afirmamos la soberanía de Dios en nuestra salvación, en que Él trabaja en nosotros para atraernos a la fe y nos hace preservar en la fe, esto sin embargo es verdad. En otras palabras, nuestro pecado puede retrasarnos o incluso detenernos en esta carrera de la fe. Esta verdad no está tratando con la justificación o los cinco puntos de calvinismo. Esas doctrinas son verdaderas en sí mismas. Esto está tratando con la simple realidad del pecado. Recuerda lo que Santiago 1 dice sobre el pecado. Santiago comienza primero con la tentación y el deseo, y cómo eso puede conducir al pecado, y ese pecado cuando está completamente fuerte puede conducirnos a la muerte. Y así, la realidad es que el pecado puede convertirse en el camino hacia la apostasía descrita en Hebreos. Es como la parábola del sembrador cuando la semilla cae en el suelo espinoso, que hay cosas que pueden ahogar la semilla que está creciendo para que no de fruto. La tentación para nosotros como protestantes es decir que porque somos salvos por gracia y no por obras podemos caer en la tentación o no tomar lo suficientemente serio el pecado en nuestra vida. Pero como dice el refrán, si juegas con fuego te quemarás. Y así, como protestantes deberíamos huir del pecado no para justificarnos, sino porque hemos sido justificados por la sangre de Cristo. Asimismo, la tentación para nosotros los calvinistas es pensar que la soberanía de Dios significa que podamos simplemente sentarnos y dejar que Dios nos mantenga alejados del pecado, pero eso no es el calvinismo, eso es hiper-calvinismo. En cambio, debemos recordar que la soberanía de Dios generalmente ha trabajado a través de medios y seguramente eso será que resistamos al pecado y aferrarnos a la fe que demostrará que de hecho somos los elegidos de Dios. Estemos avisados entonces de los peligros del pecado y mirar a poner nuestros muchos pecados fuera cada día y poner en su lugar los equivalentes piadosos. Esto es parte de correr la carrera, al igual que si corres un maratón, debes mantener tus ojos abiertos contra los obstáculos y trampas.

Y sin embargo el versículo menciona que además del pecado, nosotros también debemos deshacernos de pesos extras que nos obstaculizarán en la carrera. Como analogía, pienso en esto con mi juego sobre hielo. Definitivamente puedo hacer una conexión entre mi peso y mi actuación en el hielo. Si no me he disciplinado en mi comida y en poner peso extra,  esto hará notoriamente que sea mas lento. Me imaginaría de los corredores que también esto sería el caso. No ves a las personas que intentan ganar una carrera teniendo un sobre peso en ellos. Pero el punto de la analogía aquí es que hay cosas que no son estrictamente pecados que pueden afectar de correr la carrera. Puede haber cosas que no son una violación explícita de uno de los comandos de Dios, pero puede derribar tu caminata con Cristo. Recuerdo la parábola del sembrador menciona que algunas de las espinas podría ser simplemente lo que le interesa a este mundo. ¿Cuáles son las cosas que te han estado pesando en tu caminar como cristiano? Ten en cuenta, que lo que te pesa, no podría afectar a todos de la misma manera. Para algunas personas, invertir en sus trabajos terrenales a expensas de hacer otras cosas importantes en su vida, como cultivar su fe. Tener una buena noche de sueño no es una cosa pecaminosa, pero si siempre duermes mucho en lugar de comenzar tu día en la Palabra y oración, tal vez dormir mucho te está afectando en tu caminata cristiana. Las redes sociales no son intrínsecamente pecado, pero tal vez para algunas personas simplemente no son buenas para su santificación y necesitan desconectarse. Confío en que veas el punto y te alientes para pasar un tiempo reflexionando en eso que puede estar alejándote de tu fe. Si eso es así, ve por una dieta espiritual para aligerar la carga y asegurarte de que no obstaculices tu carrera de fe con esas cosas.

Te indicaré  brevemente a un último obstáculo en la carrera antes de que consideremos a algunas ayudas para la carrera. Es lo que vemos mencionado en el versículo 3: el cansancio y el desaliento que vienen con el sufrimiento cristiano. Este será un tema tratado más adelante la próxima vez que sigamos en este capítulo. Pero el punto también se menciona en la parábola del sembrador; esa es la situación cuando la semilla cae en tierra rocosa. Cuando el sufrimiento viene esto causa de que algunas personas renuncien a la fe. Y sin embargo como vemos en las Escrituras, el cristiano no puede evitar el sufrir. Seguramente al menos algunos cristianos son perseguidos a lo largo de la ruta de esta carrera que siguen. Y sin embargo este pasaje no solo nos hace consciente de esta dificultad. También está en el corazón de lo que esta ayuda intenta abordar de lo que nos presentan en este pasaje.

Entonces, veamos ahora la ayuda descrita aquí para los cristianos cuando corremos la carrera de la fe. La primera ayuda mencionada es para indicar al ultimo capitulo. El versículo 1 describe la gran nube de testigos que nos rodean. Se refiere a todos los santos que vimos en el capítulo 11 que hicieron tantas buenas cosas por fe. Para aclarar, llamarles testigos no dice que están parados mirándonos, mirando para testificar de lo que haremos. Más bien, es como el último capítulo dice que Dios fue testigo de ellos y su fe y encomendándoles  por su fe. A su vez están como testigos de nosotros en el sentido que testifican del valor de la fe. Es como estar en una sala del tribunal donde un santo del Antiguo Testamento después de otro toma el banco y da el testimonio del valor de mantener la fe en Dios y sus promesas, sin importar qué problemas u obstáculos puedan llegar.

Si nos detenemos y pensamos en dicho testimonio, recordamos los diferentes aspectos de la vida de fe que se pueden enfatizar. Podemos pensar en la fe que se expresó en obediencia a Dios. También podemos pensar en la fe que encontraron victorias sobre los enemigos en esta vida. Pero también podemos pensar en algunos desafíos que enfrentaron. Por ejemplo, podemos pensar especialmente cómo el capítulo 11 terminó mencionando tantos santos que mantuvieron la fe a pesar de que experimentaron mucho sufrimiento y persecución. Las cosas no siempre serán fáciles para el creyente, ya como el versículo 3 en el pasaje de hoy nos recuerda. También podemos recordar cómo estos santos de la antigüedad no corrieron la carrera de la fe perfectamente. Podemos pensar en algunos de los pesos que llevaban cuando no deberían tener y sus pecados que los hicieron tropezar también. Pero eso ciertamente nos ayuda a relacionarnos con ellos cuando vemos nuestras mismas luchas en ellos, pero encuentras que mantuvieron la fe y terminaron la carrera. Y así, tanto en sus éxitos como sus luchas, sus vidas de fe nos hablan hoy para ayudarnos a ser alentados. Es como se referían atrás en 10:25 que los cristianos debemos seguir reuniéndonos para estar alentándonos lo unos a otros y para soportar en la fe. Bueno, estos santos del Antiguo Testamento todavía te hablan hoy para alentarte de la misma manera.

Bueno, aunque estos santos de la antigüedad  son una gran ayuda para nuestra carrera, los versículos 2 y 3 llaman nuestra atención a un testigo que se encuentra sobre todos ellos. Se nos señala a nadie más que a nuestro Señor y Salvador, Jesucristo. El versículo 2 nos llama a mirarlo. El versículo 3 nos llama a considerarlo. Bueno, Él se describe en los términos grandiosos y generosos de ser el Autor y el Consumador de nuestra fe. Miremos y consideremos a este Autor y Consumador de nuestra fe y encontrar ayuda en nuestra carrera de fe. Tengo tres aspectos relacionados que quiero que consideremos a Jesús como este Autor y Consumador de nuestra fe. El primer aspecto es para apuntarte a Él como el ejemplo supremo para nuestra propia carrera de fe. Esto no dice lo suficiente por supuesto, para llamarlo un ejemplo. Pero Él es de hecho un ejemplo, y aun más. Mira cómo eso se describe aquí. El punto primero en el versículo 2 es Él soportando la vergüenza de la cruz. El versículo 3 describe como soportó la hostilidad de los pecadores. Y así, estos versículos te presentaron cómo la vida de Cristo primero involucraba sufrimiento, juicio y tribulación. Pero luego mira el final. El versículo 2 señala que después de tal sufrimiento, se ha sentado a la mano derecha del trono de Dios. En otras palabras, la propia vida de Jesús en la tierra era una que involucraba primero sufrimiento y luego la gloria. Jesús en Lucas 24 tuvo que reprimir a los discípulos porque se sorprendieron de los informes de su resurrección. Jesús dijo que deberían haber esperado eso porque es lo que la Biblia repetidamente dijo con anticipación sobre el Mesías, que tendría que sufrir primero y luego entraría en la gloria. Y así, el ejemplo de Jesús es ciertamente el paradigma nosotros mismos. No deberíamos pensar que es extraño si nos encontramos sufriendo en esta vida. De hecho, Jesús nos dijo que esperáramos  tal tribulación en el mundo, Juan 16:33. Pero Él dice que soportemos porque Él ha vencido al mundo. Lo que ya ha hecho es mostrarnos lo que nuestro futuro espera sí nos mantenemos en la fe. Entonces, este es un aspecto de Él siendo el Autor y el Consumador de la fe: en que Él era el primero en ser realmente el que vivió la fe cristiana completamente de principio a fin. En nuestra unión con Cristo, nuestra vida de sufrimiento luego la gloria encuentra su raíz en la propia vida de sufrimiento de Cristo luego la gloria.

El segundo aspecto sobre Jesús siendo el Autor y Consumador de la fe es que se refiere a cómo Jesús ha logrado la redención. Creo en contexto que este es el punto más explícito a la vista aquí. En otras palabras, si tuviera que decir una cosa sobre lo que Hebreos da a conocer  aquí, Jesús es el Autor y el Consumador de nuestra fe, esto es lo que diría. Esto describe a cómo Jesús ha asegurado nuestra salvación desde el principio hasta el final. El lenguaje utilizado aquí es muy similar en el griego a varios otros lugares en Hebreos, donde vemos el punto de Jesús logrando nuestra redención. Por ejemplo, en Hebreos 2:10 habla de Jesús siendo el autor de nuestra salvación y siendo perfeccionado a través de sus sufrimientos. O, para traer el lenguaje similar, podrás traducirlo a Jesús como el autor de nuestra salvación, que terminó esa salvación a través de sus sufrimientos. Hebreos 2:10 compara muy bien con nuestro texto de hoy porque su contexto destaca  la salvación completa a través de la cruz seguido por el ascenso a la mano derecha de Dios. Eso es obviamente lo mismo que nuestro pasaje de hoy está resaltando: sufrimiento luego la gloria. Del mismo modo, nosotros haciendo un paralelo en Hebreos 1: 4, donde habló de Jesús haciendo purificación de nuestros pecados y luego sentado a la mano derecha de Dios. Esa es una vez más una referencia a Jesús llevando a cabo nuestra redención primero a través de la cruz y luego ascendiendo al cielo a la mano derecha de Dios. Es en la cruz donde sufre el derramamiento de su sangre para pagar por nuestros pecados. Luego está en el tabernáculo celestial que presenta esa ofrenda de su sacrificio a Dios el Padre e intercede por nosotros para expiar nuestros pecados. Entonces, es en todo esto que nuestra redención se ha logrado. Por supuesto, podemos pensar en el logro final de nuestra redención que está relacionado con la segunda venida de Jesús. Como se nos dijo en Hebreos 9:28, llegó la primera vez para tratar con el pecado, pero vendrá la segunda vez para llevarnos a nosotros su gente de fe a la finalización de nuestra salvación. Y entonces, Jesús es el Autor y Consumador de la misma sustancia de nuestra fe. Esa es donde nuestra fe está enraizada.

Y así, esto se ofrece aquí en nuestro pasaje para volver a ayudarnos a correr la carrera de la fe. Necesitamos mantener nuestros ojos en lo que todo esto se trata. Si nuestra fe no estaba enraizada en la redención consumada por Jesús, ¿entonces por qué molestarse por correr la carrera? Hay muchas causas nobles para poner tu energía en esta vida, pero ninguna salva al cristiano que está enraizada en esas. ¿Por qué estar dispuesto a ir “con todo” en la fe cristiana, incluso estar dispuesto a mantenerse de pie bajo persecución y sufrimiento? Porque, en Cristo soy salvo de la condenación eterna y tengo la esperanza segura de una gran recompensa y una bendita herencia eterna en la edad por venir. Mientras tanto si me rindo en la carrera de la fe, y me alejo de Cristo, solo tendré almacenado una expectativa de juicio y una fiera  indignación. Entonces, desde que Jesús ha asegurado una redención tan gloriosa mantengámonos fuertes en la fe en quien es el Autor y el Consumador de esa fe.

Los llevo a un aspecto final sobre Jesús siendo este Autor y Consumador de la fe en el sentido de que Él aplica esta redención a nosotros (especialmente a través de su Palabra y Espíritu). Aclararía que no creo que este sea el punto explícito que se está haciendo aquí. Pero a la luz del contexto de todos en Hebreos, creo que es correcto de ver eso aquí. Piensa en lo que hemos aprendido en Hebreos. De vuelta en el capítulo 1, ese nos dice de lo que Dios en estos últimos días nos ha hablado a través de su Hijo. Hebreos 3 habla de Jesús siendo el Apóstol de nuestra confesión, nuestra fe. Entonces, ¿cómo comenzamos a tener fe? ¿Cómo es esa fe la autora en nosotros? Debe comenzar por la Palabra de Dios que nos está revelando, y Hebreos nos dice que eso pasa principalmente en nosotros a través de Jesús, el gran Apóstol de nuestra fe. Esa es una de las maneras que podemos pensar en Jesús siendo el autor de nuestra fe en términos de cómo es el autor dentro de nosotros.

Bueno, ¿cómo es que nuestra fe está consumada o perfeccionada dentro de nosotros? ¿Cómo es que nos mantendremos fuertes hasta el final? En última instancia, tendremos que confiar en Jesús para eso. ¿No es eso lo que Hebreos nos ha estado diciendo? ¿No era ese el punto de Él siendo nuestro gran sumo sacerdote? Que Él había experimentado todo tipo de sufrimientos y tentaciones puede ayudarnos a nosotros mismos a medida que pasamos a través de tentaciones y sufrimientos (2:18) Entonces, somos llamamos para acercarnos con confianza al trono de la gracia y recibir ayuda de Jesús allí de lo alto a la mano derecha de Dios. Entonces, en términos de terminando y perfeccionando nuestra fe, nos damos cuenta de que confiamos en Jesús por eso también.

Y así, esta verdad doctrinal nos alentará en la carrera de la fe cristiana. Jesús es la razón por la que creemos y la razón por la que seguiremos creyendo hasta el final. Eso debería decirnos que no renunciemos. Si alguna vez has estado corriendo una carrera física real, podrás empezar a sentirte fatigado mientras estás corriendo. Es posible que te preguntes si puedas llegar al final. Bueno, no puedo darte ninguna esperanza de que termines una carrera terrenal. Pero como somos recordados hoy en día que el sostenedor de nuestra fe es en Jesús, entonces puedes estar seguro de que puedes terminar la carrera de la fe en Cristo. En otras palabras, esto nos señala para encontrar nuestra fuerza para terminar la carrera no en nosotros mismos, pero en Cristo. Busquen por ayuda y sustento en Él en esta increíble carrera.

Bueno, hermanos y hermanas, espero hoy que hayan sido bendecidos por la Palabra en pensar en los obstáculos y las ayudas que están allí para correr la carrera de la fe cristiana. En conclusión, me gustaría señalarte la motivación que vemos detrás de todo esto. Mira el versículo 2. ¿Por qué hizo Jesús todo lo que hizo en asegurar nuestra salvación? Por el gozo que está ante Él. Sí, seguramente parte de ese gozo antes de que Él ascendiera a la mano derecha del Padre. Y sin embargo, si eso es todo el gozo, entonces Jesús nunca debería haber venido a la tierra en primer lugar. Él ya se sentó con su Padre en  la gloria, gloria celestial antes de la encarnación. Y así, el gozo que esta ante Él tuvo que incluir algo mas que eso. Esto nos incluía a nosotros. Por el gozo de redimirnos para Él. Por el gozo de comprarnos y santificarnos y embellecernos, su novia santa para Él. Por el gozo de compartir con nosotros la posesión de sus tesoros y especialmente en la gloria del mundo por venir. Por el gozo de salvarnos y ser de Él, Él hizo lo que hizo.

Que podamos hacer lo que hacemos en esta carrera de fe por el gozo que está ante nosotros. Un día veremos a nuestro Señor y Salvador cara a cara. Un día nos presentaremos como una iglesia gloriosa, sin tener ninguna arruga o cualquier otra cosa. Un día nos gozaremos con Él en gloria, en un lugar donde ya no habrá dolor o tristeza. Cualquier tribulación y problemas que vengan a esta vida, por este gozo que está ante nosotros, vale la pena. Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros una cada vez mas excelente y eterno peso de gloria (2 Cor 4:17). Por el gozo que tenemos ante nosotros, podamos continuar corriendo la carrera de fe. Por el gozo que tenemos ante nosotros, podamos deshacernos de todo exceso de peso y apoyarnos a medida que debamos, para terminar la carrera. Por el gozo que tenemos ante nosotros, que ya no nos entretengamos en las tentaciones del pecado que fácilmente nos atrapa, pero que podamos ver en buscar la  justicia. Por el gozo que tenemos ante nosotros, podamos recordar a los santos de la antigüedad y su testimonio para nosotros. Por el gozo que está ante nosotros, que podamos mirar a Jesús como nuestro ejemplo, como nuestro campeón y libertador, y como nuestra ayuda y fuerza. Por el gozo que está ante nosotros que podamos estimularnos unos a otros también en esta carrera, para que todos podamos regocijarnos junto con Cristo al final. Amén.

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