Sermón predicado en Lucas 1:76-79 por el Reverendo W. Reid Hankins durante el servicio de adoración en la Iglesia Presbiteriana de la Trinidad en 24/12/22 en Novato, CA.
Sermón
Reverendo W. Reid Hankins, M.Div.
Traducido por el Diácono Diego Merino.
Cuando se trata de celebrar la Navidad, debo admitir que generalmente tengo preferencia por leer muchas de las Escrituras clásicas de Navidad en la ahora histórica versión Reina Valera. Por ejemplo, me encanta cómo el evangelio de Lucas describe que cuando los pastores vieron a los ángeles en el campo estaban “muy asustados”. Así también, en ese Cantar de Zacarías, me encanta cómo describe a Jesús como el “Amanecer desde lo alto”. Me encanta esa traducción ahora arcaica: aurora. Las traducciones modernas nos dan el sentido del griego original de varias maneras. La versión estándar en español lo traduce para llamar a Jesús el “amanecer”. La NVI tiene “el sol naciente”. La Nueva Traducción Viviente tiene “luz de la mañana”. La RSV habla del día que “amanecerá sobre nosotros”. Pero me gusta la palabra aurora. Ese es el mismo lenguaje usado en el amado villancico, Oh Ven, Oh Ven, Emmanuel, que sigue de cerca el evangelio de Lucas allí. Ese villancico canta “Oh ven, manantial del día de lo alto y anímanos con tu noche dibujada, dispersa las nubes sombrías de la noche y las sombras oscuras de la muerte puestas en fuga”.
Seguramente, la canción de Zacarías aquí se basa en los profetas de la antigüedad y sus predicciones de la venida del Mesías. Malaquías 4:2, por ejemplo, habló de “el sol de justicia” que “se levantará con sanidad en sus alas”. Isaías 9:2 predijo cómo, “El pueblo que andaba en tinieblas ha visto una gran luz; aquellos que moraban en una tierra de profunda oscuridad, sobre ellos ha brillado la luz”. Zacarías anuncia el cumplimiento inminente de estas y otras profecías con la pronta llegada del amanecer desde lo alto.
Entonces, pensemos un poco en esta Nochebuena acerca de Jesús como el Amanecer desde lo alto. La canción de Zacarías aquí dice que su hijo Juan el Bautista estaría preparando el camino para que Jesús viniera a dar a la gente el conocimiento de cómo Jesús vendría de Dios como el Amanecer desde lo alto. Así también, que todos tengamos más conocimiento esta noche sobre lo que significa para Jesús ser tal Amanecer.
Entonces, en caso de que aún no esté claro, este lenguaje de amanecer se refiere a cuando el sol sale al comienzo del amanecer de un día. Y cuando el sol sale al amanecer, rompe su luz en el mundo, disipando la oscuridad. Entonces, en la metáfora clásica de la Navidad, cuando Jesús es descrito aquí como el sol naciente, Jesús está siendo comparado con la luz. Y sin embargo, aquí no está solo Jesús como la luz, sino Jesús como la luz de un nuevo día. Y así, la canción de Zacarías continúa describiendo tres beneficios de que Jesús sea una luz. Uno, para dar luz a los que se sienten en la oscuridad. Dos, para dar luz a los que están a la sombra de la muerte. Y tres, dar luz para guiar nuestros pies en el camino de la paz. Piensa conmigo en cada uno por un momento.
Entonces, Jesús como el amanecer les da luz a los que se sienten estar en la oscuridad. Esta es la descripción más básica del beneficio de que Jesús traiga luz. Es básico porque da el contraste con la oscuridad. Imagínese si está acampando y se despierta muy temprano y no puede volver a la cama. Solo estás esperando el amanecer para poder levantarte y comenzar su día. De lo contrario, no podrás ver hasta que el sol brille. Hasta entonces, solo esperas en la oscuridad.
Bueno, las personas que no son salvas en Cristo Jesús están en tinieblas. William Hendriksen describió a tales personas que están en la oscuridad del engaño, la depravación y el desaliento. Están en la oscuridad del engaño, donde están espiritualmente ciegos, sin reconocer el peligro del juicio inminente de Dios al que están sometidos. Viven sus vidas sin un temor sobrio de Dios y viven para el día, sin ver cómo están acumulando ira para sí mismos en el día del juicio de Dios. En tal ceguera, no ven cómo ser salvos de ese juicio a través de Cristo.
En cuanto a la oscuridad de la depravación, tales personas tampoco están viviendo de acuerdo con el estándar de justicia de Dios, sino como les parece mejor a sí mismos. Dado que sus corazones caídos son engañosos y desesperadamente malvados, viven en pecado, odiando a Dios, inventando nuevas formas de maldad, y no solo pecan a sí mismos, sino que alientan a otros que también lo hagan.
En cuanto al desaliento de la oscuridad. Tales personas no tienen una esperanza más allá de esta vida, por lo que son verdaderamente por definición, desesperadas. Cuando vives en un mundo marcado por males de varios tipos, sin esperanza de que las cosas mejoren, caerás en la desesperación. Tal desesperanza conduce en última instancia a una vida de abatimiento, desaliento y tristeza.
Entonces, esta oscuridad de engaño, depravación y desaliento es el estado donde está cada persona que no ha sido salvada por Jesús. Si ese eres tú hoy, hay buenas noticias, porque Jesús es la luz que ha resucitado para brillar en tu estado de oscuridad. Escuche cómo Hechos 26:18 anima a cualquiera que siente esté en tal oscuridad. Dice que se le predique el evangelio de Jesús: “Para abrir sus ojos, para que se vuelvan de las tinieblas a la luz y del poder de Satanás a Dios, para que reciban el perdón de los pecados y un lugar entre los que son santificados por la fe”. En otras palabras, Hechos dice allí que la luz del amanecer de Jesús disipa nuestra desilusión al abrir nuestros ojos, y que nos aleja de nuestra depravación a través de un arrepentimiento que encuentra el perdón de los pecados y la santificación, y que nuestro desaliento es reemplazado por la esperanza de la vida eterna. Entonces, Jesús como el amanecer les da luz a los que se sientan en la oscuridad. ¡Gloria al amanecer desde lo alto!
El segundo beneficio de Jesús como el amanecer es que dice que Jesús les da luz a los que están a la sombra de la muerte. Escucha ese lenguaje de sombra, sombra de muerte. Contrasta la sombra de la muerte con la luz del sol naciente de la vida en Jesús. Vea el contraste entre el día y la noche. Dice que la muerte pertenece a la oscuridad de la noche. Jesús trae vida a la luz de un nuevo día. Retrocediendo entonces, piense en cómo el ciclo día-noche se convierte en una imagen de la vida y la muerte. Al amanecer, el sol está saliendo y tienes todo tu día por delante, al igual que en tu nacimiento tienes toda tu vida por delante. Durante el día, las personas trabajan y juegan durante ese día, como lo hacen a lo largo de la vida. Pero luego el día comienza a menguar a medida que las sombras del crepúsculo comienzan a caer sobre ti, incluso sucede en tu vejez, sabes que tu muerte se acerca. Entonces la oscuridad de la noche viene incluso cuando luego mueres al final de tu vida. El ciclo de un día a la noche es una imagen de la vida a la muerte.
Podemos pensar en una analogía similar con las cuatro estaciones en un año. El año comienza con la primavera y lo nuevo de la vida que viene con ella. Luego entras en el apogeo en tu corazón con el año en el verano. Pero luego las cosas comienzan a relajarse y menguar en otoño y la cosecha de vida termina, solo para luego llegar a la muerte del invierno. Entonces, las cuatro estaciones pueden ser una imagen de la vida de uno. Y un solo día puede ser una imagen de la vida.
Mi punto es que cuando esta canción habla de Jesús como el amanecer que da luz a aquellos en la sombra de la muerte, es pensar en esa analogía del ciclo del día a la noche como la imagen del nacimiento, la vida y luego la muerte. Pero entonces date cuenta de lo que está diciendo acerca de Jesús. Jesús es el amanecer para el día siguiente. Él es el amanecer de un nuevo día. Él trae nueva vida de la muerte. Él nos trae un nuevo nacimiento desde arriba y una nueva vida formada para el día interminable de la gloria venidera. De hecho, piense en cómo Apocalipsis describe esto y dice que en gloria no habrá noche. Del mismo modo, no habrá muerte; este nuevo día en Jesús nunca terminará en Jesús. ¡Gloria al amanecer desde lo alto!
El tercer beneficio que esta canción nos dice de Jesús como el amanecer, es que Jesús da luz para guiar nuestros pies en el camino de la paz. He hecho algunas caminatas nocturnas. Si hay suficiente luna y un camino nivelado, puedes salirte con la tuya. Pero cualquier caminata nocturna seria que he hecho, he usado una linterna. Sin embargo, aún así, un faro puede ayudar, por lo que se debe tener precauciones adicionales en tales circunstancias. Mi punto es que cuando estás caminando por algún camino, necesitas ser capaz de ver hacia dónde vas. Necesitas luz en todas las circunstancias. La canción de Zacarías dice que Jesús es la luz que necesitamos para ver y guiarnos por el camino de la paz.
Piensa en esta idea de camino o camino de paz. Cuando tienes un sendero, está el comienzo del sendero, y luego está el sendero en sí, y luego hay un destino al que conduce el sendero. Jesús tiene un camino que nos lleva al destino de la paz. Y podemos apreciar cómo nos guía hacia esa paz desde esos tres puntos de vista, desde el principio, a través del viaje y hasta el destino. Desde el comienzo de nuestro viaje espiritual, la luz de Jesús primero nos guía hacia la paz reconciliándonos en nuestra relación con Dios. Nuestro pecado había causado que la ira de Dios, no su paz, estuviera sobre nosotros. Pero Jesús brilla para abrir nuestros ojos y volvernos a la fe en Él, para que seamos perdonados de nuestros pecados y hacer la paz con Dios. Esa es nuestra justificación. Luego, a lo largo del camino, Jesús nos lleva por el camino que nos guía a caminar como cristianos en esta vida. Esa es nuestra santificación. En última instancia, la luz de Jesús ilumina el camino hasta que nuestra peregrinación se completa y llegamos a la paz de la gloria. Allí, disfrutaremos de la paz en el sentido más amplio, un lugar de alegría, felicidad, descanso, bendición, generosidad y bienestar general, por siempre y para siempre. Esa es nuestra glorificación.
Permítanme hablar un poco más sobre ese destino final de paz en gloria citando al profeta Isaías. Isaías 60:19-20 habla de este destino usando esta misma imagen del amanecer. Isaías profetiza allí de la gloria, diciendo: “El sol ya no será vuestra luz de día, ni porque resplandor os dará luz la luna; pero el Señor será tu luz eterna, y tu Dios será tu gloria. Tu sol ya no se pondrá, ni tu luna se retirará; porque Jehová será tu luz eterna, y tus días de luto terminarán.” Esta profecía de Isaías se cumple en Jesús como el amanecer desde lo alto. Jesús es la luz que necesitamos para guiarnos de principio a fin hacia esa paz. Una vez más, no puedes hacer este viaje con la luz natural para guiarte. Pero la luz ha venido en Cristo y eso es lo que celebramos cuando recordamos su nacimiento. ¡Gloria al Amanecer desde lo alto!
En conclusión, esta canción de Zacarías hablaba del Amanecer por adelantado. Zacarías tenía en mente cómo su hijo Juan el Bautista ayudaría a preparar a las personas para la llegada de este nuevo día con el nacimiento de Cristo. Juan fue el precursor del amanecer. Bueno, tengo ahora el privilegio de proclamar el Amanecer. La luz del nuevo día ha llegado en Jesús. Que su luz de nueva vida brille sobre ustedes esta víspera de Navidad mientras continuamos anunciando su venida. Ya nadie tiene que estar en la oscuridad. Que su luz brille sobre nosotros antes de que venga la oscuridad de la muerte, para que seáis hijos de luz en el Señor. Ruego que cada uno de nosotros camine como tales hijos de luz, así como sabemos que Él vendrá pronto para llevarnos a ese día eterno de gloria.
Amén.
Derechos de autor © 2022 Rev. W. Reid Hankins, M.Div.
Todos los derechos reservados.
