¿Cómo es el Reino de Dios?

Sermón predicado en Lucas 13:18-14:6 por el Reverendo W. Reid Hankins durante el servicio de adoración en la Iglesia Presbiteriana de la Trinidad en 05/06/22 en Novato, CA.

Sermón

Reverendo W. Reid Hankins, M.Div.
Traducido por el Diácono Diego Merino

El ministerio de Jesús comenzó declarando la venida del reino, que estaba cerca. Pero luego pasó momentos como este explicando qué significaba exactamente eso y cómo sería la venida del reino. Sus enseñanzas aquí desafían las suposiciones simplistas y las expectativas erróneas que la gente tenía sobre la naturaleza del reino venidero. Y, por supuesto, no puedes tener un reino sin un rey. Por lo tanto, las enseñanzas de Jesús aquí también desafían lo que la gente esperaba sobre el Rey Mesías que vendría. Jesús, por supuesto, es ese Rey Mesías tan esperado. Entonces, consideraremos nuestro pasaje en el orden que se ve en el texto. Primero, consideraremos las dos parábolas relacionadas sobre el reino, versículos 18-21. Luego, en segundo lugar, consideraremos cómo se le pregunta a Jesús en que si habrán pocos en el reino, versículos 22-30. Luego, por último, consideraremos cómo se le advierte a Jesús acerca de que Herodes quiere matarlo, versículos 31-35. Todos estos puntos muestran cómo la venida real del reino sorprenderá las expectativas comunes.

Comenzamos en nuestro primer punto y luego consideramos estas dos parábolas relacionadas. Me encanta cómo en esta sección vemos a Jesús haciendo estas preguntas en los versículos 18 y 20 y luego que responde. Versículo 18: “¿Cómo es el reino de Dios? ¿Y conque lo voy a comparar?” Y de nuevo, en el versículo 20, “¿Conque compararé el reino de Dios?” Jesús luego da parábolas como respuesta a estas preguntas. Estas preguntas nos enseñan lo que podría parecer obvio. Las parábolas son símiles. Se dan como analogías para usar circunstancias familiares para enseñarnos sobre algo, típicamente algo sobre el reino. Eso es lo que Jesús hace aquí. La parábola de la semilla de mostaza y la parábola sobre la levadura nos enseñan sobre el reino.

En este caso, estas dos parábolas están claramente destinadas a ser tomadas juntas. A veces vemos a Jesús dar una serie de parábolas diferentes que cada una enseñanza desde un punto diferente. Pero a veces, como aquí, nos da dos parábolas que generalmente enseñan lo mismo. En este caso, estas dos parábolas enseñan que el reino será algo que comienza pequeño, pero con el tiempo crece lentamente hasta alcanzar su plenitud. Por lo tanto, cuando Jesús anunció previamente la inminente venida del reino, no significaba que el reino vendría inminentemente de inmediato en todo su tamaño y gloria. Son estas dos parábolas las que nos dicen que esperemos más bien un crecimiento y expansión gradual del reino. De hecho, como una pequeña semilla de mostaza, o como la levadura, sus comienzos pueden parecer humildes, pequeños y triviales. Pero con el tiempo crecerá y se expandirá hasta su gloria final.

Entonces, pensando específicamente en la primera parábola, recordamos cuán pequeña es una semilla de mostaza en comparación con el árbol cuando está completamente crecido. Puede crecer hasta 10 o 15 pies. Aquí es donde no debemos pensar demasiado en las analogías. Ciertamente hay semillas para diferentes tipos de plantas que crecerán hasta hacerse árboles mucho más grandes, como las secoyas. Esto pierde el punto. Jesús simplemente está usando una analogía que enseña que la venida del reino no trae visibilidad mundial inmediata. Tendrá que crecer y expandirse con el tiempo, es como la forma en que una semilla de mostaza se convierte en un árbol de mostaza. En esta parábola, Jesús luego enfatiza cómo el árbol se convertirá en algo útil para que las aves aniden. Como semilla, no podía hacer eso. Pero como árbol maduro puede y lo hace. Algunos comentaristas señalan cómo más adelante en este pasaje Jesús menciona a los gentiles de todo el mundo que vienen al reino y ve eso ilustrado incluso aquí con los pájaros. Cuando el reino crezca a su máxima expresión, se convertirá en un hogar y refugio para sus ciudadanos.

Pensando entonces en la segunda parábola, recordamos que es proverbial que un poco de levadura fermenté- toda la masa, Gálatas 5:9. La cantidad de levadura que se necesita agregar es muy pequeña en comparación con la cantidad de harina a la que se le está agregando. En este caso, dice que le estaban agregando a tres medidas, que probablemente era en términos modernos de casi una fanega, por lo que probablemente en algún lugar alrededor de unas 50 libras más o menos de harina. Por lo tanto, en una gran cantidad de harina, y sin embargo, solo un poco de levadura haría funcionar su acción para fermentarlo completamente. Así que, aquí de nuevo, algo pequeño tiene un gran efecto. Y aquí de nuevo, ese crecimiento y cambio lleva tiempo. Lo que también es un matiz interesante aquí con la levadura es que el cambio tiene lugar en el interior. Notas el cambio exteriormente, pero es un efecto interno. Tomado junto con la parábola anterior, y apreciamos que el crecimiento del reino tiene un aspecto interno y externo.

Estas dos parábolas entonces habrían desafiado a cualquiera que asumiera que tan pronto como el Mesías viniera, Él inmediatamente o en poco tiempo marcaría el comienzo de la plenitud del reino. Al dar un paso atrás y echar un vistazo a las cosas hoy, nos damos cuenta de que las parábolas de Jesús aquí eran bastante apropiadas. Cuando Jesús vino la primera vez, realmente hubo un verdadero comienzo de la venida del reino. Cuando Jesús vino por primera vez, fue como si esa semilla de mostaza hubiera sido plantada. Era como si la levadura se pusiera en esa harina. Desde entonces, el reino ha estado creciendo y madurando en lo que será finalmente. Pero aún no está allí todavía en su plenitud. Las parábolas de Jesús desafían cualquier idea incorrecta de que la plenitud del reino vendría repentinamente y de una vez. En cambio, enseña la llegada gradual de ella hasta la madurez. Y podemos ser parte de ese crecimiento hoy como ciudadanos aquí y ahora de este reino.

Como nota al margen, creo que es importante aclarar que estas parábolas no significan que el crecimiento y la expansión del reino de Cristo se verán en términos de la iglesia visible en la tierra. Lo que quiero decir es que mientras que el crecimiento de aquellos que están siendo salvos en el reino de Cristo se están acumulando a lo largo del tiempo, el número real de verdaderos cristianos vivos en la tierra y, por lo tanto, parte de la iglesia visible ha variado y variará. A veces, la iglesia visible en la tierra ha sido visible con muchos de sus miembros. A veces ha disminuido y su luz se ha vuelto tenue. Pero las puertas del hades no prevalecerán contra ella. Pero eso no significa que estas parábolas no sean precisas. Permítanme darles una analogía con los recuentos de casos del COVID19: los acumulativos versus los actuales. El número acumulado nunca disminuirá. Puede aumentar en número, pero no disminuirá. Pero el recuento de casos actual, de cuántas personas actualmente tienen COVID19, puede fluctuar enormemente. Entonces, la iglesia visible en la tierra podría tener su cantidad fluctuando hacia arriba y hacia abajo con el tiempo en la historia. Pero el número de los elegidos que están siendo llamados y convertidos a Cristo está siempre creciendo y nunca disminuyendo.

Pasemos ahora a nuestro segundo punto para considerar esta pregunta que le hacen a Jesús en el versículo 23. Le preguntan si los que son salvos serán pocos en número. A la luz de estas parábolas, esa es una pregunta apropiada en este punto. También revela otro aspecto sorprendente sobre la venida del reino. Piensa en esto a la luz de las parábolas anteriores. Si el reino comienza siendo pequeño y solo con el tiempo se hace más y más grande, ¿qué significa eso para la generación actual? Podrías imaginar a la gente preguntándose si eso significa que solo unos pocos se salvarán cuando el reino es pequeño y apenas comience. Por lo tanto, se le pregunta a Jesús acerca de si sólo unos pocos serán salvos o no.

En la forma clásica de enseñanza de Jesús, Él no les da una respuesta directa. Él responde con información relacionada que infiere ciertas respuestas a esta pregunta. Entonces, Él comienza a responder diciendo en el versículo 24, “Esfuérzate por entrar por la puerta estrecha”. El hecho de que la puerta sea estrecha, comienza a sugerir que solo unos pocos entrarán. De hecho, el versículo continúa diciendo que muchos buscarán entrar, pero no podrán hacerlo. Pero ves el enfoque en esta respuesta. Si bien implica una respuesta a la pregunta original, que solo unos pocos serán salvos, re dirige la pregunta para que las personas piensen si por ellos mismos serán salvos. Este llamado a”esforzarse” es un llamado a buscar realmente esta forma de entrar en el reino porque de hecho hay sólo un camino y es estrecho. Por lo tanto, estamos llamados a hacer todo lo posible para tratar de ser parte de su reino. De hecho, el camino a la salvación es estrecho, pero la buena noticia es que el camino estrecho se trata de recibir a Jesús como un regalo a través de la fe en Él. Debemos reconocer nuestro pecado y humillarnos para volvernos a Cristo y ser salvos por su gracia. Hay muchas otras formas en que las personas tratan de salvarse a sí mismas. Pero solo hay una manera. Esto es lo que debe ser de suma importancia para nosotros. Busca ser salvo en Cristo Jesús, a través de la fe en Él, porque Él es el único camino de salvación.

Esto es importante, porque Jesús dice que llegará un momento en que la puerta se cerrará a ese camino estrecho. Eso habla del último día del juicio. Entonces, muchos tratarán de entrar, por así decirlo, pero será demasiado tarde. Sé que algunas personas tienen una vana esperanza de que después de tu muerte Dios te dará una última oportunidad de encontrar la salvación en Él. Pero eso no es lo que enseña la Biblia. Enseña que ahora es el día para ser salvo. Ahora es el día para arrepentirte de tus pecados y volverte con fe a Jesucristo para ser salvo. Se acerca un día en que será demasiado tarde; que esta oferta de gracia ya no estará disponible. Que te rechazarán, y que te dirán: “¡Apartaos de mí, nunca os conocí!” Terminarás llorando y crujiendo tus dientes según el versículo 28 cuando termines excluido del reino y en su lugar recibas el infierno de la ira de Dios. Una vez más, esto es lo que sucederá en el último día del juicio.

Me gustaría señalar que este punto sobre el último día del juicio es un contraste útil con las parábolas anteriores. Las parábolas de la semilla de mostaza y de la levadura hablan del comienzo lento y crecimiento gradual del reino en comparación con otros que pueden haber pensado que iba a ser algo repentino. Pero aquí la enseñanza de Jesús recuerda que un día será algo repentino acerca de la venida del reino. El tiempo para reunir a la gente en el reino de repente llegará en un final rápido. Será dramático y permanente. Entonces, mientras el reino está creciendo lentamente, no dejes que eso te engañe para que retrases convertirte en parte de este reino.

Entonces, mientras Jesús aborda esta pregunta sobre si habrá pocos o no en el reino, continúa mencionando a algunas de las personas que estarán allí en el reino. Sí, por supuesto, estarán los patriarcas, Abraham, Isaac y Jacob. Sí, estarán los profetas. Todos esperan que esas personas estén allí, y esa expectativa no está mal. Pero el hecho de que muchos judíos aquí estén siendo descritos como expulsados del reino, esto está destinado a sorprendernos. Pero luego nota que en el versículo 29 dice que habrá muchas personas de todas partes, del norte, sur, este y oeste, que serán recibidas en el reino. En otras palabras, habrá muchos de los gentiles que serán salvos y se convertirán en parte del reino de Cristo.

¿Ves cómo esto también es una verdad impactante y sorprendente que Jesús les dijo aquí acerca de la venida del reino? Muchos israelitas terminarán excluidos, mientras que muchos gentiles terminarán incluidos. Y entonces, la pregunta aquí a Jesús era si sólo habrían unos pocos los que son salvos. Jesús no les da una respuesta directa. Pero está hablando de la pregunta. ¿Habrán pocos salvos? Básicamente dice que entre Israel habrá menos de lo que uno podría esperar, pero entre las naciones, habrá más de lo que se uno podría esperar.

Esto desafía a lo que muchos judíos en ese momento habrían asumido acerca de la venida del reino. Jesús refuerza esta realidad cuando dice en el versículo 40: “He aquí, algunos que son los últimos serán los primeros, y otros que son los primeros serán los últimos”. La palabra “he aquí” allí expresa sorpresa y la idea de que lo primero será lo último, etc., expresa un giro inesperado. Muchos de los que se habrían creído salvos, descubrirán que no lo son, y muchos de la gente que no habrían esperado ser salvos, lo serán. Date cuenta de que Él les está diciendo esto a las personas que generalmente iban a la iglesia todas las semanas y realizaban muchos actos externos religiosos. Nota que lo que precede y sigue a este pasaje es una lección casi idéntica acerca de la observancia del sábado y cómo los fariseos realmente estaban tratando de guardarlo incluso erróneamente. Jesús les está diciendo a las personas que parecían muy religiosas y pensaban que ser religiosos era el camino estrecho hacia la vida eterna. Necesitaban realmente esforzarse para asegurarse de que son verdaderamente salvos. Me encanta el equilibrio aquí. No querrás caer en la trampa de ser un fariseo legalista que en última instancia, es ser un hipócrita. Pero eso no significa que realmente no debas esforzarte por arrepentirte de tus pecados y buscar por fe vivir como un discípulo de Cristo.

Ahora, en nuestro último punto, quiero que pensemos en esta advertencia dada a Jesús comenzando en el versículo 31 en donde Herodes quiere matarlo. Recuerde que la jurisdicción de Herodes cubría Galilea y también la región de Perea en la que Jesús probablemente estaba en este punto. Recuerda dónde está Jesús durante esta sección de Lucas. Se nos recordó en el versículo 22 que Jesús continúa dirigiéndose hacia Jerusalén. Recuerda, estamos en ese período del ministerio registrado por Lucas donde Él está en el camino de Galilea a Jerusalén, y ministrando a la gente en el camino, incluso en la región conocida como Perea, que estaba al este de Judea al otro lado del río Jordán. Entonces, algunos fariseos vienen a advertir a Jesús acerca de que Herodes quería matarlo.

Podríamos notar que es muy probable que los fariseos no estuvieran realmente preocupados por el bienestar de Jesús. Hasta ahora, han sido generalmente mostrados como oponentes de Jesús. El hecho de que Jesús piense que puede enviar un mensaje a Herodes a través de ellos sugiere que también podrían haber estado en alianza con Herodes. Pero aparentemente Herodes quiere que Jesús salga de su región. Probablemente estos fariseos pensaran lo mismo. Se ha sugerido que esperaban que Jesús huyera a Jerusalén y que habría estado fuera de la jurisdicción de Herodes, pero también donde habría un fuerte apoyo judío, ya que es donde se encontraba el consejo gobernante principal judío del Sanedrín.

Pero nota la respuesta de Jesús. Él reconoce aquí que de hecho, en última instancia irá a Jerusalén. Pero no es por la amenaza de Herodes. No, es parte de su plan. Tampoco será de acuerdo con el tiempo establecido por Herodes. Eso es lo que Jesús está consiguiendo cuando dice cuáles son sus planes usando el lenguaje de hoy, mañana y el tercer día. Básicamente, está diciendo que va a cumplir con su propia agenda. En este momento, está ocupado con su ministerio, que incluye no solo su enseñanza, sino también la expulsión de espíritus inmundos y la curación milagrosa de personas.

Nota que la respuesta de Jesús aquí muestra que no está preocupado por la amenaza de muerte. De hecho, Jesús afirma que será asesinado, pero no directamente por Herodes. En cambio, hará lo que parece que Herodes quiere: huir de su región. Sin embargo, Jesús no abandonará el territorio de Herodes para escapar de la muerte. Jesús dejará su territorio para encontrar la muerte. Así que, de nuevo, Jesús predice su muerte en la cruz. Y aquí incluso profetiza que sucederá en Jerusalén. Aquí Jesús da aún más información impactante y sorprendente sobre la venida del reino. Dice que el rey primero debe morir. Que debe ser rechazado por los suyos y ejecutado. Aunque Jesús señala que esto no debería ser sorprendente en lo absoluto, dado el historial de Jerusalén. Han rechazado y perseguido repetidamente a través de los siglos a los profetas que Dios les ha enviado. Jesús seguirá ese modelo de nuevo cuando sea puesto a muerte.

Jesús se lamenta sobre Jerusalén. Vemos su corazón y dolor por este pueblo descarriado. Pienso en cómo Pablo también en Romanos 9 llora por los muchos judíos que rechazaron a su rey Jesús. Jesús declara el juicio de Dios sobre ellos cuando dice que han sido abandonados. Dice allí en el versículo final que no lo volverán a ver hasta que digan: “Bienaventurado el que viene en el nombre del Señor”. Hay una gran ironía allí, ya que eso se refiere a su entrada triunfal cuando finalmente llega a Jerusalén. Allí, cuando el pueblo de Jerusalén dice eso de Él, es para reconocerlo como Mesías. Sin embargo, solo unos días después, Jerusalén lo rechazaría y lo mataría. Por lo tanto, Jesús hace referencia aquí a su aparente recepción en Jerusalén que sólo se erige como un testigo contra ellos cuando poco después lo rechazaron.

Santos de Dios, hoy hemos hablado de todos estos aspectos sorprendentes acerca de la venida del reino. Y sin embargo, esto no habría sido una sorpresa total para cualquiera que hubiera entendido correctamente las Escrituras que predijeron estas cosas. Pero sí nos recuerda que nuestros planes no son los planes de Dios.

Revisemos hoy nuestras suposiciones y expectativas. Hoy, Jesús desafió las expectativas sobre la naturaleza del reino y cómo vendría. Que esto también te desafíe a ti. Que examines cómo has estado pensando acerca de la naturaleza del reino y su crecimiento actual aquí y ahora y ajustar tu pensamiento donde sea necesario. Y hoy, hemos visto a Jesús desafiar a aquellos que pensaban que eran parte del reino de Cristo y no lo eran. Que esto te desafíe y te hagas un auto examen. ¿Te estás esforzando por entrar en su reino a través de esta puerta estrecha? Hemos visto hoy que eso significa esforzarse por ser parte de su reino a través del arrepentimiento de nuestros pecados y poner nuestra fe en Jesús.

Entonces, como discípulos de Cristo, hemos visto hoy que estamos ahora en este período de tiempo donde el reino está creciendo y avanzando. Veamos cómo Dios nos llama a participar en ese avance del reino. Seamos parte del crecimiento del reino y de la acción de la levadura aquí y ahora y para la gloria.

Amén.

Derechos de autor © 2022 Rev. W. Reid Hankins, M.Div.
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