Más Bien Ser Sanado

Sermón predicado en Hebreos 12:12-13 por el Reverendo W. Reid Hankins durante el servicio de adoración por la mañana en la Iglesia Presbiteriana de la Trinidad en 1/20/19 en Novato, CA.

Sermón

Rev. W. Reid Hankins, M.DIV.
Traducido por el Diácono Diego Merino
Hebreos 12: 12-13
1/20/19

“Más Bien Ser Sanado”

El pasaje de hoy continúa llevándonos al tema principal de Hebreos. Continúa llamándolos y también a nosotros para perseverar en la fe en medio de la oposición, persecución y tribulación. Esta llamada se realiza de diferentes maneras en todo el pasaje que leemos, pero hoy me enfocaré específicamente en los versículos 12-13. Continuaremos trabajando a través del pasaje la próxima semana.  En estos dos versos, notamos cómo esta llamada para presionar en la fe viene a gente que están de cierto manera débiles y maltratados . Tal vez has tenido tiempos donde te has sentido débil y quebrado espiritualmente. Puede que experimentes eso en el futuro. Tal vez estás experimentando eso ahora mismo. Y así, este pasaje los llama lo mismo que a nosotros para encontrar fuerza y sanidad en lugar de caer en circunstancias mucho peores.

Comencemos entonces en nuestro primer punto reconociendo cómo Hebreos describe el estado de las personas de la que está escribiendo. Verso 12. Él los describe como personas con manos caídas. Él los describe como personas con rodillas débiles. Verso 13. Habla de ellos como que tienen partes del cuerpo lisiadas, sujetas a dislocación y otras lesiones. Esta es claramente la imagen que se está utilizando figurando de su estado espiritual. Tenga en cuenta que esta es una carta, así que esto describe a las personas que originalmente les estaba escribiendo, no necesariamente a alguien que lee esta carta. Y sin embargo, muy bien puede describirte y a tu patrimonio espiritual, si no en el total, al menos en parte. Seguramente, podemos relacionarnos al menos con algunos o sino decirlo con muchos de la audiencia y su problemas, y encontrar mucha aplicación de este pasaje.

Solo mira el contexto para ayudar a entender lo que tiene Hebreos en mente cuando los describe así como heridos y débiles. Mira a la primera parte de este capítulo. En los versículos 3-4 nos recuerdan que la gente había estado bajo intensa persecución religiosa por los no cristianos. Pude ver cuán constantemente siendo golpeados, por así decirlo, por incrédulos, qué podría dejarnos con las manos caídas y rodillas débiles. Imagínate un boxeador que recibe una gran puñetazo por su oponente; sus manos pueden comenzarse a caer y sus rodillas podrían empezar a sacudirse. Bueno, entonces el capítulo precedente habla sobre cómo Dios actuaba entrenándolos como padre a través de la fe en todas las circunstancias de la vida, incluso las dificultades. Esa crianza paternal incluye  corrección que a veces pueden ser dolorosos. Vimos cómo Dios como padre incluso podría usar sufrimientos en general como una forma de crecerlos. Los versículos de hoy escogidos sobre esto y con conocimiento que las personas que hebreos escribió son los que en cierta manera fueron golpeados y maltratados. Fueron debilitados por las diversas tribulaciones. Probablemente están empezando a desanimarse y tentados a renunciar a la carrera de su fe cristiana. Estas son seguramente cosas en que podemos relacionarnos también. Todavía experimentamos persecución religiosa hoy. Todavía pasamos por diversos sufrimientos, con demasiada frecuencia como resultado de nuestros propios pecados u opciones poco sabias, pero a veces solo porque la vida en este mundo maldito está lleno de diversas miserias. Tal vez a veces te sientes desanimado o cansado en tu fe cristiana. ¿Tal vez te sientes de esa manera hoy?

Bueno, en el último capítulo nos alentamos en medio de todos los problemas de la vida, Dios todavía está en control y nos está corrigiendo por nuestro bien. Y los versículos de hoy brindan más aliento a los cristianos que se encuentran golpeados y maltratados de diversas maneras en este mundo. Es posible que no hayas reconocido que es una manera de Hebreos que el autor continúa sacando de los pasajes del Antiguo Testamento aquí. Verso 12 trae de Isaías 35: 3 dónde se usa este lenguaje de manos débiles y rodillas débiles. Si lees esa referencia de Isaías en contexto ambos se ajustan y alientan. Describe personas débiles y heridas que se llaman “los rescatados del Señor”. Ese capítulo en Isaías describe cómo esa gente herida son tomados a lo largo de un camino en el desierto. Es un camino que dice que los inmundos no continúan. E Isaías 35 dice que el destino final de ese camino es Sion.

¿Ves cómo esa profecía describe la vida cristiana de fe? Tenemos un camino por ir, un viaje por tomar y esto termina en Sion. Pero no la tierra vieja. Este camino termina en la Sion eterna. Tal vez si los judíos en el exilio babilónico leyeron la profecía del capitulo 35 de Isaias ellos tendrían la esperanza de un día regresar a la Sion terrenal. De hecho, los judíos eventualmente llegaron a regresar del exilio babilónico y regresar otra vez al Monte de Sion. Muchos han pensado en esta profecía de Isaías también cuando los judíos pudieron regresar a la Sion terrenal en 1948. Pero Hebreos aquí nos llama a ver esto como mirando más allá de cualquier Sion terrenal. Es el destino de todos los que ponen su fe en Cristo. Es la eternidad de la gloria, la herencia celestial donde moraremos con Dios para siempre en los nuevos cielos y la nueva tierra. ¡Está en esa edad y el mundo por venir! Nosotros,  los cristianos solamente, caminamos este camino en la fe, un camino que conduce a la gloria. El fondo aquí mencionado en Isaías 35 debe alentar en gran medida nuestros corazones cuando leemos los versos 12-13. Mira a Sion antes de cuando leas los versículos 12-13.

Pero todavía tenemos que caminar por el camino. Todavía tenemos que correr la carrera. Cristianos que sufren de varias maneras; cristianos con nuestras diversas debilidades; cristianos con nuestras luchas: Dios nos ha designado de esta manera. La manera en última instancia es Jesús, fe en Él. Pero todavía tenemos que caminar por ese camino. Nosotros los rescatados del Señor todavía tenemos que ir como peregrinos en el desierto. ¡Pero aliéntate   porque el camino termina en la eterna Sion de gloria!

Es esta realidad que me trae a nuestro segundo punto para hoy. Me gustaría observar las exhortaciones específicas que se dan aquí en los versículos 12-13 sobre este viaje de fe. Primero, en el versículo 12 estamos exhortados para fortalecernos a nosotros mismos. La palabra griega es literalmente a cerca de enderezar, tiene la raíz de orthos en esto, como donde tenemos la palabra “ortodoxo”. Usado para manos caídas, dice que se enderecen y levantarlas. Utilizado para rodillas débiles, probablemente conlleva el sentido de vigorizarlas de alguna manera. Podrías pensar en cómo un atleta podría poner en una rodilla una rodillera o una cinta a un tobillo lesionado para que puedan seguir compitiendo. Podríamos seguir corriendo con la analogía. Si te caes, te levantas. Si necesitas, agarras algunas muletas. O toma una analogía de boxeo. Imagínate entre las rondas, tu regresas a tu esquina después de recibir un montón de golpes. En el boxeo tienes uno que te cura que te ayuda a parchar cualquier herida menor de inmediato para que así puedas recuperar y seguir boxeando. Tu entrenador te da consejos y te da algunas instrucciones  y te envía de regreso. Sé que la analogía no es perfecta, pero espero que veas el punto. El punto es que tenemos que seguir caminando en este camino de la fe. ¡No importa cuán maltratado o débil podamos comenzar, necesitamos seguir adelante y no rendirnos!

Ahora a menos que tengas una idea equivocada aquí que esto es como la salvación por obras, que  solo necesitas ahondar en tu propia fuerza y seguir adelante, yo nuevamente te apunto aquí a la referencia de Isaías 35. En Isaías 35, habla sobre cómo la sequedad de este camino del desierto se llenará de alegría y canto. ¿Por qué? Porque Dios viene a salvarlos. Bueno, Dios ya ha venido la primera vez en Cristo para traernos la salvación. Y Él vendrá de nuevo en Cristo el día de su regreso para completar esa salvación. Este es el aliento ofrecido en Isaías 35 a cerca de por qué debemos fortalecer nuestras manos débiles y rodillas temblorosas, ¡porque Dios viene a salvarnos! Buscamos su ayuda, su salvación. Eso es lo que finalmente nos da la fuerza y nos ciñe a este viaje, confiando en el Poderoso Dios para ayudarnos a vencer. Isaías 35 pasa para decir que si te mantienes en el camino, estarás seguro, y que incluso un tonto no se perderá si solo se queda en el camino que Dios había proporcionado. Entonces, sí, esta exhortación aquí en el versículo 12 es una especie de consejo. Está diciendo: “¡No te rindas! ¡Sigue en marcha! “Pero con el fondo de Isaías 35 vemos que nuestra fuerza para seguir en el camino se encuentra en el SEÑOR. ¡Sé fuerte en el Señor y en la fuerza de su poder! Entonces, sigamos caminando por el camino y corriendo la carrera confiando en la ayuda y fortaleza que el Señor proporcionará. ¡Solo mantente en el camino y sigue buscando ir hacia adelante y confiar en su Palabra que dice que lo conseguirás! Es increíble cómo funciona la fe así como  agarrándose de la gracia de Dios. Cree que Dios en Cristo te dará la fuerza para hacerlo, y Él lo hará, y lo lograrás. No creas que Dios te dará la fuerza, y Él no lo hará, y no lo lograrás! La salvación es en verdad no por obras, sino acerca de la gracia recibida a través de la fe!

Encontramos una segunda exhortación aquí en versículo 13. Estamos llamados a hacer caminos rectos para nuestros pies. La palabra para recto aquí es nuevamente de esa palabra griega orthos, que significa “recto”. Podemos pensar en esta rectitud en términos de llegar a donde vas. El camino más corto entre dos puntos es una línea recta. Deseas asegurarte de llegar a donde vas de la manera más fácil posible, sin desviarte del curso. Del mismo modo, vemos que el versículo 13 explica esto en términos de la noción anterior de ser un cristiano que es débil y herido. Básicamente está diciendo que necesitas una ruta recta y nivelada para que no te lastimes más. Hoy, si estás herido y en una silla de ruedas, necesitarás tomar la rampa para personas desabilitadas. Del mismo modo, si estás en muletas con una pierna rota, no vas a ir a subir a una colina y caminar por las rocas.

Bueno, podemos apreciar aún más este comando cuando vemos que también es otra cita del Antiguo Testamento. Viene de Proverbios 4:26, especialmente la Septuaginta dice: “Examina la senda de tus pies y todos tus caminos sean rectos”. Me gusta a como Hebreos junta estos dos pasajes. Nos ayuda a pensar en la peregrinación a Sion de Isaías 35 en términos de la sabiduría descrita en Proverbios 4. Y cuando miras  Proverbios 4 ves que habla de dos caminos diferentes. Menciona tanto el camino de los justos frente al camino de los malvados. Ese capítulo dice que el camino de los justos es luz y el camino de los malvados es oscuridad. Proverbios 4 continúa diciendo que debemos eliminar nuestros pies del mal, no volteando a la derecha o a la izquierda. Y así, se nos recuerdan en esta conversación que simplemente levantarse y avanzar no es suficiente. Necesitamos la sabiduría para seguir avanzando en el camino de Dios; en la dirección correcta. Ancho es el camino que conduce a la destrucción, pero hay un camino que conduce a la vida. El SEÑOR sabe y bendice y hace fructífero el camino de los justos, pero el camino de los malvados perecerá, como la paja que el viento lleva.

Y así, esta cita nos dice que mientras nos enderezamos y sigamos avanzando hacia el objetivo de la gloria, necesitamos la sabiduría de la justicia. En otras palabras, Hebreos trae un llamado por moralidad, para buscar vivir en obediencia a la ley de Dios mientras vivimos nuestra fe cristiana. Es como lo que vimos en verso 1 hace unas semanas. A medida que corremos la carrera de la fe, necesitamos abandonar ese pecado que nos envuelve. Eso es sabiduría, dice Proverbios. Esa sabiduría es que necesitamos como cristianos, dice Hebreos. Y date cuenta de que nos está diciendo a nosotros los cristianos que somos débiles y lesionados, no debemos combinar promoviendo una vida de pecado. Eso nos recuerda que el pecado puede traer malas consecuencias en nuestras vidas que pueden obstaculizar nuestro caminar cristiano. También podría traer algunos de esos dolorosos castigos del Señor mencionado en versículo 11. Y como Hebreos mantiene advirtiéndonos, el pecado conlleva con la tentación hacia la apostasía. Seguramente esta referencia al trastorno en el versículo 13 insinúa a esa amenaza de apostasía que Hebreos ha estado llamando a nuestra atención. Y así, Hebreos nos apunta a la sabiduría de la justicia mientras caminamos por el camino de la fe y el camino de Cristo. ¡Seamos sabios en tomar atención a este llamado al camino recto de la justicia!

Nuestros versículos terminan hoy en día con el aliento del evangelio de sanidad. El versículo 13 termina con la esperanza de sanidad. Ciertamente, mientras caminamos el camino recto de la justicia, podríamos encontrar alguna sanidad en esta vida. Podemos sanar de los dolores que nuestra antigua forma de vida nos trajo. Podemos crecer en la paz que trasciende todo entendimiento en medio de las ansiedades de esta vida. Incluso podemos encontrar el crecimiento espiritual que se pueda conocer en la esperanza en medio de la persecución. Ciertamente hay formas en esta vida que el cristiano puede comenzar a conocer la fuerza y la sanidad que Dios promete a su pueblo. Pero nuestro Dios ha prometido que “pero los que esperan en Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán, caminarán y no se fatigarán “(Isaías 40:31).

Y sin embargo, esa referencia de espera nos recuerda que la sanidad última se encuentra al final de esta carretera. Recuerda, dijimos que el camino termina en Sion. Seguramente la referencia a la sanidad aquí en el versículo 13 es en última instancia escatológica. Recuerda que las imágenes en Apocalipsis 22: 2 que describe cómo en la gloria las hojas del árbol de la vida serán para nuestra sanidad. Deberíamos reconocer esto como parte del evangelio. Esto es parte de la increíble gracia de Dios. Sí, somos en muchas formas personas débiles y maltratadas. Nuestro propio pecado ha traído mucho de esto a nosotros en primer lugar. Pero en general, este mundo y esta vida están llenos de muchos dolores, tristezas y problemas. Pero por la gracia de Dios, encontraremos la sanidad al final.

Pero esta sanidad no será para todos. Es para aquellos que ponen sus corazones en ella ahora en la fe. Es para nosotros que reconocemos nuestros pecados y nos arrepentimos de ellos y vamos a Cristo para encontrar perdón y gracia. Es para nosotros que caminamos de esta manera en fe en Cristo hasta el final. A medida que ponemos nuestra fe en Cristo por el perdón de nuestros pecados, comenzamos a experimentar la sanidad aquí y ahora. Así como terminamos el camino de la fe en Cristo, vendremos a la sanción final en el día de Cristo.

Seamos renovados  en nuestra resolución de nuevo hoy para seguir a Cristo. El pasaje de hoy reconoce las dificultades de la vida cristiana. Podemos sentirnos golpeados, desanimados y débiles. La persecución puede ser difícil. A veces la vida cristiana podría parecer demasiado difícil; somos demasiado débiles para los desafíos. Podríamos estar tentados hacia la desesperación. Pero como somos llamamos hoy para levantarnos y seguir, se nos recuerda nuevamente al Dios que nos mantiene caminando. Permítanos redoblar nuestros esfuerzos para Cristo sabiendo que al final todo valdrá la pena. ¡Sigamos adelante amados hermanos y hermanas! Mantengámonos corriendo la carrera. ¡Mantengámonos luchando la buena batalla! ¡Recibe este consejo inspirado de Hebreos hoy! No decaigamos en una lesión eterna pero presionemos hacia la sanidad eterna que tenemos en Jesucristo! Amén.

Copyright © 2019 Rev. W. Reid Hankins, M.DIV.

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